sábado, 30 de julio de 2011

Ferrari busca.....

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30.07.2011 Gabriele Cagliani 0

El futuro de los bólidos cuando terminan su vida útil en los circuitos no está en los desguaces, sino en manos de los fanáticos de este deporte.


Cientos de millones de euros de inversión para menos de un año de carreras. La vida en activo de un monoplaza de la Fórmula 1 es, a la vez, breve e intensa. Sin embargo, después de su precoz jubilación, no todo se acaba para los bólidos que compiten en el más importante deporte del motor, al menos, en el caso de los que han formado parte de la escudería Ferrari.

El equipo del Cavallino lleva años vendiendo sus monoplazas que ya han pasado por los circuitos a adinerados coleccionistas procedentes de todo el mundo. “Por lo general, podemos decir que el precio mínimo de un coche de estas características alcanza los 800.000 de euros”, explican desde el departamento de márketing de Ferrari. “Pero hay casos, como algunos de los coches con los que Michael Shumacher ganó el mundial, que se han vendido por importes muy superiores, incluso de 2,8 millones”, matizan.

Sin embargo, la venta del bólido nunca se realiza al acabar las carreras. “Es necesario dejar pasar al menos dos años desde el final del mundial en el que compite un monoplaza para que éste se pueda ceder a terceros”, explican en la escudería. Éste es el tiempo prudencial que la compañía italiana estima necesario para incorporar los adelantos tecnológicos contenidos en un coche de carreras a sus automóviles de calle.

Taller
Como en todo lo que tiene que ver con sus clientes, Ferrari no deja nada al azar. “No se trata sólo de vender un coche, sino de ofrecer al comprador una experiencia continuada de contacto con nosotros y de fidelizarlo”, explican en Ferrari. Por ello, la compañía cuenta con un taller que, además de aportar ligeras modificaciones al monoplaza antes de su venta, lleva a cabo el trabajo de posventa en los años siguientes a la cesión.

“En este centro, trabajan, de forma exclusiva, técnicos con una gran experiencia, que utilizan las herramientas de mantenimiento que se han diseñado en los distintos momentos históricos, en función de las necesidades de cada coche”, explican desde la firma italiana. “El taller se encarga del cuidado de más de 200 monoplazas construidos a partir de 1970”, añaden.

Carreras
Esta iniciativa cobra especial sentido si se tiene en cuenta que la compañía transalpina ha puesto a punto un verdadero programa de carreras para los propietarios de estos bólidos. El objetivo es que los coleccionistas vivan, de la forma más real posible, la experiencia de un auténtico piloto de Fórmula 1. Todo es real: los circuitos, los coches y el equipo de mecánicos que asiste a los acaudalados conductores. Éstos se tienen que preocupar sólo de conducir su monoplaza en pista, “con el asesoramiento técnico del equipo de mecánicos de Ferrari”, explican desde el departamento de márketing del fabricante.

Así, los pilotos gentleman, como los llaman en la compañá, pueden contar, si lo necesitan, con un entrenamiento en circuito previo, incluso, cuando se produce la entrega del monoplaza. “Muchos de ellos no han conducido nunca un coche de carreras y quieren prepararse de la forma adecuada”, explican en Ferrari.
Este año, el programa F1 para Clientes de Ferrari empezó en Abu Dhabi, para luego trasladarse a Estados Unidos. La temporada concluirá en la pista del Mugello, en la Toscana, donde se disputa habitualmente el Moto GP.

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