jueves, 24 de noviembre de 2011

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El salvavidas del FMI no es suficiente: los economistas piden un plan de choque europeo

23.11.2011M.G.Mayo / B.Amigot1
El salvavidas de FMI puede resultar un balón de oxígeno para España pero no es la respuesta contundente que necesita Europa, según los expertos consultados por Expansión.com. Todos coinciden en que el importe (46.500 millones como máximo) puede ser útil en un momento dado, pero también subrayan que no es suficiente y que el BCE y el Fondo de Rescate Europeo deben poner de su parte.
La canciller alemana, Angela Merkel, con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde en una rueda de prensa en la cancillería en Berlín.La canciller alemana, Angela Merkel, con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde en una rueda de prensa en la cancillería en Berlín.
La nueva línea de crédito flexible y preventiva para romper las "cadenas de contagio" del Fondo Monetario Internacional ha sido recibida con los brazos abiertos por los analistas. Puede resultar una bocanada de aire (de hasta 46.500 millones de euros para España) ante un nuevo escenario de asfixia para la financiación, como el de ayer.
El tipo de interés al que el FMI suele prestar dinero es el del Libor + 200 puntos básicos. Tomando las referencias de ayer, esto dejaría el préstamo del FMI en torno al 4%. Ayer, el bono español a 2 años cotizaba por encima del 6%.
Sin embargo, los expertos coinciden en que esta inyección no es suficiente. Por un lado, España tendrá que refinanciar el año que viene más de 117.000 millones y el crédito del FMI sólo cubre el 40%. Además, apuntan que la solución para la crisis de deuda soberana en la zona euro, que frene el contagio a países como Italia o España, pasa por Europa.
Para José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, la línea de crédito que ha flexibilizado el FMI para tratar de frenar el contagio en la zona euro es "una UVI móvil". "Si la necesitas está ahí, es una buena noticia, pero la cantidad es poco y sólo la reclamaría en caso de extrema necesidad porque puede tener consecuencias negativas", asegura este economista.
"La cuestión es: ¿si España pide ese crédito se estigmatiza, tendrá dificultades para refinanciar el resto? Nadie sabe cómo van a reaccionar los inversores", explica Díez. Por ello, "yo no lo usaría si es posible", sentencia. Eso sí, "si pierdes el acceso a los mercados está bien tener esa opción", añade.
"Lo extraño es que el FMI haya reaccionado antes que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, la zona euro o el Banco Central Europeo. La situación es complicada y necesita una acción. Ya hay metástasis. El último en verse perjudicado Hungría y los bancos europeos tienen una gran exposición en Europa del Este (en la banca austriaca equivale al 100% del PIB del país). La Fed ha anunciado un nuevo test de estrés limitando la exposición a la deuda soberana europea. Todo apunta a un recorte en las posiciones de deuda europea y cuanto antes se pare esta paranoia mejor", concluye.
A Juan Ignacio Crespo, analista financiero, le parece un acierto esta línea y cree que podría haber más herramientas de este tipo para que países como Brasil y China pudieran financiar a los que tienen dificultades en Europa. "En la década de los 70 ya se crearon líneas de esta clase, financiadas por países con exceso de reservas por el petróleo. Reino Unido recibió ayuda del FMI y era una gran potencia económica".
Crespo cree que el instrumento anunciado es una alternativa seria para situaciones como la subasta de ayer. "Se podría haber recurrido a él para obtener 3.000 millones a un coste mucho más bajo", advierte el analista, que no considera esta línea un rescate o una intervención. "De hecho, creo que habría que utilizarla cuanto antes, porque seguramente varios países quieran solicitarla", señala. Eso sí, reconoce que el coste político de esto sería alto: "Ninguno de los Gobiernos quiere ser el primero en pedirla, pero sólo habría que explicarlo bien".
Desde su punto de vista, es una alternativa importante "en un momento en que se ha perdido soberanía económica y el BCE, que la tiene, no actúa". Eso sí, según indica, la respuesta a la crisis por parte de Europa debe ser más contundente para paliar las tensiones actuales.
Pablo Antolín Nicolás, economista principal en el departamento financiero de la OCDE asegura que la "La línea de crédito del FMI no es nueva. Ayer se decidió expandirla". Según explica, esta línea de crédito proporciona ayuda a corto plazo, "con lo que podría ser muy útil para España".
A su juicio, "por sí sola no va a resolver el problema sino que ayudan a atenuarlo temporalmente. Por eso, lo que se necesita para resolver el problema del 'run on sovereign debt' o de contagio es un programa global compacto, del cual esta línea de crédito podría ser un componente". Los motivos: parece que hay requisitos para tener acceso a la línea de crédito y no cubre todas las posibles necesidades de financiación.
"Por lo que es necesario conocer los requisitos para tener acceso. En ese sentido, el hecho de que España no lo pidiera ayer y decidiera pagar tipos de interés por encima del 5% para deuda corto plazo (3 y 6 meses), puede indicar que no cumpla los requisitos".
Así, el economista de la OCDE, concluye: "Para resolver el problema de contagio o 'run on sovereign debt', se necesita al BCE. Pero igualmente, hace falta que los gobiernos se comprometan a medidas a medio y largo plazo que resuelvan el problema de la competitividad de la economía. Debe ser un compromiso de forma solemne y obligatoria a hacer reformas estructurales (en el caso de España están claras: mercado de trabajo, pensiones, y sector servicios; todo con el objetivo de mejorar la competitividad). Sin un programa global y compromisos explícitos no está claro qué va a suceder".
Según José Luis Martínez, estratega de Citi, "España no necesita ser rescatada. La nueva asistencia de liquidez desde el FMI, es limitada en montante y con características definidas: sólo para temas concretos. Pero no supone la respuesta a la crisis de deuda europea".
Mads Koefoed, estratega macroeconómico de Saxo Bank opina que "mientras que las medidas pueden ayudar en el muy corto plazo, las tensiones en el mercado de deuda soberana que sufre la zona euro evidencian que no se trata sólo de ayudar a un país a refinanciarse".
"Las líneas de crédito no son lo suficientemente grandes como para apoyar a los países del tamaño de España e Italia, ya que están limitados por las contribuciones de los países al Fondo. E incluso si ayudan temporalmente, el problema es que esto no es simplemente una crisis de liquidez, sino también una crisis de solvencia", explica Koefoed.
Además, el estratega macroeconómico de Saxo Bank considera que los 46.500 millones a los que podría optar España no son suficientes. "El Tesoro español tiene que afrontar los vencimientos de bonos y letras por valor de 117.500 millones de euros en 2012 y actualmente con rendimientos de hasta casi un 6% para la deuda pública a dos años y del 6,65 a diez años, los costes por los intereses resultan ser demasiado grandes, incluso con un préstamo de 46.500 millones", explica.
Además, "el hecho de que el FMI exija un programa para lograr la estabilidad económica (aunque mucho menos estricto que para otros préstamos) puede ser un obstáculo para España (e Italia) a la hora de conseguir el crédito, incluso y los consiguen serán sometidos a una revisión de sus políticas cada seis meses", asegura Koefoed.
En general, "en el mejor de los casos proporcionará un alivio muy temporal y no resolverá el problema subyacente del exceso de deuda, sobre todo porque la crisis se extendió a países como España e Italia, que son demasiado grandes para ser rescatados por el FEEF", concluye.
Para Silvio Peruzzo, economista de Royal Bank of Scotland (RBS), la idea de que el FMI podría intervenir de una manera más fuerte es ciertamente beneficioso y podría ser un factor positivo para la zona euro aunque de momento no cree que el organismo tenga suficientes recursos para ser un elemento de cambio decisivo en la crisis.
"Es probable que el Fondo consiga impulso en el futuro para proporcionar más apoyo a Europa pero no está claro si eso resolvería la crisis dada la multidimensionalidad de las fuerzas que están en juego", añade Peruzzo.
Barclays Capital asegura que la línea de credito del organismo dirigido por Christine Lagarde "es sin duda una buena noticia para Europa, pero es evidente que, en sí mismo, este crédito está lejos de ser suficiente para cumplir con las necesidades de Italia y España los fondos".
"Tenemos que interpretar este apoyo como parte de un plan más amplio que podría incluir a la FEEF y, posiblemente, al BCE", aseguran desde Barclays Capital

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