sábado, 20 de junio de 2015

El Rivi en su salsa....

Concejal de IU en Oviedo

"Hemos reconquistado el pacto de la FSA con empresarios y políticos del PP que ha durado 24 años"

La política municipal ha puesto a prueba la fortaleza de su corazón. Lo hizo durante la dura etapa de Gabino de Lorenzo en la alcaldía, en los pactos con Caunedo y, sobre todo, el sábado pasado con el giro de guion de Somos al entregar la alcaldía al PSOE y salvar en el último suspiro el tripartito de la izquierda. Es el concejal con más experiencia del actual Ayuntamiento de Oviedo y habla con una contudente seguridad que lo demuestra. 'Rivi' se presenta como la memoria viva de expedientes con más de dos décadas de recorrido que siempre ha esperado "el Gobierno de la gente". No quiere en el tripartito ni más ni menos de lo que a IU le toca por proporción y por dignidad. Consciente de que vive un momento histórico para la ciudad, no tiene en mente sustituir el municipalismo por la política regional o nacional.  
Susana D. Machargo

SUSANA D. MACHARGO

@SMACHARGO
SÁBADO 20 DE JUNIO DE 2015
¿El pleno del sábado, cuando Wenceslao López llegó a la alcaldía, supuso un momento culmen en su dilatada carrera política? ¿Ha sido ese el momento que siempre pondrá como ejemplo?
No creo que haya tenido una carrera política como tal. En realidad, soy producto de la gente. Comencé en 1975 a luchar contra el franquismo. Me afilié al Partido Comunista porque era el único que tenía una fuerza estructurada en la lucha contra la dictadura. Mis compañeros me auparon como sindicalista en la empresa de montaje en la que trabajaba. Dentro del partido me designaron candidato a alcalde y luego portavoz. He vivido siempre en una ola en la que me ha empujado la gente, así que no lo puedo llamar una carrera política al uso. Ha sido una lucha, un combate permanente. En función de miles de personas, soy lo que soy. Lo que sí es cierto es que el sábado viví una página totalmente nueva. Había estado en huelgas de meses, con enfrentamientos con la policía, negociaciones políticas... Viví situaciones de infarto pero nunca nada así. En realidad, todo esto me ha venido bien porque me ha demostrado que tengo un corazón de acero.
Hubo personas que me propusieron que yo fuera alcalde para romper el bloqueo de la FSA
¿Dio por perdido el pacto? ¿Entró en ese pleno pensado que el PP mantendría la alcaldía tras 24 años?
Hasta el sábado por la mañana, seguí enarbolando la antorcha del pacto de la izquierda. Lo había hecho durante toda la campaña. Lo dije a las doce y veinte de la noche de las elecciones. Al ver el equilibrio de fuerzas, ya propuse una reunión para buscar un alcalde de la izquierda. No pensaba que la FSA iba a situar a Gijón como punto de referencia de Oviedo. Pensaba que lo podía hacer con Madrid, Barcelona o Cádiz, pero nunca con Gijón, porque las dinámicas del municipalismo son totalmente diferentes. Ya no hay un discurso global, como el que manteníamos en los años 80, porque nos lo exige la gente. Más de 50.000 ovetenses nos exigían ponernos de acuerdo y echar a la derecha. El sábado por la mañana, sólo pensábamos en salvar la imposición de la FSA, in extremis, con una alcaldía rotatoria. Porque lo importante no era quién iba a ser el alcalde sino qué podríamos realizar. Hubo personas que me llamaron y me dijeron que yo fuera el alcalde para romper el bloqueo de la FSA. Tenía que ser alcalde cualquiera menos Caunedo.
¿Entonces, llegó a proponer al PSOE y a Somos Oviedo su propia candidatura? ¿Se presentó como la alternativa?
Nunca lo hubiera hecho. No llegué a ponerlo sobre la mesa. No era factible con los votos que habíamos sacado. Había que agotar la opción de uno de los otros dos. La propuesta era que la buena fe de la gente siempre tiene que estar por encima de los aparatos. Ante la incomprensión de la decisión de la FSA, había que busca una solución.
Propuso, por tanto, la misma alternativa que su compañero Aurelio Martín en Gijón, la alcaldía rotatoria. ¿Estuvo en contacto con Aurelio Martín durante las negociaciones?
Estuvimos en permanente comunicación. Mucha gente en Gijón no entendía lo que estaba pasando. Sé que Aurelio hizo la propuesta y el PSOE fue el que dijo que no. Porque lo que muchos no han comprendido es que no estamos en tiempos de egos sino en tiempos de nosotros, de la gente. Y los que nos están exigiendo los ciudadanos es anteponer el frente común a los egos. Los éxitos y los fracasos se medirán por la sensibilidad, la inteligencia y la táctica política para empezar con la gestión social.
Si no hubiéramos conseguido un pacto, hubiera sido mi mayor disgusto político en 40 años
¿Oviedo hubiera entendido que no fraguara el pacto de PSOE, IU y Somos?
Sinceramente, si no hubiésemos sacado ese gobierno de coalición hubiera sido el mayor disgusto político en 40 años. Me encuentro muy satisfecho porque el trabajo de soldadores que hicimos, yo que vengo del metal, funcionó. Es una historia que no tiene que volver a repetirse y para que no se repita habrá que contárselo a las nuevas generaciones. Quién sabe si dentro de cuatro, ocho o doce años puede volver a ocurrir y habrá que impedirlo. Tenemos que contarlo como una anécdota para que no se repita.
¿Cómo se puede valorar la decisión de la FSA de dejar Oviedo, un bastión de la derecha que parecía irrecuperable, en manos del PP?
Cuando Gabino de Lorenzo perdió la mayoría absoluta hace cuatro años, en 2011, comencé a hablar de un gobierno de regeneración democrática en Oviedo, cuya alcaldesa tenía que ser Paloma Sainz. Seis concejales del PSOE, más siete de Foro e IU eran suficientes. No se me escuchó. Entendía la FSA que no se podía llegar a acuerdos con Foro, aunque fuese por pura regeneración. Cuando Caunedo se postuló para sustituir a Gabino, un año después, propuse a Alfredo Carreño, entonces portavoz del PSOE, porque Paloma ya había dimitido, un acuerdo en la misma línea. Fue cuando Carreño pronunció aquella famosa frase de "no me presento, porque si me presento me votan y salgo alcalde". Esto había sido una imposición de la FSA, no de los compañeros de Oviedo. Fue un indicio de un claro reparto de solares en Asturias. Tú a Boston y yo a California, como en la película... Me fui dando cuenta de las dificultades que íbamos a tener en estas elecciones. El PSOE, consecuentemente con estas decisiones, no presentó candidato a la alcaldía ni con Gabino, en 2011, ni con Caunedo, en 2012. IU sí lo hizo. Le dije a los compañeros del PSOE, "si vosotros no presentáis candidatura a la alcaldía, nosotros lo hacemos y además tenemos discurso político, el discurso de la izquierda para Oviedo". Porque nosotros, entonces, estábamos atados por un acuerdo regional entre IU y el PSOE para apoyar a la lista más votada. Al retirarse ellos de la escena, yo me presenté. Y pronuncié el mismo discurso que he hecho ahora, cuatro años después, el de la regeneración y el gobierno de la gente.  Eso me costó algún disgusto con compañeros socialistas de Oviedo que no lo entendieron. Pero cuatro años más tarde lo han entendido. No solo se ha conquistado Oviedo, sino que se ha reconquistado un pacto no escrito de la FSA con sectores económicos y políticos del PP que ha durado los últimos 24 años.
Mi acuerdo con Caunedo cambió la geografía de las inversiones en Oviedo, que estaba muy focalizada
Pero usted después pactó con Caunedo en la alcaldía dos presupuestos consecutivos.
Claro que pacté con Caunedo. Pero, qué pacte. Para 2014, el PSOE y nosotros pactamos la congelación de tasas y de impuestos. Y nosotros, en el 2015, volvimos a pactar la congelación. También pactamos los presupuestos de 2014 y de 2015 y conseguimos pasar de 840.000 euros para las becas comedor a dos millones. Pacté cada año unos 15 millones de euros de inversión que obedecían a demandas de asociaciones de vecinos de los barrios, de la zona rural y de colectivos deportivos. Se invirtió en zonas en las que se llevaba 20 años sin gastar un euro. Conseguimos cambiar la geografía de las inversiones, que estaba focalizada en determinadas zonas de Oviedo. Ese acuerdo tenía un consenso social mayoritario entre la población.
Pero tuvieron que hacer un gran esfuerzo para explicarlo a la ciudadanía, porque hubo gente que no lo entendió.
A día de hoy, el pacto presupuestario de PP y PSOE en la Junta está sin explicar
Y es normal. Pero, al final, la gente que no estaba en esa pelea terminó entendiéndolo, porque sabía que era un presupuesto para la gente y, cuando explicas lo que has hecho, se comprende. Sin embargo, a día de hoy, está sin explicar el acuerdo de los presupuestos regionales de 2015 entre el PSOE y el PP en la Junta General. Qué paradoja.  Lo que nosotros hicimos fue un salto cualitativo de otra forma de hacer política. 
¿Es entonces nueva política eso de pactar también con la derecha?
Exactamente. La política es siempre una correlación de fuerzas. El PP perdió la mayoría absoluta y, primero el PSOE y después solo nosotros, le congelamos los impuestos que venían subiendo en los últimos años. El PP pactó con el PSOE en Oviedo los presupuestos de 2011 pero eso pasó desapercibido. En 2012, los pactó con Foro. 2014 y 2015, con Izquierda Unida y se abrió un gran debate en Oviedo, no cuando los pactó con PSOE o Foro sino cuando lo hizo con IU.
La propia derecha acusó al PP de firmar un pacto antinatura en Oviedo¿A qué se debió ese debate público?
A que la propia derecha acusó al Gobierno del PP de haber firmado un pacto antinatura en Oviedo. Pero nosotros hemos llenado la naturaleza de ese pacto con temas sociales e implicando a docenas de asociaciones de vecinos. Creamos el primer plan de empleo, que no existía desde 1979. Diseñamos ordenanzas que ahora están para aprobar, como la que permite a los parados ahorrar en los desplazamientos en autobús mientras buscan trabajo. Este Gobierno que ahora va a comenzar va a coger esas políticas sociales y las va a incorporar e incrementar. Para incrementarlas, no parte de cero. Ya las incrementará desde el 300%. Hubo que explicarlo, pero es normal. Estoy encantado de que en Oviedo se abriese ese debate.
¿Cree que el resultado que logró IU el 24-M es un referendo, en cierta medida, a ese pacto con el PP?
No tengo duda. Previamente, el acuerdo lo refrendaron los militantes y simpatizantes de IU en un referéndum y después la gente nos dio la razón en las elecciones. En la inmensa mayoría de la gente que no está metida en política hubo dos reacciones. La primera de extrañeza y la segunda de simpatía. Porque cuando hay problemas serios, como es el caso de los niños que no podían comer ni una vez al día y extendimos las ayudas a todo el año, las personas de cualquier ideología entienden que políticos de diferente signo se pongan de acuerdo para resolverlos.
No me he sentido utilizado por Caunedo. En ese juego de salón no entro. Yo juego en grandes estadios¿No se sintió utilizado por Caunedo, que trataba de vender una imagen de la nueva forma de hacer política de la derecha y su imagen de hombre conciliador?
Caunedo, como es lógico, jugó sus bazas. Es más, en su programa electoral de 2015, que lo pude leer, incorporó todos los éxitos sociales del pacto. Yo esbocé una leve sonrisa, porque más allá de la táctica que tengas para ti mismo, hay otra cosa más importante. Me gusta decir que "nos encanta que los demás se salgan con la nuestra". Si nosotros tenemos mochila llena de problemas sociales y los tenemos que arreglar con una fuerza muy diferente a la nuestra, qué vamos a hacer. Hay que apoyar su debilidad para cambiar la correlación de fuerzas. No me he sentido utilizado. A ese juego de pequeño salón no entro. Yo juego en grandes estadios. Venimos de muy atrás y vamos muy lejos. Lo que hemos hecho, en realidad, es debilitar a la derecha. Les dijimos, se puede hacer cosas con vosotros y el siguiente paso es sin vosotros. Aquello de que el día que Gabino se marche ya no sale el agua de la ducha... Pues mira, con otra gente se puede hacer más cosas.
¿Entonces el pacto sí le ha pasado factura al PP?
Mucha gente de otro arco ideológico al nuestro empezó a pensar queRivi podía ser alcalde. Pensaron, "este rojo, que anda todo el día tocando los cojones, es capaz de, en una situación de crisis, anteponer los intereses personales para lograr un acuerdo". Ahora empieza a aparecer la posibilidad de ser parte de ese proyecto de cambio.
Tenemos que abrir Oviedo a las empresas que vengan a desarrollar I+D y no a pegar 
pelotazos y llevar el dinero a paraísos fiscales
Llegamos al presente. El PP ya no está en la alcaldía ¿Por dónde comienza ese cambio?
Lo primero que tenemos que hacer es lograr un gobierno municipal con una organización abierta a la gente. Y cuando hablo de la gente hablo de la mayoría social, de las pequeñas y medianas empresas, del comercio y de aquellos que quieren venir a Oviedo a desarrollar el I+D y no a especular, a pegar el pelotazo y después marchar con el dinero a paraísos fiscales. Tenemos que construir un gobierno fuerte y, una vez hecho, debemos ir a la sociedad civil para engarzar gobierno y ciudadanía con vasos comunicantes permanentes. Y con una frase: gobernar obedeciendo. Y para eso necesitamos el esfuerzo de los tres partidos y de miles de personas en Oviedo. Tenemos que quemarnos las cejas. Esto no es solo un cambio de gobierno. Tiene que haber un cambio del modelo de hacer la política.
Viví muchos años en las entrañas del monstruo. Oviedo está empresarializado porque la derecha hizo de las administraciones un negocioEs el concejal con más experiencia de los tres partidos. ¿Qué papel cree que le va a tocar jugar?
El de socializar el conocimiento. Me gusta mucho una frase de José Martí, el poeta cubano, relacionada con Estados Unidos, que yo aplico aquí. Viví muchos años en las entrañas del monstruo y sé cómo es el monstruo. Eso me tiene que servir para que el monstruo se convierta en una administración que se deba a la gente, que las formas de relacionar la función pública con la gente cambien, que la pedagogía no es un arma cargada de futuro sino permanente en el comportamiento de cargos públicos y funcionarios y que estamos pasando momentos muy duros en las administraciones públicas y, sobre todo, en el Ayuntamiento de Oviedo que está empresarializado, porque la derecha hizo de las administraciones un negocio y no una administración para la gente. Acabo de estar con el alcalde ahora. Me preguntó por dos asuntos. Yo le expliqué mi posición y la historia que acarrean ambos procesos. Eran asuntos hace 15 y 20 años. Para tomar decisiones, hoy hay que tener un relato de los hechos porque te puedes equivocar. Eso puedo aportar, para no caer en el mismo error. Voy a estar para quien me lo pida. Primero tengo que formar a dos concejales maravillosos, que son mis compañeros de IU, Cristina Pontón e Iván Álvarez. Esa es la labor que llevo haciendo toda mi vida.
IU solo pide el trozo de dignidad que le corresponde, en la proporción que le correspondeAunque el tripartito aún esté fraguándose, ¿cuál puede ser un buen puesto para IU ¿Qué área podría ser buena para aprovechar todo ese conocimiento de la intrahistoria municipal?
No tengo ni idea. Pero tienen que ser áreas con un peso político importante, el que nos corresponda. Pedimos ese trozo de dignidad que nos corresponde, en la proporción que nos corresponde.
¿Espera una oposición salvaje de Caunedo? ¿Cómo cree que asumirá el PP la oposición tras 24 años de gobierno?
No espero ni una oposición salvaje ni tampoco de cordero. Espero una oposición dura, reivindicativa y espero que sea elegante, como la que hicimos otros durante muchos años. Además, seguro que esa oposición va a venir muy bien al debate político, a la transparencia y a las ideas. Uno de los problemas del PP es que todos los concejales que han pasado por Oviedo o que están ahora nunca han pasado ni cinco minutos por la oposición. Pero, bueno, en algún momento de su vida habrán pensado que eso podría ocurrir. Estoy convencido de que a muchos de ellos les va a venir muy bien y van a aprender muchísimo. 
Wenceslao López va a ser un gran alcalde para OviedoDefina a sus dos socios, a Ana Taboada y Wenceslao López. De ella se ha destacado estos días su generosidad y de él, su buen talente, sin el que el pacto hubiera sido imposible.
A Ana y a Wenceslao les conozco como personas y como cargos públicos. Tienen una gran preocupación por lo público, algo indispensable, y unas ganas enormes, tanto uno como el otro, pese a la diferencia de edad. Me he encontrado con personas que tienen unas ganas tremendas de cambiar las cosas y de interactuar con la gente. Creo que va a haber muy buena química porque coincidimos plenamente. Son dos personas con una formación política e intelectual acorde a las exigencias que tenemos. Con esas bases y con esa química, estamos llamados a hacer cosas importantes. Yo diría que lo mejor es lo que falta por llegar. Estoy convencido de que Wenceslao López va a ser un gran alcalde para Oviedo.
No hemos hablado aún de las prioridades para la ciudad, al margen de los temas sociales. ¿Cuál es su idea para temas cruciales como los terrenos del viejo HUCA o para el acceso a la ciudad desde la autopista Y?
Ciertos capitalistas de tres al cuarto o niñatos que dirigen 
empresas deben saber que tras los trabajadores de Oviedo hay una institución
Oviedo necesita actualizar su urbanismo y su medio ambiente al siglo XXI y no seguir en el siglo XX, como preveía el Plan General, que habla de un Oviedo que no existe ni va a existir. Hay que adaptarlo a la nueva realidad y a las nuevas formas de vida. En ese sentido, es importante que la ciudad tenga un anillo verde de 30 kilómetros de paseo, que cierre todo el casco urbano y que se complete con la humanización de los accesos, en los que se llama Imagina un Bulevar. También hay que recuperar la Fábrica de la Vega, que es recuperar el Oviedo industrial del siglo XXI, porque Oviedo lleva siglo y medio despreciando la actividad fabril. Hay que impulsar los polígonos industriales de Olloniego y Tudela, que no han recibido ninguna atención. Porque lo que interesó fue el negocio de los terrenos y de las naves. Pero después no se potenció la actividad, cuando tenemos dos polígonos en el corazón de Asturias. Tenemos que conseguir con el Principado proyectos educativos, universitarios y sociales para El Cristo. Tenemos que negociar con mucha gente. Tenemos que pedir a Defensa y a la General Dynamics por los 55 despedidos de Trubia. El trabajo es para IU un punto de referencia. No nos pueden hacer daño con el empleo. El Reconquista es un hotel público y es patrimonio histórico no solo por la fachada. También lo es por su gente que lleva 20, 30 y 40 años trabajando ahí. En el diseño de las ciudades, con sus planes generales y sus zonas verdes, no podemos olvidarnos de la gente. Cuando a los trabajadores de Oviedo se les agreda, ahí va a estar su ayuntamiento diciendo: "si agredís a nuestra gente, lo hacéis con nosotros". Ciertos capitalistas de tres al cuarto o niñatos que dirigen estas empresas tienen que saber que detrás de esa gente hay una institución que los apoya y que va a ponerles en problemas a ellos. Esto es un aviso para esos niñatos gerentes, para que sepan sus accionistas de empresas que igual duran 14 días o un mes en una empresa erradicada en Oviedo. ¡No te jode, ya está bien! No podemos dejar a los trabajadores solos frente a la caterva neocapitalista o neofascista.
Si IU y Podemos vamos juntos a las generales, ganamos las elecciones, como hubiera pasado en Oviedo y GijónYa al margen de Oviedo. De cara a las elecciones generales, ¿cómo valora la propuesta de renunciar a las siglas de IU y concurrir con Podemos bajo un mismo paraguas y con una marca conjunta?
Si vamos juntos, ganamos las elecciones generales y el presidente de España saldrá de las candidaturas que, con la fórmula que se quiera, se articule. No me importa la fórmula. Me interesa el resultado final. En esas candidaturas estará el ganador de las elecciones, como hubiera pasado en Oviedo y en Gijón si hubiéramos ido juntos. El debate que hay que abrir ahora no es el nombre o la fórmula sino qué programa y qué gente va a defender eso. Eso es lo más importante.
Pero hay gente que teme que esto sea una condena definitiva para IU. ¿No comparte ese temor?
No temo por mi partido porque mi partido tiene cientos de miles de personas detrás, en los pueblos. Puedo citar ahora el caso del alcalde de Zamora. Fue concejal durante 20 años y, de repente, Zamora despierta del letargo y lo nombra alcalde con más del 30% de los votos. Si en Zamora hemos ganado las elecciones municipales, en España ganamos seguro. Porque la gente nos lo está pidiendo. Ahora hay que ver si vuelven los egos a poner su ombligo por encima de los intereses generales. Yo abogo por un encuentro y por formaciones abiertas no solo a Podemos y a IU sino a todas las mareas que quieren de verdad redactar el Boletín Oficial del Estado.
Rivi colgará las botas sin dar el salto del municipalismo a la política regional o nacional. ¿No tiene ese gusanillo?
Soy un municipalista universal. En mi discurso de investidura, comencé hablando del Fondo Monetario Internacional y del Tratado de Libre Comercio. ¿Por qué? Porque si tú no tienes un conocimiento global y un pensamiento global no vas a poder actuar de forma local. Eso es lo que me pasa. Tenemos que explicar a los vecinos quiénes son los piratas del Fondo Monetario Internacional y quiénes son las multinacionales que a nuestras espaldas están jugando con los servicios públicos europeos. Estoy encantado aquí. Mis dolores de cabeza, mis depresiones, que las tengo, mis zozobras tienen una medicina fantástica, que es verme con la gente. Me reúno con gente y se me pasó todo. Eso no lo puedo hacer en la política regional, tampoco en la nacional y menos en la de Europa, que algún canto de sirena hubo al respecto. Tengo una droga. Soy drogadicto. Lo confieso. Mi droga es la gente.

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