martes, 20 de mayo de 2014

Reinhold Egocheaga....


Nuestro Messner particular...un fenómeno!

Egocheaga entra en la historia del alpinismo mundial muy a su pesar

El montañero asturiano corona el Kangchenjunga y holla los 14 ochomiles del planeta
Lunes19 de mayo de 2014
Ángel Falcón
Ángel Falcón
@angelfalcon24
Jorge Egocheaga ha hecho historia en el montañismo asturiano a su pesar. El montañero ovetense coronó el pasado domingo el Kangchenjunga, la tercera cumbre más alta de la tierra y logra así alcanzar las 14 grandes cimas del planeta. Egocheaga hizo cima junto a su pareja en las últimas cordadas, el alpinista zamorano Martín Ramos. Lo hicieron por la vertiente sur y en las condiciones habituales de ambos: en estilo libre y sin rastro de oxígeno artificial. A sus 45 años, Egocheaga, reacio a los focos mediáticos y a los grandes titulares periodísticos, se convierte en uno de escasos montañeros (menos de 40 en todo el mundo) que han hollado los catorce ochomiles.
El montañero ha completado así las grandes cumbres aunque queda para la interpretación si alcanzó el K2. Según el GPS del médico asturiano, Egocheaga se quedó a 14 metros de la cima. “La razón de renunciar fue porque había un planchón de hielo y se movía todo; lo volví a pisar y se volvió a mover, y pasé. Otra gente no lo dice, pero yo digo que no pisé la cima. Pero en la foto la verdad es que parece que estás en la cima. Pero no la pisé y entonces no voy a decir que la pisé. Otra cosa es la interpretación que se dé, si eso para uno es cima o no. Para mí, estar a catorce metros con las condiciones en las que subí pues me parece que sí. Eso lo dejo a la interpretación de cada uno”, declaró hace unos años a Desnivel.

EL MIÉRCOLES INICIAN EL REGRESO

Los dos alpinistas hicieron cumbre el domingo a las 10.00 horas de la mañana, una hora después de que lo consiguiera el veterano Carlos Soria, aunque en este caso con oxígeno. Habían partido el jueves del campo base hacia el campo 2. Allí aguantaron un día por causas meteorológicas. Continuaron el sábado hasta el C3 Y afrontaron el domingo el asalto a la cumbre. Junto a ellos, el finlandés Samuli Mansikka, Soria y su equipo y el italiano Marco Comandona. El miércoles esperan a los porteadores para iniciar el regreso.
"Cansados, pero muy contentos", confirmaba con parquedad la hazaña Martín Ramos en su página web. Los dos montañeros han coronado juntos otras cimas. Se estrenaron como cordada en 2008. Hicieron cumbre en Gasherbrum II y Broad Peak. En 2010 le llegó el turno al Annapurna en 2010 y al Makalu en 2011. Desde entonces no habían tenido éxito en otras expediciones conjuntas. Habían abordado el Kangchejunga (8.586 metros) el año pasado, pero una avalancha les hizo desistir. Egocheaga ya conocía a ese coloso: había formado parte como médico de la expedición de Al filo de lo imposible en 2009. Para Martín Ramos supone el noveno ochomil de su historial.
Alejado del circo mediático que a veces acompaña al alpinismo de élite, Egocheaga ha escapado de los focos gracias a su proverbial discreción y a su afán por pasar desapercibido. Amante de la soledad, del silencio y de un estilo puro de la montaña, sus expediciones están hechas a la medida de su personalidad. Egocheaga entiende el montañismo como un ejemplo de superación personal. Lo importante no es la cumbre, sino el reto de subirla, el esfuerzo y el sacrificio. También la solidaridad que caracteriza a su otra vocación. Sus gestas se extienden a su labor como médico de rescate. El caso de Juanjo Garra es un ejemplo palpable.
Egocheaga es un amante de la soledad, del silencio del estilo puro de montaña 
Su filosofía es sencilla: consiste entre otras cosas en no utilizar sherpas, con todo lo que ello implica. Transporta él mismo todo el material, instala la plataforma, monta la tienda, prepara el agua y la comida. La autogestión fue su primera inclinación; al principio optó por hacer cumbre en soledad, pero en siguientes expediciones rectificó. Primero junto a Iñaki Ochoa de Olza, que falleció en 2008 durante la ascensión al Annapurna. Luego con Joëlle Bupbacher, su pareja, también fallecida en la montaña, en el Makalu en 2011. Ahora su pareja de baile es el zamorano Martín Ramos. Amante de la libertad de acción en la montaña, Egocheaga ha hecho cimas con estilo alpino: sin cuerdas fijas, y casi sin establecer campos de altura. “La verdadera cumbre está cuando regreso al campo base”, suele repetir, apelando a que la cordura y la cautela son armas imprescindibles para un himalayista como él. Hay que tener miedo si se quiere volver de la montaña. 
El Kangchenjunga, el último tesoro que le faltaba a Egocheaga, tiene dos de sus cinco picos en Nepal y los otros tres en India. Su nombre significa en tibetano los cinco tesoros de la nieve. Fue considerada la montaña más alta del mundo hasta 1952.

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