sábado, 23 de mayo de 2009

Mario y McCoy, desde el otro lado.

Sigue siendo interesante y eficiente....... claro.

Finanzas y sonrisas: el confidencial.com
Mario Conde - Escrito el 23 de Mayo de 2009

Con esto quiero decir que la clave de un barco se encuentra bajo el agua. En la quilla. Y ahi no viven números ni teorias. La quilla de nuestro navegar son los hombres, no los cuadros. Por eso, McCoy, mas atencion a la sonrisa, que para analistas de cuadros ya se encarga la escuela de El Sistema que salgan como churros (Y como merinos, que diría el otro)

Antes de mi entrada en Banesto conocí a un periodista de El País, palentino de origen, de buena planta, listo, consumidor de algunos de los inevitables tópicos de quienes laboraban en aquella casa, muy herida financieramente-dicen- al día de hoy. Se llamaba Jesus Cacho. Un poco, pero poco, mayor que yo. En edad, me refiero. Y al cabo de unos días, segun él me relató en la visita que hice a sus oficinas, apareció en mi vida, o yo en la suya, que tanto monta, JA Sanchez, que venía directamente de El Diario 16, ya fallecido.

Hoy entre ambos soportan un producto periodistico en internet, un confidencial, que creo que es de lo mas leído en este pais, el nuestro, no el de Cebrián, me refiero. Ellos dicen que tienen dos millones de lectores influyentes. No sabía que eran tantos. Los influyentes, me refiero, porque decir que en este país hay dos millones de lectores de lo que sea -aparte de los deportivos- suena a coña. Aqui no lee casi nadie casi nada. Porque no queda tiempo material, entre los toros, el futbol, el alcohol, la droga, el botellón, los programas del corazón y alguna que otra protesta contra el Sistema envueltos en un progresismo de nuevo cuño, con componentes mítico-solidarios por arriba y palabrería hueca por abajo.

El jueves pasado charlé con ellos en sus oficinas. Bueno, mas que oficinas es un pedazo de casa, como diría Eustaquio, el de la Puebla del Río, solo al alcance de ricos de la construccion o accionistas de burbujas financieras. Y ellos, que yo sepan, ni construyen ni tienen esas aficiones burbujeras, pero si cada hombre es una incognita, dos juntos son un galimatias…

Buena charla. No puedo ocultar mi afecto por ambos. Ni quiero taparlo con palabras de esas que sirven para confeccionar monumentos a la ridiculez. Es viejo mi afecto. Ha fermentado. Demasiados trozos de vida colgados de las perchas de nuestras existencias, de nuestro caminar, para que subsistan sin que se cementen con afecto. Por pequeño que sea. Miedos, egoismos, sustos…Normal. Al cabo de un transcurso vital queda la experiencia como recuerdo y el afecto como vivencia. Lo demás es calderilla del espiritu humano.

Me presentaron a algunos de la redacción. Otros no. Saludé a uno jovencito que dijo en el confidencial, a propósito de mi entrevista en la Noria, la segunda, que yo perdía tiron porque solo llegue a 4.500.000 espectadores a las 12.30 de la noche después de dos horas de entrevista. Si ese varemo se lo aplica a los politicos, no es que no tengan tiron, es que no tienen ni bolso para pegarle el tironazo callejero. Muy delgado lo vi…Pero ya estaba antes de saber que yo iba a verles…

María, por ejemplo, no pudo estar, y hubiera gustado comentar con ella lo de las ayudas los bancos americanos y la nueva unidad “banestos”, como lo fue en el franquismo aquella unidad que llamaban los “suancios”, y es que los extremos -incluso los imaginarioss- se tocan.Conoci a otros, entre ellos a S Mccoy que escribe en este periodico digital sobre el árido mundo financiero bancario. A veces cuando le leo me da la sensación de que tengo que sentarme con papel y lapiz a tomar notas, pero luego cuando le vi, me di cuenta de que eso era un espejismo. Charlamos distendidamente. Nos reimos. McCoy menos porque da la sensación de que está tan ocupado con sus cosas de las finanzas que no le queda tiempo para una sonrisa. Un consejo: las finanzas, bien vistas, son sencillitas. El hombre, bien conocido, es complejo, pero complejo de verdad. Así que, como no hay finanzas sin hombres, y sí que existen hombres sin finanzas, es mejor conocer al hombre que a los balances, a los sentimientos humanos que a los flujos de caja. Lo dicho, McCoy: enseña mas una sonrisa que un estudio de cualquier analista financiero de esos que si lleva apellido extranjero -sin necesidad de ser escocés- parece mas creible que uno que se llame Gutiérrez y tenga una casa colgante en Cuenca, por ejemplo, o un piso en Palencia, que con lo de la despoblacion eso empieza a ser elegante de verdad. Y el palentino a lo mejor aprende mas tomando un café en el bar de su pueblo que un experto en wall street leyendo no se que estupidez escrita en inglés. Por lo menos, lo que los expertos financieros han hecho con este mundo, ya lo sufrimos. Asi que es mejor dejarles el turno a los palentinos, conquenses, lucenses y demás gente de buen vivir.

No estaba previsto el encuentro ni como entrevista ni como nada. Bueno, en realidad yo iba a a ver a los dos de entonces, a los del tiempo, a los de los afectos viejos. Pero aparecieron en una mesa cuadrada, en la que cabe un regimiento de periodistas, financieros, inspectores del Banco de España, analistas de bolsa, fontaneros, peritos agrícolas o expendedores de loterías. Me encanta esta profesión Expendedor de Loterias, no solo por el nombre, mucho mas bonito que product manager, por ejemplo sino, además, porque como no nos toque a este país la lotería creo que….

Bueno pues McCoy se ha arreado un comentario hoy en ese diario. Es joven. Serio. Tiene aspecto de estar preocupado al cien por cien por la inmediata evolucion del mundo financiero, adivinar sus claves secretas, su esoterismo iniciático…. Navega bien por las aguas financieras de la banca. Conoce como se calculan rumbos, las derivas, las estimas, algo de la posición de los astros…Pero, como sabe Jesus Cacho, que es marino, todo eso está bien, pero cuando el viento casi no te deja respirar y las olas, las putas olas que decía Manoliño, el la Fox, en Baiona, miden mas de diez metros, se te olvida la teoría y comienza la humanidad. He visto llorar a profesionales del mar por un mistral de 60 nudos en el golfo de Génova. Y eso que venía de aleta…No se si Jesus los vio. Yo si.

Con esto quiero decir que la clave de un barco se encuentra bajo el agua. En la quilla. Y ahi no viven números ni teorias. La quilla de nuestro navegar son los hombres, no los cuadros. Por eso, McCoy, mas atencion a la sonrisa, que para analistas de cuadros ya se encarga la escuela de El Sistema que salgan como churros (y como merinos, que diría el otro),

Gracias a todos ellos.

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