sábado, 20 de diciembre de 2008

Manualillos para el consumidor.

Estamos casi en depresión, y con ella, aparece el valor 0 en nuestros dineritos, cautela por favor.


¿Dinero gratis? Trampa de liquidez y pistas 2009

Los mercados y la economía en general están sumidos en una trampa perversa que impide detener el círculo vicioso del desapalancamiento, muy a pesar de los esfuerzos de las autoridades.

De momento, no importa el nivel de tipos ni la cantidad de liquidez que se inyecte al mercado, ésta será utilizada, como estamos viendo, para pagar los platos rotos del anterior ciclo y no para crear las bases de un nuevo ciclo alcista.

Las autoridades inyectan dinero en el sistema, cierto, pero queda dentro de un circuito cerrado bancario, para casi exclusivamente “prestar” de vuelta a la FED y al Tesoro americano, incluso gratis (las subastas de letras del Tesoro se están cubriendo al 0% de interés, insólito). La falta de respuesta del mercado fuerza a las autoridades a lanzar planes de rescate tan numerosos y abultados en cuantía. Hoy los gobiernos son entes haciendo las veces de banco tradicional, ofreciendo dinero y avales directamente al mercado, sin mayoristas.

Las bajadas de tipos masivas y extendidas por los bancos centrales alrededor del mundo, son incapaces de mitigar el proceso. El margen de actuación en materia de tipos está agotado, según perogrullada manifestada por el presidente de la FED, Bernanke: "The scope for using conventional interest rate policies to support the economy is obviously limited.". Se agradece la aclaración.

El crecimiento económico de los últimos años ha sido cimentado sobre una frágil base de endeudamiento masivo, me refiero a los últimos 20 años. Estas deudas, potenciadas n veces con la ingeniería financiera creada “ad hoc” por algunos genios y acreditada por otros como Greenspan, es lo que están tratando de “desapalancar”.

DEUDA TOTAL EN CREDITO AL CONSUMO




El gráfico incluye datos de deudas con bancos (tarjetas, créditos para el coche, la nevera, estudios, etc...). La deuda total, hipotecas incluidas, supone un escalofriante 117% de la renta cuando en 1950 era de sólo el 47%.

Los bancos observan atónitos a uno de cada diez americanos hipotecados fallando al menos en el pago de una cuota (muchos ya se encuentran en proceso de ejecución) y esperan entonces mayores perdidas en sus cuentas base. Lo peor, la ingeniería financiera esta vez aporta enormes pérdidas a sus posiciones de derivados..

Esos volúmenes de deuda acumulada y hoy dispersa por economías y mercados recibirían como agua de mayo un aumento de la inflación, con el fin de reducir el impacto real de sus cargas. Sería deseable que los bancos centrales fueran capaces de promover repuntes de inflación, de hecho ya lo están haciendo, el problema es que cuando las fuerzas del mercado han tomado la inercia que ya muestran, el poder de las políticas y de los gobernantes es insuficiente para detenerlas.

Actualmente, los bancos centrales pueden permitirse situar los tipos en niveles marginales, casi cero %, gracias a la generalizada y brusca bajada de precios –inflación- experimentada en los últimos meses. Los precios del petróleo han caído un 70% desde sus máximos, el maíz un 59%, soja un 52%, cobre 65%, nickel 88, las bolsas un 50%, el mercado inmobiliario entre el 15 y el 50% y el IPC USA muestra los peores registros desde la deflación de los años 30.

Los bancos centrales muestran impotencia ante la inexistente efectividad de sus políticas de tipos, ¡en estas circunstancias nadie se endeuda por el mero hecho de que se lo regalen!. Afortunadamente, las autoridades también disponen de la opción del aumento desmedido de la oferta de dinero (quantitative easing), en la esperanza de traducir ese aumento de liquidez en eventuales ascensos de consumo, inversión, crecimiento y también más inflación.

La trampa de la liquidez se exhibe a través del circuito cerrado de los gobiernos inyectando dinero -de los contribuyentes- para luego ser atesorado en los confines de las instituciones financieras y devuelto parcialmente a las cuentas de la FED y el Tesoro. Por tanto, a efectos prácticos no existe tal incremento de la oferta monetaria y el impacto en la economía real es mínimo. No obstante, los efectos de las políticas monetarias suelen aparecer meses después de su aplicación, eso esperamos.

Sumado a la falta de dinero en el sistema, la psicología de los agentes económicos afecta enormemente en economía. El optimismo, incremento de deuda, inversión y en definitiva el crecimiento del ciclo precedente, se han convertido en incertidumbre, paro, prudencia y tendencia al ahorro, que afectará negativamente al consumo y al crecimiento.

TASA DE AHORRO USA.




El proceso de ajuste de deuda o desapalancamiento provoca una espiral de ventas que suele contagiar a la economía real y conducir a la deflación, como está ocurriendo. La deflación invita a los consumidores a aplazar las compras, esperando conseguir precios más baratos. El mercado inmobiliario es un claro ejemplo. Un entorno deflacionista produce exceso de oferta y de capacidad instalada que ocasiona a su vez una reducción de precios adicional.

Los bancos deben limpiar sus balances, recobrar confianza y transmitirla con hechos –dinero- al sistema para generar expectativas positivas que permitan frenar en seco la espiral de aplazar compras para ahorrar. Sus balances están todavía muy contaminados y el fin de la corrección económica y financiera depende en gran medida de su aseo, para lo que es imprescindible contener la tasa de morosidad y la caída del precio de la vivienda.

El precio de la vivienda ha caído significativamente en el último año, cerca del 20% en media nacional. Factores como la restricción del crédito, la psicología de ahorrar sólo aplazando las compras y el exceso de oferta (cerca del 40% de las viviendas que salen en oferta al mercado provienen de ejecuciones) provocarán descensos adicionales en los precios durante el próximo año.

La consigna para el año 2.009 es de máxima precaución. Este año 2.008 se ha caracterizado por el contagio de los problemas financieros a la economía real, y de qué manera!, tanto que en adelante, probablemente sea a la inversa. La evolución de datos macro y de beneficios empresariales puede arrastrar a los mercados de acciones a la baja durante el próximo año. Numerosas quiebras pendientes minarán la confianza de los inversores.

Esperamos un retroceso del mercado, un test de los mínimos de noviembre, que será satisfactorio en algunos mercados pero otros sucumbirán y perderán esos niveles de manera significativa. El mercado español no es a día de hoy el mejor preparado para aguantar la próxima embestida.

Existen, sin embargo, multitud de opciones de inversión con capacidad para aprovechar el entorno actual y esperado de mercados. Asimismo, bajo el supuesto anterior de visita a mínimos, esperamos que el péndulo de las valoraciones empuje irracionalmente al mercado a registrar una infravaloración general, que asciendan aún más las rentabilidades por dividendo y surjan más oportunidades históricas de inversión.

Por cierto, el dinero nunca es gratis. Los tipos están al cero porque la banca se beneficia de un diferencial amplio entre los tipos del dinero tomado y prestado, así como de las inyecciones de los gobiernos. La banca se beneficia de los rescates, avales y normativa. Pero no sólo la banca, en segundo término también se beneficiarán las familias, empresas y la economía en su conjunto. Si la banca quebrara, se griparía el mecanismo de transmisión y engrase del sistema económico... y el problema es que no tenemos repuesto.
Los tipos al consumo seguirán siendo positivos y con el escenario de morosidad actual, incluso demasiado positivos para quienes más lo necesitan.

Mañana mercados!

Atentamente,

Sugerencias analisis@mundivia.es

Antonio Iruzubieta.
CEFA. Certified European Financial Analyst.

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