sábado, 24 de noviembre de 2012

Manualillos de Inversión ( 1 )


Ojíto!



¿Se han vuelto peligrosas las cédulas?





Con el ritmo vertiginoso al que se suceden los acontecimientos en el mundo económico, no extraña que el inversor particular esté cada vez más desconfiado con todo lo que pueda afectar a su dinero. Los estructurados, los fondos inmobiliarios, las preferentes... Recelar de cualquier noticia se ha convertido en práctica habitual y necesaria para el pequeño ahorrador.

En los últimos días, una de sus preocupaciones tiene como protagonistas a las cédulas hipotecarias, uno de los activos de renta fija alabados por su doble garantía. Pero, ante la nueva normativa sobre desahucios y la posibilidad de que cambie la Ley Hipotecaria, surgen las inquietudes: ¿están las cédulas en peligro? ¿Disminuirán sus garantías? Y la cuestión de mayor interés, ¿es una opción de inversión interesante o ha dejado de serlo?
Tranquilidad
En principio, resultan comprensibles las numerosas dudas que están llegando a los departamentos de análisis y a los intermediarios financieros, por el ingente volumen de inversión en cédulas que hay en España. Según datos de AIAF, a cierre de octubre el saldo en circulación de cédulas ascendía a 460.610 millones de euros, un 25 por ciento del cierre de 2011. Son, de hecho, el producto que más volumen de dinero acoge dentro del sector de la renta fija privada, con un 52,53 por ciento del capital (le siguen, a bastante distancia, los bonos de titulización, con un 23,76 por ciento del dinero emitido). Pero, pese a la importante inversión realizada, el primer consejo que quieren trasladar los expertos a los inversores con cédulas hipotecarias de bancos españoles, tanto institucionales como minoristas, es el de tranquilidad. Alberto Matellán, director de estrategia y análisis de Inverseguros, opina que la ley antidesahucios recientemente firmada no afecta a la garantía de los productos. «El número de los desahucios es muy pequeño. En realidad, las hipotecas que pueden verse afectadas son muy reducidas en comparación con el total del mercado», comenta. En su opinión, el mercado de cédulas hipotecarias es sólido en España y especialmente bueno por sus ratios de seguridad.
Estos activos son valores de renta fija emitidos exclusivamente por entidades de crédito, respaldados de modo global por su cartera de préstamos hipotecarios. Por ley, el volumen de cédulas hipotecarias emitidas y no vencidas, no puede superar el 90 por ciento de los capitales no amortizados de todos los créditos hipotecarios de la entidad aptos para servir de cobertura. Son los pagos que realizan los titulares de esas hipotecas con los que se hace frente al pago de los intereses y el principal de las cédulas. Pero, además, el producto ofrece una segunda garantía, la de su emisor. En caso de elevados impagos de la cartera hipotecaria que respalda la cédula, la entidad debe responder con su patrimonio.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, opina también que el impacto real de los cambios anunciados es mínimo en el mercado de cédulas hipotecarias. Aunque ve algunos matices importantes. En opinión de este experto, el mero hecho de que se esté debatiendo este tema puede ser negativo. «No hay que descartar un impacto indirecto en base a expectativas. Si se cambiara la ley hipotecaria y la nueva norma limita que las titulizaciones pudieran ejecutarse en caso de impago sí que podría haber impacto negativo en el mercado», especula. En realidad, para que se llegue al desahucio, una hipoteca tiene que llevar un tiempo en mora. Y no hay que olvidar que lo que afecta a las cédulas es la mora y no los desahucios. «El precio de las cédulas depende de la mora de la cartera de hipotecas que las respalda, teniendo en cuenta todos los parámetros de seguridad de los que hemos hablado muchas veces», comenta Alberto Matellán.
En concreto, las cédulas que sí pueden correr ciertos riesgos son las emitidas por bancos nacionalizados, que cuenten con sendas carteras hipotecarias en mora. Javier Barnuevo, director de renta fija de GVC Gaesco, estima que las emisiones de bancos con problemas de impagos y quitas sí que podrían sufrir en el mercado con caídas en el precio del activo, aunque de momento no ha habido reacción negativa. En todo caso, no espera un efecto negativo generalizado en el sector. «Las cédulas de Santander o BBVA, por hablar sólo de dos bancos sin problemas, no tienen por qué sufrir», estima. Para Matellán, el verdadero riesgo está en que se liquide algún banco. Las cédulas hipotecarias, al igual que el resto de activos de renta fija, no están protegidas por ningún mecanismo ni Fondo de Garantía.
¿Invertir o no?
A los expertos les parece precipitado pensar en cambios negativos que puedan afectar al mercado de cédulas hipotecarias, por lo que las siguen considerando un producto interesante para invertir. A Alberto Matellán le parecen más seguras que los bonos «senior». En este sentido, Javier Barnuevo, director de renta fija de GVC Gaesco, recuerda que las cédulas suelen tener mejores ratings  que los mencionados bonos «senior» (precisamente por su doble garantía, la hipotecaria y la del emisor). En su opinión, en el mercado secundario no se ha notado apenas el impacto de las preocupaciones actuales. De hecho, Barnuevo cree que están caras. «Las cédulas a más corto plazo no dan apenas rentabilidad. Habría que buscar en las multicedentes, pero en estas el riesgo sube», asegura. No obstante, sí que estima que el debate pueden frenar las nuevas emisiones.
José Luis Martínez, por su parte, sitúa a las cédulas hipotecarias en el tercer puesto de su ránking de activos preferidos de renta fija. «Primero invertiría en deuda privada, luego en deuda pública y, en tercer lugar, en cédulas hipotecarias», comenta.

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