domingo, 29 de noviembre de 2015

Manualillos de Inversión ( 1 )

Cómo afectarán al cierre del año bursátil las últimas citas políticas


Cristina Vallejo
La reunión del BCE del día 3, la de la Fed el 16, las elecciones españolas del 20, así como el encuentro de la OPEP y los comicios franceses marcarán el último tramo del ejercicio

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En diciembre se acumulan unas citas, más políticas que económicas, que determinarán cómo acabarán el año las Bolsas. La más próxima tendrá lugar el 3 de diciembre y el protagonista será el Banco Central Europeo que preside Mario Draghi. Como comenta José Luis Martínez Campuzano, de Citi, las expectativas están muy altas porque las ha elevado la propia institución por boca de sus miembros. Han sido ellos mismos los que han hablado de la necesidad de incrementar el programa de compra de bonos para elevar la inflación, así como de incrementar el tipo de depósito para elevar la cantidad de dinero en circulación. ¿Cabe ahora la decepción? Martínez Campuzano ve improbable que las decisiones de la reunión frustren expectativas y espera que éstas coticen al alza en las Bolsas. Ayuda, en su opinión, que éstas se hayan mantenido en «stand-by» en los últimos días. En su opinión, la renta variable europea tendría pendiente cotizar a su favor, al menos, la caída que sí ha experimentado el euro descontando las nuevas medidas expansivas de la autoridad monetaria europea. 
También Estefanía Ponte, de BNP Paribas Personal Investors, confía en que las decisiones que tome Draghi van a gustar en el mercado. Por ejemplo, en opinión de Ponte, podría ayudar, por medida novedosa con la que se especula y que ya se aplica en Dinamarca y en Suiza: el establecimiento de dos tipos de depósito, para castigar más a los bancos con mayor nivel de liquidez. 
Victoria Torre, de Self Bank, en cambio, contempla la posibilidad de que el Eurobanco sea al final algo más cauto de lo esperado, que decepcione un poco. No hay que descartar, pues, los riesgos a la baja inherentes a la cita de mediados de la próxima semana. 
Y aunque para Estefanía Ponte, el BCE supondrá un respaldo para la renta variable europea de aquí a final de año, incluso así, hay que tener en cuenta que después, el día 16 de diciembre, vendrá la Reserva Federal norteamericana, con una probable subida de los tipos de interés. En opinión de Ponte, no restará, no cotizará a la baja en los mercados, porque es una medida que ya está descontada. Lo que influirá en las Bolsas, más que el mero movimiento puntual de diciembre, será la expectativa de futuro en cuanto a cómo irán subiendo los tipos de interés. Según la experta de BNP Paribas Personal Investors, si todo va bien, podría hacerlo a un ritmo de un cuarto de punto al trimestre. Y ése sería un ritmo aceptable. Como apunta Victoria Torre, de Self Bank, el mercado se tomaría mal que se anticipara una subida de tipos más vertical. 
Caída y luego recuperación
Pero Nicolás López, de MG Valores, muestra un esquema diferente, una secuencia distinta en los mercados: contempla la posibilidad de una reacción a la baja de la Bolsa tras la reunión del BCE (por eso de comprar con el rumor y vender con la noticia), para reaccionar al alza tras la reunión de la Reserva Federal norteamericana en la que suba los tipos de interés y culminar un final de año al alza y en el entorno de los 10.600 puntos en el caso del Ibex-35. 
Daniel Pingarrón, de IG, comenta que la ecuación formada por un BCE incrementando estímulos y una Fed subiendo los tipos de interés llevará al euro a caer hasta niveles de 1,03-1,02 dólares. Y ello dará impulso al Dax alemán, que es el índice que marca la pauta. En opinión de Pingarrón, si es capaz de superar los 11.000 puntos, el Ibex-35 logrará sobrepasar los 10.600 y llegar a los 11.000. El experto de IG sí apuesta porque el selectivo español alcance los 11.000 puntos tras el «rally» de Navidad. 
Pero entre la reunión de la Fed y la Navidad, aún hay otra cita: el 20 de diciembre son las elecciones en España. De acuerdo con expertos, por ejemplo, de UBP o de Mirabaud, hay dinero que no ha entrado en España, que se ha quedado a la espera de que se resuelva del todo la incertidumbre electoral. Y eso que las últimas encuestas ya no tienen nada que ver con las que hace doce meses daban la posibilidad de la victoria a Podemos. Por eso, el final de año puede ser bueno y los avances se pueden prolongar durante el primer tramo del año 2016, como comentan desde UBP. Pero hay quien se muestra más cauto, incluso aunque el resultado electoral es del gusto del mercado (casi cualquier combinación en la que entren PP, Ciudadanos y PSOE, aunque preferiblemente si pactan los dos primeros). Es el caso, por ejemplo, de Pablo González, de Ábaco Capital, que opina que la Bolsa igual sube un poquito si el resultado es bueno. No prevé tampoco «una torta», salvo si el resultado hace posible un Gobierno de coalición de Podemos y PSOE. De hecho, en opinión de Torre, el riesgo inherente a los comicios está pasando últimamente bastante desapercibido. De hecho, la prima de riesgo entre España está estrechándose en los últimos días. Quizás porque las opciones anti-austeridad han visto reducidas sus expectativas, al tiempo que han crecido las más continuistas. 
Poco efecto electoral
Para Nicolás López, en el caso en que las elecciones den un resultado del que se deduzcan dificultades para formar gobierno, el Ibex-35 podría descolgarse algo de la subida que prevé a partir de la reunión de la Fed. Aunque hay que tener en mente lo que ha ocurrido en Portugal: el traumático cambio de Gobierno no ha llevado consigo una caída de la Bolsa lusa, que lleva en el año una rentabilidad de más del 10%. 
De este modo, González estima que el selectivo cerrará apenas un 3% o un 5% por encima de los niveles actuales. «Si tuviera que apostar, diría que el comportamiento de la Bolsa va a ser estable de aquí a final de año: las acciones de los bancos centrales están ya descontadas y tampoco de las elecciones se van a derivar muchas sorpresas», afirma el experto de Ábaco Capital. 
Quizás le preocupa algo más la cuestión catalana. Y tampoco conviene olvidar las consecuencias que pueda tener, al menos a corto plazo, la posible quiebra de Abengoa, dado que puede castigar a las compañías endeudadas del selectivo, además de a la banca acreedora. 
Todo ello, en opinión de Victoria Torre, le va a hacer difícil al Ibex-35 llegar a los 10.500 puntos. El objetivo, de acuerdo con esta analista, sería que el indicador no perdiera los 10.200 puntos. Cree, en definitiva, que al final se quedará entre esos dos niveles. Y con ello coincide Estefanía Ponte, que ve al Ibex-35 cerrando el año en el entorno de los 10.400 puntos. Y no sólo por las cuestiones apuntadas hasta ahora, también por América Latina: el día 6 hay elecciones en Venezuela, por ejemplo. 
José Luis Martínez Campuzano apunta otra fecha importante: el próximo viernes, se reúne la OPEP. En el caso de que transmita el mensaje de que perseguirá la estabilización de los precios del crudo, cotizará al alza en las Bolsas. 
También habrá que seguir de cerca, aunque quizás no por sus efectos inmediatos, las elecciones regionales que se celebrarán en Francia los dos próximos fines de semana, por los efectos que han podido tener los atentados en el voto a la extrema derecha del Frente Nacional, porque ahí también hay un foco de peligro.

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