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Liberbank prevé cubrir la mitad de capital con el 'banco malo' y la venta de activos
Transferirá a la Sareb viviendas y
edificios por 340 millones y baraja obtener 250 millones por la
desinversión de activos. Otros 650 procederán de la incorporación de
socios
28.11.12 - 00:42 -
Liberbank prevé cubrir la mitad de sus necesidades de
capital con el traspaso de activos tóxicos a la Sareb -el 'banco malo'- y
la venta de activos financieros (créditos fallidos...) o
parafinancieros como sus participaciones en el negocio de seguros. El
resto, hasta completar los 1.198 millones de euros de fondos propios que
necesita la entidad, procederán de la incorporación de socios privados.
De acuerdo con el plan de recapitalización presentado por
Liberbank al Banco de España y a las autoridades económicas
internacionales (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo
Monetario Internacional), el grupo financiero liderado por Cajastur
prevé transferir a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes
de la Reestructuración Bancaria) 'activos tóxicos' inmobiliarios por
valor de 340 millones de euros.
Esa aportación reducirá sensiblemente los Activos
Ponderados por Riesgo (APR's) de Liberbank y, por tanto, sus necesidades
de capital. Estos activos -que en el caso del banco de Cajastur
ascendían a 31 de diciembre de 2011 a 27.703 millones de euros-
determinan el capital básico que deben tener los bancos para garantizar
unos niveles mínimos de solvencia.
Además de la entrega de inmuebles adjudicados a la Sareb,
Liberbank prevé obtener otros 250 millones por la venta de activos
financieros y parafinancieros, como su negocio asegurador. Baraja la
venta de un paquete de créditos fallidos, actividades en renta fija y
algunas participaciones empresariales.
Sareb y venta de activos permitirán a Liberbank, según
sus planes, reducir en 590 millones de euros sus necesidades de capital.
El resto, unos 608 millones de euros -hasta totalizar los 1.198
millones identificados por Oliver Wyman en su auditoría- tiene previsto
conseguirlos mediante la incorporación de socios privados.
El objetivo, insisten fuentes de Liberbank, es que el
grupo financiero evite la inyección directa de fondos públicos en su
capital y limite las ayudas estatales a la venta de activos al 'banco
malo'.
La Comisión Europea tiene previsto aprobar el plan de
Liberbank y de otros tres grupos con déficits de capital -Banco Ceiss,
Banco Mare Nostrum y Caja 3- a lo largo del mes de diciembre. Hoy, el
comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, presentará los planes de
reestructuración de las cajas nacionalizadas, que incluirán severas
condiciones como ajustes de plantilla y reducción de tamaño (cierre de
oficinas y venta de negocios).
Liberbank informó ayer a los sindicatos del grupo de las
negociaciones que mantiene con la 'Troika' y el Banco de España sobre
las medidas para cubrir su déficit de capital. Paralelamente, insiste en
aplicar un plan de recorte de gastos laborales con el que prevé ahorros
anuales de entre 80 y 100 millones de euros. Ese plan prevé suspender
de empleo hasta a un 60% de la plantilla entre 2013 y 2015 y reducciones
de jornada y salarios hasta 2016.
Contempla, por ejemplo, suprimir las tardes de los jueves y media hora la jornada laboral diaria, entre otras medidas.
Liberbank insiste en que si no plantea estas medidas, que
van destinadas a elevar la solvencia, garantizar la viabilidad del
grupo y no suponen despidos, Bruselas podría exigir a la entidad
recortes traumáticos como ocurre con las entidades nacionalizadas.
«Queremos ser dueños de nuestro destino y evitar que las condiciones nos
vengan impuestas», señalaron fuentes próximas a Liberbank.
En la reunión, según los sindicatos, los representantes
de Liberbank se limitaron a informar de las líneas generales del
proyecto, sin entrar en detalles ni abordar el plan laboral. Fue, según
Carlos Zapico, de CSICA, una «pérdida de tiempo», una «patochada»,
porque «no se nos puede convocar a un encuentro y hacer 650 kilómetros
para decirnos lo mismo que sabemos por los medios de comunicación».
Para José Ramón Estévez, de la Corriente Sindical de
Izquierdas (CSI), la reunión fue una «hueca ceremonia, vacía de
cualquier propósito informativo ni mucho menos negociador». Añade que la
empresa no aportó ninguna información sobre el plan de recapitalización
ni propuesta alguna «que pudiera ser tomada como punto de partida de un
proceso razonable de negociación con los representantes de los
trabajadores».
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