jueves, 24 de diciembre de 2015

Elecciones de nuevo?

¿Qué partido saldría más beneficiado si se repitieran las elecciones esta primavera?

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    ¿A quién beneficia repetir las elecciones generales? ¿Qué formaciones están por la labor de convocar de nuevo a los electores a las urnas, si los principales partidos no sellan un pacto de Gobierno? ¿Dividirán las negociaciones a las organizaciones políticas? Aparentemente, Podemos es el beneficiado. Pero la cuestión es saber si el enigma de las mayorías lo resuelven otros comicios. Especial 20D.
    El Partido Popular, el partido más votado con 123 escaños, es la formación que tiene la responsabilidad de formar Gobierno. Su exiguo número de representantes (la mayoría absoluta la dan 176 escaños) le impide presentarse en solitario al Congreso, y se ve necesitado de pactos y acuerdos para sacar adelante la candidatura de Mariano Rajoy, lo que con toda probabilidad no sucederá en la primera votación.
    Hasta la fecha, todos los partidos de la oposición han adelantado un 'no' al sentido de su voto, excepto Ciudadanos que está dispuesto a abstenerse. Pero los 40 diputados de la formación naranja son insuficientes. Rajoy necesita 13 escaños más, y esos solo podrían salir de DL, la antigua Convergencia (8 diputados), y PNV (6), lo que parece una tarea ardua y difícil, especialmente con las tensas relaciones que se viven ahora con los nacionalistas catalanes.
    Así pues, el 'no' a Rajoy podría ser el preludio de unas elecciones anticipadas, teniendo en cuenta, por otra parte la entreverada posición en la que se encuentra el socialista Pedro Sánchez. No obstante, antes que a Sánchez, ni a Rajoy ni al Partido Popular les interesa repetir los comicios a pocos meses de las generales, y más, cuando el partido y el propio Rajoy no contemplan, de momento, cambiar de candidato, lo que demandan cada vez más voces internas dentro del PP, y también Aznar, quien el pasado lunes aparecía por sorpresa en la sede nacional y demandaba un Congreso abierto a la militancia para renovar espíritus, dado el batacazo en las urnas, y una reflexión de lo que acontece al partido. Pero en esta estado de parálisis, la complacencia ha embargado al PP, mientras Rajoy intenta madurar conversaciones con el PSOE y con Ciudadanos.

    El caso de Sánchez, el deseo de Iglesias

    El caso del líder del Partido Socialista se antoja si cabe más complicado, tanto para mantener su liderazgo como para intentar formar Gobierno. El dirigente del PSOE precisa de una suma de partidos superior a Rajoy, y además, tendría que pagar un alto precio por recibir el respaldo de Podemos y el de los nacionalistas. Pablo Iglesias ha sido muy claro, cambia apoyos por el derecho a decidir, y por ende a celebrar un referéndum soberanista en Cataluña. Y en ese punto, el PSOE se halla dividido entre el deseo de recuperar el poder de Moncloa y el conocimiento de que, si se escora hacia Podemos, puede acabar con las centenarias siglas del Partido Socialista.
    En la noche electoral, Iglesias fue el primero en dejar sobre la mesa el valor de sus diputados (69), al tiempo que recordaba a los socialistas, que no compartir este criterio con su joven partido era entregar el Gobierno a Mariano Rajoy. Tras su órdago, no ha cesado en reiterar la conveniencia de unas nuevas elecciones generales. De hecho, Errejón, el motor ideológico de Podemos, ha reconocido que a su formación solo le han faltado dos semanas más de campaña para ganar las elecciones, y por tanto, ganar al PSOE. Por eso, para esta formación, un escenario de este calibre es absolutamente favorable a sus intereses.
    Repetir elecciones no entra dentro de los planes de Pedro Sánchez -no así de Susana Díaz y de algunos barones socialistas, que solo ven esa opción, lo que abre una nueva espita, de las tantas que hay, en Ferraz, y ahonda una crisis profunda sobre el liderazgo de Sánchez-. Este marco, definitivamente no es el más proclive para el jefe del PSOE. Sin elecciones blinda su candidatura, y al menos destierra por un tiempo el baile de nombres donde reina con insistencia el de Susana Díaz. Además, sin elecciones, frena el posible ascenso de Podemos en las urnas.

    Ciudadanos e Izquierda Unida

    Quienes tampoco quieren ver papeletas y urnas cerca son los de Ciudadanos. Rivera ha repetido por activa y por pasiva que hay que dejar formar gobierno a la lista más votada, es decir, a la que hoy encabeza Mariano Rajoy.
    Rivera, quien ha brindado un pacto por España a PP y PSOE, ha anunciado su abstención y no cree que la solución de esta encrucijada política pase por volver a enfrascarse en campañas. De ser así, y tras el fallo de expectativas de Ciudadanos el 20D, algunos de sus votos podrían emigrar al PP e incluso al PSOE, con lo que Rivera sería posiblemente junto al PSOE -parte de sus votos podrían irse a Podemos-, el más perjudicado con una solución de este tipo.
    De celebrarse elecciones en primavera, otra de las fuerzas políticas que saldría tocada sería Izquierda Unida. Los de Garzón, hoy con dos escaños en el hemiciclo, corren el riesgo de desaparecer si finalmente se produce el trasvase de su millón de votos a Podemos.

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