sábado, 11 de abril de 2015

Asturias Tropical...


La Asturias tropical de 2050

Un estudio impulsado por Equo muestra una región sometida a intensos fenómenos costeros, sequías y nuevas enfermedades
Susana D. Machargo

SUSANA D. MACHARGO

@SMACHARGO
SÁBADO 11 DE ABRIL DE 2015
¿Se imagina una Asturias con noches tropicales, lluvias escasas, aunque torrenciales; y una abundante producción de cítricos, en sustitución de sus huertas y sus plantaciones de faba y maíz? Esa Asturias existe o, al menos, existirá en un horizonte no muy lejano. Solo hace falta que la temperatura media del país subirá entre dos y cuatro grados, algo que según los expertos sucederá en el plazo de 35 años, es decir, antes del 2050. Esto garantiza que muchos de los lectores de este artículo podrán comprobar en primera persona si la traslación al terreno de los estudios científicos sobre cambio climático que ha realizado el geógrafo y climatólogo, Jonathan Gómez, se cumplen. Para entonces deberán estar físicamente preparados. Su cuerpo no solo tendrá que adaptarse al calor, también habrá que prevenir nuevas enfermedades como el dengue o la agudización de las alergias.
El trabajo de Jonathan Gómez explica en lenguaje didáctico los efectos sobre la población del calentamiento global, para que conclusiones que muchas veces se quedan dentro del ámbito científico lleguen al gran público. El estudio, que ha contado con el paraguas de Equo España y Primavera Europea, abarca un ámbito temporal de un siglo, de los que 65 años ya han transcurrido. El cambio climático en Europa: percepción e impactos 1950-2050 demuestra cómo han cambiado las condiciones en estas últimas seis décadas y a qué velocidad de vértigo seguirá evolucionando.
Clima extremo
El autor no detalla el escenario comunidad a comunidad porque asegura que es imposible hablar con esa precisión de geografía política. Pero abre escenarios comunes a todo el país y otros por zonas. Así explica que se producirán olas de calor constantes en toda España, con picos de temperaturas extremas que, si la media se eleva cuatro grados, podrán llegar a ser de hasta 50 grados. Las noches tropicales, aquellas en que los termómetros se niegan a descender por debajo de los 20 grados, se extenderán. Para el norte, la proyección de Jonathan Gómez es que puedan producirse hasta 20 de esas madrugadas al año.
La primera consecuencia directa del incremento de temperaturas se observará en los fenómenos meteorológicos. Lloverá menos, pero habrá tormentas torrenciales, sobre todo en primavera y otoño. Los ecosistemas costeros tendrán que hacer frente a fuertes mareas de tempestad y a fenómenos severos con más frecuencia que en la actualidad. Las zonas del litoral vivirán en alerta ante el incremento de la posibilidad de inundaciones. La subida de la temperatura del mar afectará también a las especies y, por tanto, a la pesca. El estudio hace especial hincapié en casos como el marisco. La proliferación de algas y bacterias tóxicas afectarán a especies como el mejillón.
El calentamiento provocará "una mediterraneización del norte peninsular y una aridificación del sur". En Asturias, será comprobable en árboles caducifolios, como castaños, hayas y robles, que modificarán y alargarán su ciclo. El tipo de cultivo se modificará y las plantaciones de cítricos, por ejemplo, pasarán de la cuenca mediterránea al norte. Otros cultivos, como los viñedos, se darán mejor fuera de nuestras fronteras, en el Reino Unido. La vegetación y la biomasa crecerá muy rápido y los bosques irán disminuyendo. Explica que la producción de madera ha caído un 35% desde los años 60 y que la cifra de hayas podrá disminuir un 50% en 30 años. Esta adaptación del ecosistema y el calor favorecerán los incendios. Del sur podrán llegar restos incluso de oleadas de polvo del Sahara.
Más datos concretos, los recursos hídricos podrán reducirse entre un 10 y un 15% en la cuenca norte y la imagen de los embalses cambiará. La evaporación en pantanos y humedales se intensificará hasta un 25% en la zona cantábrica. La desertización avanzará en menos de 35 años.
Cambia el entorno natural y el animal y también los hombres. Las patologías que afectarán a los españoles y específicamente a los asturianos serán diferentes. En primer lugar, se extenderán y agravarán los procesos alérgicos fruto de esas sequías. Vaticina la aparición de brotes de enfermedades tropicales como el dengue.
Más datos concretos, los recursos hídricos podrán reducirse entre un 10 y un 15% en la cuenca norte y la imagen de los embalses cambiará. La evaporaciónen pantanos y humedales se intensificará hasta un 25% en la zona cantábrica. La desertización avanzará en menos de 35 años.
Cambia el entorno natural y el animal y también los hombres. Las patologías que afectarán a los españoles y específicamente a los asturianos serán diferentes. En primer lugar, se extenderán y agravarán los procesos alérgicos fruto de esas sequías. Vaticina la aparición de brotes de enfermedades tropicales como el dengue.
    

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