domingo, 23 de octubre de 2011

Precedentes peligrosos....

La sombra del escándalo de Enron aún se siente

Una década después, parece que EE.UU. no aprendió bien la lección

Por JEAN EAGLESHAM

WSJ's Jean Eaglesham makes a stop on Mean Street to discuss the lasting effects of 2001's Enron scandal. AP Photo.

El principio del fin para Enron Corp. llegó hace una década. Sin embargo, el colosal colapso del gigante energético de Estados Unidos proyecta una larga sombra sobre los esfuerzos del gobierno de ese país para castigar irregularidades durante la crisis financiera.

En octubre de 2001, la compañía de Houston sacudió a los inversionistas con una pérdida enorme. Menos de dos meses después, Enron estaba quebrada, y el escándalo llevó a 42 procesos civiles por parte de reguladores bursátiles y cargos penales contra 33 personas y el auditor de la compañía, según un recuento de la firma de abogados Davis Polk & Wardwell LLP.
[ENRON] Scott Dalton para The Wall Street Journal

Sherron Warkins sonó la alarma sobre las irregularidades en la empresa de energía Enron, donde era una vicepresidenta.

Más de una decena de personas se declararon culpables. El ex director general Jeffrey Skilling, ahora de 57 años, está cumpliendo una sentencia de 24 años en una prisión federal de Colorado tras su condena por fraude en 2006.

Algunas personas que ayudaron a desenredar la telaraña de Enron dicen que los resultados muestran cómo los reguladores y los fiscales están teniendo un desempeño deficiente en su labor de casos vinculados con la actual crisis financiera. Hasta ahora, ningún ejecutivo de alto perfil ha sido enviado a prisión por irregularidades relacionadas a la crisis.

"Simplemente no ha habido el esfuerzo total y concentrado que el Departamento de Justicia montó para encarar la crisis de ahorros y préstamos y la epidemia de fraude corporativo encabezada por Enron, WorldCom y los cientos de casos que vinieron después", dijo Chris Swecker, ex director adjunto de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), quien ahora dirige una firma de consultoría de seguridad en Charlotte, Carolina del Norte.

Phil Angelides, presidente de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera, creada por el Congreso, se queja de que las "lecciones de los escándalos de comienzos de la década de 2000 desaparecieron rápidamente".

Una portavoz del Departamento de Justicia afirmó que es injusto comparar a Enron con compañías involucradas en la crisis actual. "Nuestra respuesta a la reciente crisis financiera ha comprendido investigaciones resueltas y minuciosas —en Wall Street y en todo el país— y seguiremos persiguiendo la conducta delictiva donde sea que la encontremos", añadió la portavoz.

El organismo ha "detenido a cientos de personas responsables penalmente por su conducta durante la crisis financiera", agregó.

Procesos complejos

John Hueston, el fiscal principal en el juicio de Skilling y el ex presidente de la junta de Enron, Kenneth Lay, dice que nadie debería sorprenderse con la demora con que los fiscales federales arman las piezas de sonados casos delictivos.

"Hurgamos hondo para exponer las mentiras y los acuerdos para provecho particular de ejecutivos, y fuimos abriéndonos paso de abajo hacia arriba", agregó Hueston, ahora socio de la firma de abogados Irell & Manella LLP. "Lo que encontramos en el caso de Enron, y no estoy seguro de que la lección esté aprendida, es que no hay atajos fáciles en la preparación de casos que implican circunstancias financieras complejas".

Lay fue condenado pero poco después falleció de un ataque cardiaco. Solamente siete de las 13 personas juzgadas por Enron fueron condenadas, y cuatro de las sentencias fueron revertidas durante procesos de apelación, según la firma de abogados Davis Polk.

Como consecuencia de ello, los resultados generales del gobierno son "mixtos", dijo Linda Thomsen, ex jefa de cumplimiento de normas de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. y ahora socia de la firma Davis Polk.

En marzo, Rex Shelby, ex ejecutivo de Enron, se declaró culpable de un cargo de uso indebido de información privilegiada vinculado a la presunta exageración sobre la filial de telecomunicaciones de Enron en 2000. Shelby, procesado en 2003, fue sentenciado a dos años de libertad condicional. "Su vida fue suspendida durante ocho años", dijo Ed Tomko, abogado de Shelby.

Una herramienta fundamental para las autoridades en persecución de estos casos son los informantes.

Sherron Watkins, de 52 años, era una vicepresidenta de Enron cuando sonó la alarma al interior de la empresa sobre el uso de complejos vehículos no incluidos en el balance general para ocultar cientos de millones de dólares en pérdidas. Watkins les dijo a sus jefes que la empresa podría "implosionar en una ola de escándalos de contabilidad".

Su testimonio sirvió para condenar a Lay y Skilling en 2006. Desde entonces, los reguladores han animado a los empleados a delatar irregularidades en sus empresas.

Una ley aprobada el año pasado en EE.UU. garantiza pagos de recompensas de más de US$100.000 por parte de la SEC. Pero Watkins dice que le preocupa que la agencia tiene problemas de fondos y no está preparada para abordar de manera adecuada advertencias sobre futuros Enrons.

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