miércoles, 23 de mayo de 2012

Mou el vivíllo.....


Huele sangre con victorias más sencillas....El Barca siembra dudas.

El día que el adiós de Guardiola convenció a Mourinho para seguir en el Real Madrid


La noticia 'explotó' este martes a mediodía. Lo hizo por sorpresa. Casi sin avisar. José Mourinho renovaba con el Real Madrid hasta 2016 en lo que él mismo ha calificado como "el reto perfecto". Nadie se lo esperaba. Nadie lo sabía. Club y entrenador mantuvieron en completo secreto un proceso que ha sido fugaz, rápido e impecable.
Apenas siete días necesitaron para cerrar una negociación que comenzó la semana pasada pero que se comenzó a fraguar el 27 de abril. Ése día Guardiola anunciaba oficialmente que dejaba el Barça. Ése día Mourinho comenzó a tener más claro que nunca que era el momento de prolongar su vinculación con el Real Madrid.

Perder y ganar importa

El adiós de Pep ha sido un motivo más para quedarse. Un motivo importante, al igual que fue también una causa de las filtraciones que en 2011 y 2012 nacieron sobre una posible salida del portugués del Bernabéu.
Mourinho es un ganador nato. No quiere perder. No puede perder. En España, en los últimos cuatro años ése verbo ha sido capitalizado por el Barça hasta extremos que parecían imposibles de frenar.
La campaña pasada, sin ir más lejos, el doblete blaugrana (Liga y Champions) invitaba a pensar que la 'dictadura deportiva' de los culés se podría prolongar por mucho tiempo. Fueron los momentos más duros para Mourinho en el Real Madrid. Fue entonces cuando más dudó de si seguir o no en el Bernabéu. No quería seguir en España si eso suponía tener que vivir a la sombra del mejor Barça de la historia.
Florentino lo convenció a base de prerrogativas y más poder. ¿Valdano? A la calle ¿Los fichajes? Cosa exclusiva del portugués. ¿La comunicación del club? A la medida de sus deseos. Todo era poco para conseguir la continuidad de la principal apuesta del presidente blanco en sus años como presidente blanco.

El cambio y las dudas

La tendencia poco a poco comenzó a cambiar. El Real Madrid inició la Liga con energía y el Barça, con dudas. Sin embargo, los primeros enfrentamientos directos reavivaron el fantasma del dominio barcelonista. Casualidad o no, las filtraciones de un posible adiós de Mourinho coincidieron con las derrotas en los Clásicos de Copa y Liga, cuando 'The Special One' volvió a vislumbrar nuevos tropiezos en el largo plazo.
Sin embargo, las aguas se calmaron con el triunfo blanco en el Camp Nou y la eliminación de la Champions del Barça. El Real Madrid, pase lo que pase en la final de Copa, estará por primera vez en mucho tiempo por delante de los culés. Consecuencia: Mourinho y los suyos consiguieron una nueva mejora de contrato que no implicaba más años en el Real Madrid.
Después, la directiva blanca comenzó a rondar al entrenador con una posible renovación, tal y como hace con todos y cada uno de los miembros del equipo a los que le quedan dos años de contrato.

El 'adiós' del 'sí quiero'

Y entonces Pep dijo 'basta'. El adiós de Guardiola abrió la esperanza en el Real Madrid. Buena parte de sus miembros creen que su marcha del Barça no hará más que poner las cosas más fácil para que el dominio blanco se extienda. El cambio de ciclo del que hablaba Cristiano, vaya.
Fue entonces cuando Florentino Pérez y José Ángel Sánchez presentaron la propuesta formal a Mourinho y este comenzó a pensarse que merecía la pena prolongar su contrato. Sin Pep en el banco del mayor enemigo, ganar más y más sería más fácil. Ya saben: a Mourinho no le gusta perder. Sólo habría una condición para iniciar las conversaciones: el final de la Liga. Dicho y hecho.
El campeonato concluyó el domingo 13 de mayo y el lunes 14, tras los festejos oficiales, iniciaron las conversaciones que concluyeron con este acuerdo anunciado ayer. Un acuerdo en el que una despedida, la de Guardiola, facilitó una continuidad, la de Mourinho.

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