Un poco de cara sí que tiene!
Lagarde advierte de la «mediocridad» que conlleva una lenta recuperación
D.Valera
La responsable del FMI alerta de un
crecimiento económico «insuficiente» que no percibe gran parte de la
población afectada por la crisis
Si los últimos cinco años, desde que estallara la
crisis en 2008, la economía ha estado marcada por la recesión de las
principales potencias -véase EE UU y sobre todo la UE- los próximos
ejercicios estarán marcados por un «crecimiento insuficiente» para
que la sociedad sea capaz de percibirlo. Esa es la seria advertencia
que realizó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, durante su
intervención ayer en el 'think tank' Atlantic Council. De hecho, la
máxima responsable del organismo internacional calificó de «nueva
mediocridad» el panorama de una realidad marcada por incrementos
moderados de la economía y alertó del riesgo de que esa situación se
prolongue en el tiempo.
Teniendo en cuenta esas premisas, Lagarde señaló que la recuperación global continúa, entre otras cosas, por el impulso que ha supuesto el abaratamiento del precio del petróleo y también de la consolidación de EE UU y Reino Unido. Sin embargo, Lagarde también explicó que esta recuperación se produce de forma «moderada y desigual». En este sentido, lamentó que en demasiadas partes del mundo esa recuperación no es lo suficientemente fuerte. «En demasiadas partes la gente no la siente lo suficiente», insistió.
En 2014, la economía mundial creció un 3,4% en línea con la media de la última década. Sin embargo, Lagarde reconoció que ese incremento no basta para compensar el impacto negativo que ha tenido en los ciudadanos tantos años de dura crisis. Como solución a este problema la máxima responsable del FMI insistió en la necesidad de afrontar reformas estructurales que permitan retomar la confianza de los inversores. Es más, Lagarde señaló que «en demasiados países estas reformas han sido rezagadas». Un reproche que, sin citarlos, iba dirigido hacia Francia e Italia, cuyos gobiernos se resisten a aplicar las reformas recomendadas por la Comisión Europea.
Elevado paro y deuda
En cualquier caso, Lagarde avanzó que las economías avanzadas se están comportando «ligeramente mejor» que el año pasado en estos primeros meses. Una evolución más positiva muy influenciada por las medidas monetarias y de compras de deuda adoptadas por el BCE. Sin embargo, también señaló los nubarrones que persisten en estos países y que tienen nombre y apellidos: baja inflación, elevada deuda y altas tasas de paro. Para afrontar estos peligros la responsable del FMI pidió a los gobiernos tomar medidas en favor de la demanda. En concreto, apuesta por una política monetaria acomodaticia en la eurozona y por acompasar la política fiscal a la fortaleza de la recuperación sin poner en riesgo la estabilidad presupuestaria.
La mejora de las economías avanzadas contrasta con la ralentización de las emergentes como consecuencia de la caída de los precios de las materias primas, aunque Lagarde también advirtió de serios desequilibrios en países como Rusia o Brasil.
Teniendo en cuenta esas premisas, Lagarde señaló que la recuperación global continúa, entre otras cosas, por el impulso que ha supuesto el abaratamiento del precio del petróleo y también de la consolidación de EE UU y Reino Unido. Sin embargo, Lagarde también explicó que esta recuperación se produce de forma «moderada y desigual». En este sentido, lamentó que en demasiadas partes del mundo esa recuperación no es lo suficientemente fuerte. «En demasiadas partes la gente no la siente lo suficiente», insistió.
En 2014, la economía mundial creció un 3,4% en línea con la media de la última década. Sin embargo, Lagarde reconoció que ese incremento no basta para compensar el impacto negativo que ha tenido en los ciudadanos tantos años de dura crisis. Como solución a este problema la máxima responsable del FMI insistió en la necesidad de afrontar reformas estructurales que permitan retomar la confianza de los inversores. Es más, Lagarde señaló que «en demasiados países estas reformas han sido rezagadas». Un reproche que, sin citarlos, iba dirigido hacia Francia e Italia, cuyos gobiernos se resisten a aplicar las reformas recomendadas por la Comisión Europea.
Elevado paro y deuda
En cualquier caso, Lagarde avanzó que las economías avanzadas se están comportando «ligeramente mejor» que el año pasado en estos primeros meses. Una evolución más positiva muy influenciada por las medidas monetarias y de compras de deuda adoptadas por el BCE. Sin embargo, también señaló los nubarrones que persisten en estos países y que tienen nombre y apellidos: baja inflación, elevada deuda y altas tasas de paro. Para afrontar estos peligros la responsable del FMI pidió a los gobiernos tomar medidas en favor de la demanda. En concreto, apuesta por una política monetaria acomodaticia en la eurozona y por acompasar la política fiscal a la fortaleza de la recuperación sin poner en riesgo la estabilidad presupuestaria.
La mejora de las economías avanzadas contrasta con la ralentización de las emergentes como consecuencia de la caída de los precios de las materias primas, aunque Lagarde también advirtió de serios desequilibrios en países como Rusia o Brasil.
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