Obama acudirá con el báculo global a la reunión del G -20.
Obama acudirá al G-20 dispuesto a impulsar un estímulo global
JOSE LUIS DE HARO/ NUEVA YORK | 7:22 - 10/03/2009
A falta de menos de un mes para la Cumbre del G-20, que se celebrará el próximo 2 de abril en Londres, el gobierno norteamericano ha esbozado ya los planes que propondrá a sus colegas para paliar las consecuencias de la crisis económica mundial. Para su estreno en diplomacia económica internacional el presidente estadounidense, Barack Obama, hará gala de su carisma e intentará convencer a los líderes de todo el mundo para que incrementen su gasto fiscal, su fórmula favorita para estimular la economía.
Sin embargo, el afroamericano podría comenzar a labrar sus primeras rencillas, especialmente con algunos mandatarios europeos. De sobra es concocido que la canciller alemana, Angela Merkel o el presidente galo, Nicolas Sarkozy, tienen intención de acudir a Londres con la agenda muy clara: reescribir la regulación del sistema financiero.
Para estos países, la falta o ausencia de una estricta normativa ha sido el origen de la hecatombe que todavía retumba en las economías de todo el mundo. Es cierto, que Alemania lleva promoviendo desde hace mucho tiempo un endurecimiento de la supervisión para hedge funds o compañía de capital privado.
¿Una respuesta coordinada?
Con este panorama, muchos se preguntan si será posible que los líderes mundiales ofrezcan una respuesta coordinada para evitar un nuevo derrumbe en los mercados financiero. Aún así, algunos países ya podrían haber comenzado a tomar posiciones. China y otros gobierno con programas de estímulo fiscal bastante considerables podrían afianzar las peticiones estadounidenses.
La semana pasada, tanto Obama como el primer ministro británico mostraron sus diferencias de cara al encuentro. El estadounidense explicó que los miembros del G-20 deben dar señales de sus intentos por "estimular la economía de forma coordinada", mientras que Brown dejó claro que "deben acordar los principios del sistema bancario del futuro".
Una regulación extrema
De todas formas, es cierto que Reino Unido coincide con EEUU en determinar que una regulación demasiado extrema podría poner en peligro sus centros financieros. A la espera de conocer que sucederá el próximo 2 de abril, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que Italia celebrará una reunión de líderes del G-20 al finalizar la cumbre del G8 en Cerdeña en julio y que este encuentro se centraría en nuevas normas para el sistema financiero, con lo que todo parece indicar que las propuestas de Francia y Alemania podrían esperar hasta entonces.
En medio de este rifi rafe de opiniones, la Alianza Global de Abogados del Caso Madoff, presidida por el español Javier Cremades, del bufete Cremades & Calvo-Sotelo, presentó una ambiciosa propuesta: la creación de una Corte Financiera Internacional que promueva "la integridad en los mercados financieros". Cremades expresó, durante una rueda de prensa en Nueva York, su intención de que los miembros del G-20 "tengan en cuenta esta propuesta durante su próxima reunión".
Pese a que todavía no se ha presentado la idea a ninguno de los gobiernos del G-20, la Alianza se reunirá con la directora de la Comisión de Mercados y Valores de EEUU, Mary Schapiro, y este martes con miembros del Congreso para analizar las posibilidades del proyecto. De conseguirse el apoyo político necesario, algo poco probable dadas las intenciones de Obama para el próximo encuentro de Abril, el presidente de la Alianza apuntó que el tribunal podría establecerse entre los próximos seis y diez meses.
Supervisión de los bancos que han recibido ayudas
Por otro lado, un nuevo informe del panel de supervisión del Congreso, señaló que el Departamento del Tesoro sigue sin fortalecer la supervisión de los bancos agraciados con ayudas federales.
En un documento filtrado por el Washington Post se señala que las autoridades federales están pasando por alto algunas actividades en la que entidades bancarias como Citigroup (C.NY), JP Morgan o Bank of America (BAC.NY) podrían estar utilizando el dinero del fondo de rescate, valorado en más de 700.000 millones de dólares, para financiar operaciones de entidades financieras en Dubai, India o China.
El congresista demócrata, Dennis J. Kucinich, presidente del subcomité de política domestica del Comité de Gobierno del Congreso explicó al rotativo que "cuando los estadounidenses descubran que sus impuestos se han destinado a invertir y crear puestos de trabajo en el extranjero habrá más de una protesta".
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