martes, 20 de noviembre de 2012

Manualillos para una crísis ( 1 )


¿Podremos seguir sin rescate en 2013?


M.G.S.
Jaime García-Legaz defendió ayer que evitar el rescate es posible. ¿Quimera o posibilidad real? Será crucial el papel de las agencias de rating, el apetito de los bancos españoles para comprar deuda y las CCAA
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, consideró ayer que España aún puede evitar el rescate, si se mantiene el escenario actual de calma en el mercado de deuda. "Si no se ha pedido el rescate con prima de casi 700 puntos, menos sentido tiene ahora que está en 450", defendió ayer García-Legaz. Sin embargo, no todo el mundo comparte esta lógica. En este sentido, los expertos apuntan que será crucial el papel de las agencias de rating, el apetito de los bancos españoles por la deuda soberana, así como la gestión de las cuentas de las comunidades autónomas.
En realidad, el coste de financiar la de deuda española a diez años no es tan elevado en estos momentos: Se encuentra en torno al 5,8%, más de un punto por encima de la media del 4,7% de los últimos cinco años, pero también bastante por debajo del 7,75% alcanzado en julio pasado. Ahora mismo, los inversores demandan una prima de 453 puntos básicos para financiar a España respecto a la que solicitan para comprar bonos alemanes, una cifra inferior a los 650 alcanzados este verano, en los momentos de máxima tensión. Además, España puede presumir de que ya ha cubierto sus emisiones previstas para este año, sin necesidad de tener que solicitar ayuda a sus socios de la zona euro.
Por eso, los expertos creen que, por mucho que el fondo de rescate ofrezca promesas de financiación más barata, el Gobierno no se lanzará a solicitar el rescate a menos que se produzca una subida de la prima, según Lorenzo Pagani, jefe de la mesa de renta fija soberana de Pimco en Munich. "No creo que haga falta que llegue a los niveles de julio, pero deberá situarse en alguna zona intermedia entre donde está ahora y los picos de este verano", opina este experto.
Un recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana española por debajo del grado de inversión podría acelerar la petición de ayuda, según los expertos, dado que los gestores de fondos que mueven el mercado utilizan este tipo de notas para guiar sus decisiones de inversión. Por el momento, los bonos españoles mantienen el grado de inversión y, como tal, siguen siendo válidos para los índices de Barclays Euro Treasury, Markit iBoxx Euro-Area Benchmark, CitigroupInc.s European Government Bond y World Government Bond, según Bloomberg. Sin embargo, Moodys tiene la deuda española a un paso del bono basura y con perspectiva negativa, por lo que su revisión será crucial para España.
"Parece que estamos en un momento de punto muerto, en el que tanto el Gobierno español como el BCE se sienten cómodos", explica Mark Dowding, gestor de renta fija en BlueBay Asset Management, en declaraciones recogidas por Bloomberg. "No obstante, la administración española es muy consciente de que, si hay una situación que dificultaría enormemente su acceso al mercado, sería una rebaja de la calificación crediticia", apunta Dowding.
El apetito de los bancos españoles por la deuda soberana también será decisivo en este asunto. Los asfixiados bancos españoles poseen el 32% del saldo de deuda viva española, según datos de septiembre, casi el doble de la que poseían a finales de 2011. "Hay un límite a la capacidad de absorción de los bancos españoles", apuntaba en este sentido Gianluca Ziglio, estratega de UBS AG en Londres. "El rescate podría llegar en torno a marzo si se sacia el apetito de los bancos", opina Ziglio.
Asimismo, hay quien cree que los 207.000 millones de papel que el Tesoro tiene previsto colocar en 2013, por encima de los 192.000 millones de este año, es una cuantía muy elevada para un escenario tan complicado como el que se presenta el ejercicio que viene. De esta cuantía, 137.000 millones de euros corresponden a los vencimientos de deuda española, según datos de Bloomberg, comparados con los 19.000 millones de vencimientos que tiene Portugal o los 284.000 de Italia.
Además, las necesidades de apelar al mercado podrían verse aumentadas en función de la gestión financiera de las comunidades autónomas y sus necesidades de liquidez, forzando una petición de ayuda. En 2012, el Gobierno central ha gastado más de 40.000 millones de euros en socorrer a los gobiernos regionales, ante su dificultad de acceder a los mercados de crédito.

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