martes, 4 de febrero de 2014

El Madrid también cuestionado...

Una expulsión que no disimula un problema


cristiano buenoCristiano Ronaldo cayó en la trampa que le tendió Gurpegui y cometió un error de juvenil que se multiplicó por las ganas de Ayza Gámez de ser protagonista de un partido grande en la que va a ser,seguramente, su última temporada en Primera .Comentan los que saben del tema que el valenciano tiene todas las papeletas para ser uno de los colegiados elegidos para descender a Segunda la próxima temporada. Y viendo sus últimas actuaciones bien descendido estará, por cierto.
El futbolista portugués tuvo un error todavía más grave cuando enfiló el túnel de vestuarios con doscientas mil cámaras enfocándole y escenificó su mosqueo con un gesto que va a hacer más grave su sanción. Doble fallo que penaliza a un equipo que parece sentirse huérfano cuando Cristiano no está en el tapete. Los extravagantes cambios de Ancelotti en la parte final del encuentro solo se pueden explicar a través de una especie de ataque de ansiedad que tuvo el italiano al ver que su jugador franquicia, el que casi siempre resuelve los problemas, se tuvo que ir a la ducha antes de tiempo. La reacción amarrategui de Carletto la definió de manera magistral Relaño en la transmisión de la Ser: El gen italiano.
Insisto en que los aficionados madridistas tienen todo el derecho del mundo a  estar mosqueados porque la expulsión es exagerada, pero la reflexión del vestuario-con el entrenador al frente- tiene que ser mucho más profunda porque el Madrid ha sido incapaz de ganar en ninguno de los campos de máxima exigencia en los que ha jugado esta temporada. Camp Nou y San Mamés en liga y Turín en la Champions han sido pruebas de que este equipo no termina de dar el paso definitivo.
Ahora que asoma el tramo decisivo de la temporada, con el Atleti como una moto y el Barcelona atravesando dificultades, es el momento de dar el paso al frente. El momento de apretar el acelerador y disipar las dudas que este equipo deja cuando enfrente tiene un rival de cierta categoría. Con no encajar goles y Cristiano Ronaldo vale para ganar casi todos los partidos pero ahora llegan los choques decisivos en los que hay que jugar bastante mejor al fútbol para que no te saquen los colores.
El ruido que provoca la rigurosa expulsión de CR7 es inevitable pero no puede servir de excusa fácil. El análisis tiene que ser más profundo y empezar desde alguna decisión discutible del entrenador-Di María en el medio chirría- hasta el momento preocupante por el que pasan futbolistas decisivos como Marcelo que en un partido de pierna dura como el de ayer se tiró toda la noche paseando su despiste.

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