Bajo una amenaza seria de lluvia, en una mañana fresca, con apenas diez grados, el Banco Central Europeo (BCE) reúne hoy en Fráncfort a los 130 mayores bancos del Viejo Continente. Los ha convocado en el edificioEurotower, en la sala CII de la planta 36, para darles los detalles de cómo tendrán que comunicar los resultados de los test de estrés que tan inquietos tienen a todas las entidades financieras españolas, especialmente a las de tamaño mediano.
Los responsables del BCE, que desde noviembre también será el supervisor de la banca nacional, quieren exponer con claridad cómo tendrán que difundir los resultados de las pruebas de solvencia a las que se va a someter a la mayoría de las entidades de Europa. No quieren que ocurra como en septiembre de 2009, cuando los resultados de los análisis de Oliver Wymanfueron interpretados posteriormente por cada uno de los afectados de manera totalmente desigual.
El presidente de Banco Popular, Ángel Ron.El presidente de Banco Popular, Ángel Ron.
A todos les sobraba capital, pero la realidad posterior demostró que una gran parte necesitó dinero fresco a la carrera o inyecciones por parte del Estado. El caso más llamativo fue el de Banco Popular, que suspendió con muy mala nota los análisis de la auditora, pero aseguró que había superado con creces los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Dos meses después amplió capital por 2.500 millones.
España ha sido englobada en un grupo con Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Malta y Eslovaquia. La jornada empieza a las 11 horas con la introducción titulada “Supervisión en el BCE”, que será dirigida por Christine Graeff,directora general del comunicación. Después, Jukka Vesala, director general de Micro Prudential Supervisión III y Jill Forde, director del proyecto de Single Supervisory Mechanism, explicarán los hitos principales del plan. La cita la cerrarán Terhi Lambert-Karjalainen, jefe de información de la autoridad finlandesa de información, y Philippe Metz, del BCE, quienes expondrán cómo se van a coordinar todos los bancos centrales de Europa.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los bancos cotizan o han emitidos bonos convertibles, el BCE va a pedir a Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Popular, Bankia, Banco Sabadell, Novagalicia, Kutxabank, Liberbank, IberCaja, Unicaja y Cajamar que se limiten a cumplimentar un comunicado tipo desarrollado desde Fráncfort. Nada de notas de prensa e informes a las autoridades reguladoras de cada país con mensajes que se salgan de la línea oficial y provoquen confusión.
A la reunión tienen que asistir a los directores generales de comunicación ymarketing corporativo de Banco Santander (José Manuel Cendoya), BBVA (Ignacio Moliner), CaixaBank, (Jaume Giró), Bankia (Amalia Blanco) y Popular (Carlos Balado, subdirector general), entre otros. Con la documentación en la mano, estos ejecutivos tendrán que trasladarla a los directores financieros y a los consejeros delegados para saber qué y cómo tendrán que difundir los asset quality rewiew.
¿Aún falta dinero?
Los resultados, calculados con los datos de cierre de 2013, son esperados con ansiedad por cada uno de los bancos y por los inversores, que quieren conocer con detalle y de una vez por todas cuál es la solvencia real del sistema. Especialmente tras el aviso dado la semana pasada por la Autoridad Bancaria Europea, que advirtió sobre los riesgos y vulnerabilidades del sector bancario.
Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles. (EFE)Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles. (EFE)
Según las conclusiones del informe de junio, los ingresos y la rentabilidad de los bancos de la UE continúan enfrentándose a dificultades. La autoridad, que pilotará el análisis de la calidad de activos (AQR) de la banca, considera que el 39% de los activos totales del sector tiene una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) de menos del 4% hasta diciembre de 2013. Esta cifra dificulta captar capital en los mercados. “Este hecho, combinado con el nuevo entorno regulatorio, la modesta perspectiva de crecimiento y un entorno de tipos bajos, presenta un desafío sobre la sostenibilidad de los modelos de negocio de algunos bancos”, concluye.
Para la EBA, el deterioro de la calidad de los activos plantea interrogantes sobre el futuro a corto plazo de los resultados de los bancos. No obstante, reconoce la mejoría de la confianza de los mercados, el proceso de desapalancamiento de las entidades, la reducción de los activos de riesgo, pero apunta: “La calidad de las carteras de crédito de algunos bancos ha seguido disminuyendo y sigue siendo una preocupación”. Con estas palabras, augura duros resultados en los exámenes de la banca.