viernes, 18 de septiembre de 2009

Notitas de la red.

Interesante el art. de Mc Coy en el Confidencial.-


¿Es posible un colapso total de Internet?

Internet, Alan Cane, hackers

@S. McCoy - 18/09/2009

Hoy me voy a meter donde no me llaman por lo que las posibilidades de salir escaldado se multiplican exponencialmente. Les digo la verdad: mi intención es más aprender de sus comentarios que enseñar con mi contenido. ¿De qué va el tema? Veamos. Una de las piezas más interesantes de la prensa económica de ayer lo recogía el FT en su cuadernillo Digital Business, dentro de la separata correspondiente a Empresas y Mercados. Nada más verla me di cuenta que se la tenía que acercar a todos ustedes. Su título: Internet Crash, could it really happen? Abajo firmante: Alan Cane.
Internet, sin ninguna duda, ha supuesto un cambio de paradigma, una nueva configuración de la sociedad que deja así de reconocerse en su estado anterior. Ocurrió en su momento con el fuego, la rueda, el vapor, la electricidad por poner sólo unos ejemplos. Una revolución en el modo de hacer y de relacionarse. Sin él, probablemente, el proceso de globalización habría sido más lento y las ganancias de productividad menores (con la asignatura pendiente aún de la adecuada gestión de la información). La desarrollo paralelo de las comunicaciones móviles ha contribuido al proceso.
Aunque una parte sustancial de la población mundial vive ajena al fenómeno de la red de redes, en el mundo desarrollado está tan arraigado que se ha convertido en parte esencial de nuestras vidas, una especie de sistema nervioso central de la economía y la sociedad. Llegamos de este modo al meollo de la cuestión, que es el que plantea el periodista de Financial Times: ¿hasta qué punto no es vulnerable Internet?, ¿qué posibilidades reales hay de un colapso de la Red?
El relato de un día sin Internet que incluye el diario británico en el encabezamiento de la página es realmente revelador del impacto que una situación de ese tipo tendría para la vida cotidiana de millones de ciudadanos alrededor del Planeta. La respuesta a las preguntas que el autor formula tiene, por tanto, mucho más calado de lo que podría parecer a primera instancia. Y la conclusión es un esperanzador: es posible pero poco probable. Gracias a Dios.
Cosas que servidor ha aprendido leyendo el análisis (si bien he de confesar que he caído parcialmente en manos de la Wikipedia y su explicación del Modelo OSI ante la proliferación de tecnicismos.
1. El Modelo Actual de Internet, Open Systems Interconnection u OSI, se construye en siete capas, de las que la primera y la última son las más vulnerables.
2. Así, en la base del esquema se encuentra el nivel físico que hace referencia al medio y la forma a través de los cuales la información se transmite. Obviamente tanto si es terrestre como aéreo está sujeto a ataques y a accidentes, como el que ocurriera el año pasado en la costa de Egipto. Es precisamente la interconexión de la Red, que permite la habilitación de rutas alternativas, la que limita el potencial impacto de una amenaza de este tipo.
3. Parece que el riesgo principal se encuentra en el techo de la estructura, en los 13 servidores que contienen esos DNS que administran la Red celosamente custodiados a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Se tratan del elemento más vulnerable que ya en 2001 sufrió un ataque masivo de carácter intrusivo, que se repitió en 2007.
Si el riesgo de que la Red en su conjunto se quede inhábil como consecuencia de un evento natural o intencionado es muy reducido a día de hoy, no ocurre lo mismo, como de todos es conocido, con las redes de compañías individuales e incluso de países. Aún está reciente el ataque que sufriera Estonia hace un par de años, aparentemente a manos de hackers rusos. Estuvo a punto de paralizarse.
Llega así Cane a una cuestión clave, que debería ser objeto de reflexión individual y colectiva: ¿cuál es el umbral de continuidad de la actividad económica de una empresa/nación sin Internet? Para tres de cada cuatro PYMES inglesas apenas 24 horas. Un dato a tener en cuenta. ¿Es posible establecer contingencias para el caso de que el fenómeno se dé y se prolongue en el tiempo? Una incertidumbre, probablemente, extrapolable a todo el universo de las comunicaciones, más allá de la Red, o de la energía que se han convertido en bienes de primera necesidad y, por tanto, susceptibles de provocar movimientos sociales de protesta. ¿Ocurrirían?
No tengo las respuestas aunque sí las intuiciones. Espero ávido sus comentarios. Papel de Internet, dependencia, contribución a la productividad, vulnerabilidad, futuro… Hoy más que un poner un post, abrimos un foro. Yo, lo reconozco, soy lego 100% en la materia. Y es que ya se sabe: en casa del herrero…
Ya es Viernes.
Esta semana no hay Alimento para el Alma. Con los tres mayores de vuelta al cole y los dos pequeños malos, los días y las noches en Chez McCoy han dado pocos momentos de relajación que invitaran a la lectura. Por no decir ninguno.
Sin embargo, los mediodías han sido extraordinariamente pródigos en reencuentros como con las Ensaladillas, excepcionales ambas, de La Máquina y Casa Tere o los clásicos de Sushi 99.
Buena relación calidad-precio en El Plató de Intereconomía, local que padece un problema de insonorización preocupante: el Pulpo es realmente rico y los Huevos Asados con espuma de Patata y Chistorra también pasan el corte con creces. Ambiente de fieles al Gato al Agua llegados de todas partes de España. Al menos por la noche.
El descubrimiento gastronómico de la semana, sin duda, Gerruca en Llaos, al lado de la playa de Oyambre en Cantabria, cerca de San Vicente de la Barquera. Sencillamente espectacular de principio a fin: Rabas insuperables; Percebes autóctonos deliciosos; una Cigala a la Plancha como en la vida; mejor paradójicamente la Lubina que el Besugo a la Brasa, pescados ambos a los que, para algunos, les puede faltar un pelín más de exposición al fuego; y una Tarta de Queso con Arándanos de postre casera de verdad. Mi mujer y yo nos pusimos en manos de César, el dueño, y fue un festín a 50 euros cada uno con media de Albariño de por medio. De cine. Visita imprescindible para los golfistas que paran por la zona, turistas ocasionales y residentes del lugar.

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