sábado, 6 de diciembre de 2014

Corea esa desconocida...

BUENA OPCIÓN

Corea: El potencial desconocido de la cuarta economía de Asia


Hugh Youngmprimir
Hace un par de años el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, un equipo de astronautas de la NASA y el alcalde de Londres, Boris Johnson, fueron algunas de las innumerables personas atrapadas en una moda que trascendía nacionalidades y edades. "Gangnam Style ",una canción cantada en su mayoría en coreano sobre un barrio de Seúl llevó la cultura popular coreana al escenario mundial. De hecho, el video tuvo más de 2.100 millones de visitas en YouTube y ha inspirado incontables parodias y copias.
Gangnam Style es probablemente la historia de éxito más grande de Hallyu, un término empleado para describir a las exportaciones culturales de la nación que significa "ola coreana". Además de los teléfonos inteligentes, los televisores de pantalla plana y los coches, Corea también aporta al comercio internacional películas, programas de televisión y música pop. Hallyu tiene un papel importante en el apoyo a las actividades de las compañías coreanas. No hace tanto tiempo los productos coreanos a menudo eran considerados indeseables. Ahora, muchas mujeres de toda Asia buscan las últimas tendencias coreanas, el país se ha convertido en un popular destino de vacaciones y los hombres de cierta edad probablemente tendrán un miembro favorito de lasGirlsGeneration (la versión coreana de las Spice Girls).
La nación representa una historia de éxito increíble. El final de la Guerra de Corea en 1953 dejó una península dividida por la ideología política. Se estima que hubo unos cinco millones de víctimas entre muertos, heridos y desaparecidos tanto en Corea del norte como en Corea del Sur y además esta última economía quedó en ruinas. A día de hoy las relaciones siguen siendo tensas ya que ambas partes siguen estando, técnicamente, en guerra. Sin embargo, la recuperación fue rápida y el Sur, apoyado por Estados Unidos, ha prosperado gracias al desarrollo económico liderado por un puñado de chaebols - conglomerados industriales elegidos como campeones nacionales - que ahora representan alrededor del 85 por ciento del producto interior bruto (PIB).

En la década de los noventa el país era descrito como un "tigre asiático" y considerado una nación rica. La crisis financiera asiática de 1997/8 forzó unas reformas que abrieron la economía a la inversión y a las importaciones las cuales, sin duda, aumentaron la competitividad de las empresas coreanas. Según la mayoría de los indicadores, los coreanos lo han hecho todo bien. Y, sin embargo, las empresas coreanas han representado históricamente sólo una pequeña proporción de nuestras inversiones regionales. Esto se debe a que, si bien la economía es relativamente madura y cuenta con muchas marcas globales bien establecidas,Corea sigue siendo un work in progress cuando se trata de gobierno corporativo.
En el último estudio realizado por la Asociación Asiática de Gobierno Corporativo y CLSA,Corea ocupa la octava posición de los 11 mercados regionales respecto a la calidad del gobierno corporativo, un nivel por debajo de India y justo por encima de China. No supone ningún cambio desde el anterior estudio realizado en 2012 y sólo una ligera mejora desde su novena posición en 2010.
Descuento coreano
¿Por qué las empresas coreanas han modernizado algunos aspectos y no otros? Una de las razones es histórica. El modelo de desarrollo económico de Corea caracterizado por el patrocinio estatal no ha logrado establecer una cultura de rendición de cuentas a los accionistas en las compañías de mayor tamaño. El predominio de los chaebols, con sus estructuras accionariales cruzadas y a menudo complejas, representa un reto importante para los inversores que buscan gobierno corporativo, transparencia y un compromiso con los derechos de los accionistas. Estas empresas también tienen poca costumbre de devolver los excedentes de liquidez a los accionistas a través de dividendos. No es de extrañar que los inversores internacionales por lo general exijan un "descuento coreano".
Los principales directivos de las empresas coreanas disfrutan de una estrecha relación con el poder político. El presidente de Corea del Sur, Park Geun-Hye aún tiene que cumplir con su promesa electoral de limpiar los chaebols. El predecesor de Park, Lee Myung-Bak, indultó a los presidentes de dos chaebols y anuló las condenas por corrupción lo que dio lugar a un descontento generalizado respecto a la percepción de la indulgencia mostrada hacia la élite empresarial del país.

A veces las decisiones tomadas por los chaebols pueden ser difíciles de justificar por motivos comerciales. Hyundai Motor - una empresa que logra mayores márgenes brutos que BMW - lideró recientemente un consorcio de empresas que adquirió un bien inmobiliario en el centro de Seúl por más de 10.000 millones de dólares, unas tres veces más caro que el valor de tasación de la propiedad. Los empleados de Hyundai, que están envueltos en una disputa salarial con la compañía, se indignaron, al igual que los inversores, que hicieron caer rápidamente las acciones de la compañía.
Oportunidades
Dicho esto, no todo son malas noticias en lo que respecta al gobierno corporativo. Por ejemplo, durante nuestro último viaje encontramos una serie de empresas más pequeñas que tienen una muy buena oportunidad para superar nuestros filtros de control de calidad.Estas entidades, respaldadas por solidos balances, están a menudo dirigidas por su fundador y tienen tecnologías o redes de distribución que son difíciles de replicar. Incluso las empresas más grandes, como Samsung Electronics, han hecho esfuerzos para mejorar los estándares de gobierno corporativo y la divulgación de información al mercado.
Esto puede constituir un reconocimiento tácito de que la economía coreana de alto nivel se ha topado con vientos en contra. La población de Corea, cada vez más envejecida, está ahorrando más que gastando y las empresas están atesorando dinero en efectivo en lugar de invertirlo, en medio de una demanda mundial que sigue siendo débil. Esto ha provocado comparaciones odiosas con problemas similares a los que enfrenta su archirrival Japón. A esto se suma que la deuda de los hogares en Corea es alta. Esto, unido con un mercado inmobiliario que sigue estancado, está lastrando el sentimiento de los consumidores. Desde hace algún tiempo las compañías coreanas han estado trasladando su actividad manufacturera (y los puestos de trabajo) hacia el exterior en un intento de reducir costes habida cuenta de la feroz competencia con China.
El ministro de Finanzas Choi Kyung-Hwan advirtió el mes pasado que se habían encendido las señales de alarma. Choi quiere aumentar la renta disponible con vistas a que el consumo se convierta en el principal motor de la economía. Su plan incluye propuestas para gravar la retención "excesiva" de beneficios con el objetivo de forzar a las compañías a utilizar el dinero en efectivo inactivo para aumentar los dividendos, el gasto en capital y los salarios. Sin duda, lo que los coreanos están desesperados por evitar son las "décadas perdidas", marcadas por el bajo crecimiento y la deflación, que ya una vez han humillado a la poderosa economía japonesa.
A pesar de estas sombras, la cuarta mayor economía de Asia es todavía lo suficientemente diversa como para albergar una mezcla ecléctica de empresas con nombres con los que la mayoría de la gente fuera del país están poco familiarizados.
Hugh Young, director general de Aberdeen Asset Management Asia

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