lunes, 24 de noviembre de 2008

China lo deja todo en su sitio.

Los chinitos retoman el control sobre el Yuán.

China recupera el control monetario
Publicado el 24-11-2008 , por José Carlos Díez. Economista jefe de InterMoney
En los últimos años, el dinamismo de la economía china, su superávit por cuenta corriente y la enorme afluencia de inversión extranjera directa alentó las expectativas de apreciación del tipo de cambio y atrajo a muchos inversores financieros que especulaban con la apreciación de la divisa.

El Gobierno chino, consciente de que su modelo de negocio se apoya en las exportaciones, ha tenido miedo a flotar y ha intervenido masivamente en el mercado de divisas, lo cual les ha llevado a acumular reservas de divisas hasta alcanzar cifras desproporcionadas.

La acumulación de reservas ha provocado presiones inflacionistas domésticas, al no esterilizar el Banco de China toda la acumulación de reservas, pero también externas. La política monetaria expansiva china presionaba sobre la demanda de materias primas y ha favorecido la exuberancia irracional del último año del precio de las mismas. Además, las reservas se reinvertían en los países más endeudados, principalmente Estados Unidos, por lo que no es posible explicar la actual crisis financiera sin tener en cuenta este fenómeno.

La economía china ha frenado en seco y las presiones especulativas sobre el yuan han desaparecido en los últimos meses, por lo que el Banco de China ha recuperado el control monetario. A continuación se va a analizar las implicaciones para la economía China y Mundial.


Gráfico 1: tipo de cambio contado y a plazo. Fuente: Bloomberg (20-11-2008)
Digiriendo los excesos residenciales
En el gráfico 1 se puede observar cómo a principios de 2008 el tipo de cambio a plazo anticipaba un cambio de contado, a final de año, próximo a 6,25 yuanes por dólar. La realidad es que acabará próximo a 6,8 y el tipo a plazo ha pasado a descontar una ligera depreciación en 2009.

El Banco de China ha optado por frenar las presiones depreciatarorias y estabilizar el tipo de cambio, por lo que, al igual que en la crisis asiática de 1997, China hace una gran aportación a la estabilidad cambiaria global y evita depreciaciones competitivas en cadena de sus competidores que podrían derivar en los mismos problemas que sufrió la economía mundial en los años 30 y que llevaron al colapso del comercio y del sistema monetario mundial.

No obstante, la prioridad de los chinos siempre ha sido su mercado interno, especialmente mantener un crecimiento superior al 7% del PIB, con el fin de poder absorber en las zonas urbanas las oleadas migratorias que vienen del campo, donde siguen viviendo 800 millones de personas, la mayoría aún en la pobreza extrema.


Gráfico 2: saldo por cuenta corriente y reservas oficiales Fuente: FMI y Bloomberg (20-11-2008)
En el gráfico 2 se observa cómo la variación de reservas oficiales supera al saldo de la balanza por cuenta corriente en la mayoría de los años. El mito es que China no se vería afectada por la crisis financiera internacional al ser un país con superávit por cuenta corriente y excedentario de liquidez, pero la realidad es que el Gobierno, a través del banco central, se apropia de todo el exceso de ahorro del país.

Un banco público chino ha quebrado y la economía ha frenado en seco por el desplome del comercio internacional, pero también por los problemas de liquidez de las pymes y del sector promotor. Para evitar una contracción crediticia, el Banco de China debe cambiar la composición de balance, reduciendo su elevado stock de reservas y aumentando el crédito interno. El Ministerio de Economía sigue fijando la cantidad de crédito para cada sector y los tipos de interés del mismo, por lo que el cambio no será muy complicado. Bastará con que China no renueve los vencimientos de los activos de renta fija de su cartera de reservas que vayan venciendo y aproveche para aumentar la cantidad de crédito a los sectores más afectados por la crisis.

Conclusiones
Los chinos han recuperado el control y pueden llevar a cabo una política monetaria expansiva para mantener el crecimiento por encima del 7%. A esto debemos sumar el paquete fiscal de 600.000 millones de dólares y los planes de recapitalización que necesitará para evitar la quiebra de varias entidades que tenían morosidades declaradas superiores al 15% y evitar una crisis bancaria que les impide crecer, al menos, al 7%. China ha aumentado significativamente su peso en la econo-mía mundial, por lo que si sus políticas tienen éxito, el crecimiento chino pondrá un suelo a la recesión mundial y ayudará a aliviar los efectos de la crisis financiera.

El problema es que los países que se financiaban de China tendrán más problemas para mantener sus déficits por cuenta corriente, especialmente Estados Unidos, aunque los manidos desequilibrios globales están revertiendo a una velocidad de vértigo.

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