jueves, 18 de diciembre de 2014

Rusia...Hoja de ruta.

Rusia: ¿Qué toca ahora?


La hoja de ruta que tiene delante Rusia es para llorar. Si no consigue detener la caída del rublo a base de dilapidar sus divisas, llegará el control de capitales, el corralito.
"Poco futuro tiene Rusia en estas condiciones". La frase es de un destacado experto español del mercado de capitales que observa con preocupación (pero no con sorpresa) la tormenta financiera que se ha desatado en Rusia. Ayer trascendió que las autoridades rusas están vendiendo sus reservas de divisas para intentar sostener la cotización del rublo, que pierde más de un 50% contra el dólar. En realidad, Rusia está liquidando sus divisas desde hace más tiempo, pero con poco éxito. Solo ayer se notó algo la intervención con una apreciación del rublo del 10%. Pero esto solo fueron paños calientes, porque el problema que tienen los rusos sobre la mesa es gigante.
Lo que ha sucedido "ya se veía venir y tiene que ver con cuestiones geopolíticas", apunta Miguel Ángel Rodríguez, colaborador de XTB y experto en el mercado de divisas. El aumento de los tipos intentó frenar la caída del rublo, pero en realidad, fue el preludio de más desplomes. Incapaz de cortar la sangría, Rusia ha tenido que tirar de sus reservas de moneda extranjera, pero esa no es la novedad. "La noticia es que ese están quedando sin divisas", apunta Rodríguez.
Según un consenso de 18 economistas consultados por Bloomberg, Rusia se ha gastado en esta crisis unos 70.000 millones de dólares para sostener al rublo. O dicho de otra forma, para comprar su propia moneda, esa que nadie quiere. La cantidad es importante, porque supone la sexta parte de sus reservas de divisas. El problema es que con unos precios del crudo camino de los 50 dólares, ese dinero que sale probablemente no volverá a entrar.
Cierto es que se han tomado medidas adicionales para estabilizar el sector financiero. Por ejemplo, el Banco de Rusia relajará algunas de las exigencias contables a las que están obligadas las entidades rusas en relación con la pérdida de valor de sus carteras, así como en la provisión de pérdidas provocadas por las sanciones. También mejorará sus mecanismos de suministro de liquidez en moneda extranjera a las entidades rusas, incluyendo la celebración de subastas adicionales si fuera necesario.
El rublo respondía ayer a este plan de choque, pero no está claro si la reacción será sostenida."La ventana de tiempo durante la cual la intervención directa en el mercado de divisas sería eficaz se está agotando rápidamente", asegura Phoenix Callen, estratega de mercados emergentes de Societé Generale.
Control de capitales....
¿Y que queda después? Pues Rodríguez lo tiene muy claro y considera que el siguiente paso será el control de capitales, algo que también apunta el analista del banco galo. Sería como una especie de corralito para intentar frenar la salida de capitales. De hecho, Rusia ha instado a los exportadores a que conviertan a rublos los dólares que ganan con sus negocios, lo que ha dado pie a más especulaciones sobre el control de capitales, algo que han tenido que negar las autoridades.
...y si esto falla, más subidas de tipos
Si Rusia no consigue detener la sangría de rublos con estas medidas de choque, lo siguiente será asistir a otra nueva subida de tipos. Entonces, el precio del dinero se quedaría en no menos del 20% desde el 17 actual. Y de ahí para arriba. Las consecuencias de esta medida serían nefastas para Rusia. Hay que esperar "caída del PIB, pobreza y estancamiento" resume Rodríguez.
"Si los tipos subiesen al 20%, el crecimiento real del año que viene quedará aniquilado y la contracción económica se medirá en múltiplos de un punto porcentual", apunta Cristian Maggio, economista en Londres del banco Toronto-Dominion. "No creo que las autoridades rusas quieran pagar este precio", indica este experto.
Pero el problema, indica Rodríguez, es el mismo, un barril de crudo a 50 dólares; y por supuesto, no hay que olvidar, como explica este experto, que lo que hay en el mercado del petróleo es un importante exceso de oferta.
El contagio, a la vuelta de la esquina
Por mucho que Rusia se esmera en frenar las caídas del rublo, con estos precios del crudo los esfuerzos serán pan para hoy y hambre para mañana. Con el matiz de que todo irá a peor. Y puede que no solo en Rusia. Como observa Robert Casajuana, director de relaciones institucionales de SLM Análisis Financiero Independiente,  "la crisis cambiaria que padecieron los tigres asiáticos en 1997 fue lo que provocó, entre otros factores, el contagio en el rublo ruso" en el 1998 y el default en sus bonos públicos. 
"Esta vez podríamos ver una situación inversa: que sea Rusia quien contagie al resto de divisas emergentes y produzca una nueva crisis cambiaria", explica Casajuana.
¿Y si Putin se lo piensa?
Algunos analistas coinciden señalar en que lo que ha sucedido ha sido poco más o menos que una venganza occidental contra Putin por el conflicto de Ucrania. Y también un movimiento de Arabia Saudí para quitarse competidores en el "fracking". De ahí que los expertos piensen que quizás el presidente ruso quisiera replantearse la situación en Ucrania. No obstante, como indica Fabian Hungerland, economista de Berenberg, "no parece que el cálculo económico oriente la política de Putin en Ucrania, porque si fuera así no la habría invadido".  
Pero admitiendo incluso que Putin diera marcha atrás en Ucrania, el lío puede ser monumental."Este escenario no significaría una solución a los problemas, ya que si el precio del petróleo no se recupera la situación seguiría siendo difícil", indica Casajuana. Así, Rusia al menos podría evitar el "default" pero tendría que refinanciarse a mayor coste. 

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