7,8,9 y.....
Microsoft "se la pega" con Windows 8
Óscar Torres
El último sistema operativo de Microsoft
no termina de dar con la tecla correcta. Un mes después de que Steve
Ballmer presentara en Nueva York el Windows 8, la compañía no deja de
recibir críticas negativas a su última creación. No sólo desde el punto
de vista de la usabilidad, sino también de los ingresos que el nuevo
"software" aportará a la compañía. Hay ciertas dudas sobre la rentabilidad del Windows 8, especialmente con la aceptación que éste pueda tener entre las empresas.
Uno de los primeros en abrir la veda de las críticas fue Chris Whitmore, de Deutsche Bank. "Mientras en ciclos pasados esperábamos que la introducción de un nuevo sistema operativo de Microsoft estimulara un incremento en la demanda de ordenadores, ahora creemos que Windows 8 tendrá un impacto más reducido por varias razones: opiniones mixtas de una confusa interfaz de usuario, una falta de interés empresarial,dificultades de posicionamiento y la sustitución de ordenadores personales por tabletas".
La compañía asegura que ha vendido cuatro millones de actualizaciones de Windows 8 durante los tres primeros días de comercialización del sistema operativo. Y, desde entonces, no se han conocido más datos. El departamento de análisis de JP Morgan muestra cierto escepticismo con lo que ya apuntaba Whitmore, "no creemos que Windows 8 sea un gran evento empresarial, muchas compañías están todavía en el proceso de actualización a Windows 7".
En Microsoft son conscientes de estos problemas y los expertos de JP Morgan señalan que en la arquitectura de Windows 8 han integrado toda una serie de aspectos comunes a Windows 7 para que las empresas puedan utilizar un híbrido entre ambos sistemas. "Aunque esto suena interesante, nos preguntamos si realmente será sencillo y eficaz", declaran los expertos del banco norteamericano.
Mala pata y críticas
Todo cambio de sistema operativo supone una cierta confusión inicial. Pero las críticas que ha recibido Windows 8 van más allá de los típicos problemas de adaptación a una nueva interfaz. El influyente analista tecnológico Jakob Nielsen ha publicado un demoledor artículo en su blog sobre el último sistema operativo de Microsoft. Nielsen destaca la dificultad para encontrar y comprender las nuevas características de Windows 8, así como la baja densidad de información de cada pantalla y un sinfín de problemas. El primer párrafo de su largo artículo termina con una sencilla sentencia sobre el nuevo programa de Microsoft: "Muy malo".
Pero no sólo las críticas han ensombrecido el lanzamiento de este nuevo sistema operativo. Distintas presentaciones oficiales han hecho mella en su imagen pública. La más sonada tuvo lugar durante la presentación de Surface, la tableta con la que Microsoft pretende competir con el iPad de Apple. Sucedió en junio de 2012. Steve Sinofsky, que entonces era presidente de Windows, presentaba la tableta en un acto público celebrado en Los Angeles. Todo fue bien hasta que la tableta se bloqueó. Sinofsky tuvo que cambiar de dispositivo para poder continuar con el acto.
Más recientemente y más cerca, a Windows le han vuelto a salir los colores durante una promoción en el exitoso programa de televisión La Voz. La presentadora Tania Llaseras sufrió ante cinco millones de espectadores un sistema operativo que no reaccionaba a sus órdenes sobre la pantalla táctil. No está claro si el problema se debió al ordenador o a Windows y aunque el programa terminó por funcionar, los segundos de espera se hicieron interminables y la promoción del dispositivo, fallida.
Y así termina el primer mes de Windows 8. El próximo miércoles 28 de noviembre, Microsoft celebrará su junta de accionistas y puede que desvele algún dato más sobre la marcha de las ventas. Analistas e inversores seguirán de cerca esta cita. Aunque, de momento, los mercados no parecen estar del todo satisfechos. Desde el pasado 25 de octubre, los títulos de Microsoft caen cerca de un 3%. Eso sí, hay que reconocer que los expertos que siguen el valor siguen confiando en la capacidad de generación de caja del gigante de Redmond. El 69% de los analistas recomienda comprar.
Uno de los primeros en abrir la veda de las críticas fue Chris Whitmore, de Deutsche Bank. "Mientras en ciclos pasados esperábamos que la introducción de un nuevo sistema operativo de Microsoft estimulara un incremento en la demanda de ordenadores, ahora creemos que Windows 8 tendrá un impacto más reducido por varias razones: opiniones mixtas de una confusa interfaz de usuario, una falta de interés empresarial,dificultades de posicionamiento y la sustitución de ordenadores personales por tabletas".
La compañía asegura que ha vendido cuatro millones de actualizaciones de Windows 8 durante los tres primeros días de comercialización del sistema operativo. Y, desde entonces, no se han conocido más datos. El departamento de análisis de JP Morgan muestra cierto escepticismo con lo que ya apuntaba Whitmore, "no creemos que Windows 8 sea un gran evento empresarial, muchas compañías están todavía en el proceso de actualización a Windows 7".
En Microsoft son conscientes de estos problemas y los expertos de JP Morgan señalan que en la arquitectura de Windows 8 han integrado toda una serie de aspectos comunes a Windows 7 para que las empresas puedan utilizar un híbrido entre ambos sistemas. "Aunque esto suena interesante, nos preguntamos si realmente será sencillo y eficaz", declaran los expertos del banco norteamericano.
Mala pata y críticas
Todo cambio de sistema operativo supone una cierta confusión inicial. Pero las críticas que ha recibido Windows 8 van más allá de los típicos problemas de adaptación a una nueva interfaz. El influyente analista tecnológico Jakob Nielsen ha publicado un demoledor artículo en su blog sobre el último sistema operativo de Microsoft. Nielsen destaca la dificultad para encontrar y comprender las nuevas características de Windows 8, así como la baja densidad de información de cada pantalla y un sinfín de problemas. El primer párrafo de su largo artículo termina con una sencilla sentencia sobre el nuevo programa de Microsoft: "Muy malo".
Pero no sólo las críticas han ensombrecido el lanzamiento de este nuevo sistema operativo. Distintas presentaciones oficiales han hecho mella en su imagen pública. La más sonada tuvo lugar durante la presentación de Surface, la tableta con la que Microsoft pretende competir con el iPad de Apple. Sucedió en junio de 2012. Steve Sinofsky, que entonces era presidente de Windows, presentaba la tableta en un acto público celebrado en Los Angeles. Todo fue bien hasta que la tableta se bloqueó. Sinofsky tuvo que cambiar de dispositivo para poder continuar con el acto.
Más recientemente y más cerca, a Windows le han vuelto a salir los colores durante una promoción en el exitoso programa de televisión La Voz. La presentadora Tania Llaseras sufrió ante cinco millones de espectadores un sistema operativo que no reaccionaba a sus órdenes sobre la pantalla táctil. No está claro si el problema se debió al ordenador o a Windows y aunque el programa terminó por funcionar, los segundos de espera se hicieron interminables y la promoción del dispositivo, fallida.
Y así termina el primer mes de Windows 8. El próximo miércoles 28 de noviembre, Microsoft celebrará su junta de accionistas y puede que desvele algún dato más sobre la marcha de las ventas. Analistas e inversores seguirán de cerca esta cita. Aunque, de momento, los mercados no parecen estar del todo satisfechos. Desde el pasado 25 de octubre, los títulos de Microsoft caen cerca de un 3%. Eso sí, hay que reconocer que los expertos que siguen el valor siguen confiando en la capacidad de generación de caja del gigante de Redmond. El 69% de los analistas recomienda comprar.
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