lunes, 29 de junio de 2020

Emergencia Cultural...

El sector cultural de Oviedo reclama al Ayuntamiento «más programación» para volver a atraer al público

El Teatro Campoamor, uno de los escenarios clave del sector cultural de la capital asturiana. / ALEX PIÑA
El Teatro Campoamor, uno de los escenarios clave del sector cultural de la capital asturiana. / ALEX PIÑA

Las medidas de seguridad y el distanciamiento social obligan a los colectivos artísticos a reorganizar sus actividades

CECILIA PÉREZOVIEDO.
La crisis sanitaria ha tocado de una u otra forma a todos los sectores económicos, sociales y también culturales. Estos últimos fueron los primeros en sufrir las consecuencias: cierres de teatros, cancelación de exposiciones o conciertos. Ahora, son de los «últimos» en iniciar su particular desescalada en tiempos de incertidumbre.
No hay en el municipio sector cultural que haya salido indemne de las consecuencias económicas producidas por el coronavirus. Los cierres de teatros como el Campoamor o el Filarmónica tres días antes de la entrada en vigor del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, han pasado factura a la actividad cultural planeada. Ahora toca reprogramar otro modo de entender las actividades culturales, marcadas por las medidas de distanciamiento social.
 
Es el caso de la temporada de ópera. La Fundación Ópera Oviedo ya prepara el inicio de la temporada para el próximo 6 de septiembre. Antes, el 17 de agosto, comenzarán los ensayos, con las máximas medidas de seguridad y protocolo. «Todavía no podemos definir un modelo de apertura definitivo, puesto que el protocolo de seguridad de los teatros en esta nueva normalidad puede cambiar bastante de aquí a esa fecha», apuntó Celestino Varela, director general de la Fundación Ópera Oviedo. Varela no descarta que «se amplíen el número de funciones para compensar la limitación del aforo». Pero también habrá litaciones, en este caso afectarán al número de integrantes de las dos orquestas que trabajan en la temporada de Ópera, la Sinfónica del Principado y Oviedo Filarmonía. Destacó que se está «trabajando» conjuntamente con ellas para perfilar cómo ubicar a los músicos con la distancia y seguridad necesarias y cómo afrontar «una más que posible reducción del número de integrantes».
El sector musical ha sido uno de los más golpeados por la crisis sanitaria. «Ha sido una auténtica hecatombe por la propia particularidad de los espectáculos que fueron los primeros afectados y los últimos en recuperar ya no una nueva normalidad, sino la normalidad», apuntó Cosme Marina, director artístico de la Fundación Musical Ciudad de Oviedo.
El Ayuntamiento aprobó el pasado 17 de junio el plan de recuperación económica, social y del empleo tras la crisis sanitaria, un total de 21 millones de euros, de los cuales 650.000 euros irán destinados a la cultura. «Las ayudas son esenciales, sobre todo para la iniciativa privada, pero a partir de ahí hay que trabajar en una acción cultural que haga que el público vuelva a los espectáculos porque ese posible miedo a ir a un teatro o a un concierto solo se soluciona siendo muy garantista con las medidas de seguridad», incidió Marina. La reflexión pasa por reconquistar al espectador. «Aunque el consumo cultural en pantallas aumentó exponencialmente durante el confinamiento hay que tener en cuenta que para el completo disfrute de los espectáculos hay que hacerlo en vivo y en el escenario adecuado».

Incertidumbre

De esa necesidad de público vive la cultura en general y el teatro en particular. Para el director teatral, Etelvino Vázquez, «los milagros no existen», aseguró. La realidad es que reactivar el circuito teatral es «cosa de dos» y ahora «el teatro existe pero lo que no hay es público». A esto hay que sumar la incertidumbre del momento respecto al avance de los rebrotes. La normativa obliga a cumplir medidas de distanciamiento y reducción de aforos en los teatros y al uso de las mascarillas entre el público. «La normativa puede ir cambiando para bien o para mal», reflexionó. El director teatral lucha por quitar la etiqueta de «industria teatral» a su sector. «El teatro es una vocación de servicio público y parte de su futuro pasa por impulsar compañías residentes, es decir, que cada teatro tenga su propia compañía teatral», defendió.
Etelvino Vázquez señaló que destinar 650.000 euros de ayuda a la cultura, por parte del Ayuntamiento, «es poco dinero porque lo que necesitamos es que se programe teatro en Oviedo y en Asturias, que no se nos dé una limosna».
Ánxel Nava es artista visual y miembro del colectivo SOS Cultura. Él y sus compañeros aseguran «echar de menos» una interlocución directa con los responsables culturales municipales. Conocen la partida de 650.000 euros para reactivar el sector pero no a qué o cómo se van a destinar. «Yo no sé cuál es el plan y con quién lo consensuó el Ayuntamiento. Con nosotros, los artistas, no», lamentó Nava. «Estamos en una realidad que nos conduce a la emergencia cultural». Su propuesta para reactivar la situación pasa por «plantear actividades al aire libre y no centrarlo todo en espacios cerrados y ampliar la oferta cultural a todo el municipio, no solo en la ciudad».
Otros sectores, en cambio, han movido ficha en colectivo. La Asociación de Galerías de Oviedo ha impulsado el proyecto Accesible para fomentar la venta de obras de arte a precios asequibles. «Lo que hubo que hacer es adaptarse para mantener las exposiciones porque el arte, está», aseveró la galerista Lucía Dueñas. «Hemos tenido unos porcentajes altos en pérdidas por el parón» y en su caso, ha tenido que reorganizar calendarios. «En agosto solía cerrar quince días, ahora no pienso hacerlo». De hecho, está trabajando en la inauguración de una exposición del artista Benjamin Tous. Con vistas a septiembre trabaja ya en la nueva temporada artística. «El Ayuntamiento nos echará una mano en su difusión y puede que también económicamente». Todo para recuperar el pulso de la cultura en el municipio de Oviedo.

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