viernes, 20 de noviembre de 2009

El nacionalismo económico.....

Abre nuevas trincheras.....ojíto!

Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa desaparecerán como tales y compartirán una sola sede

@Antonio Fernández (Barcelona) - 20/11/2009 10:16h

Cada maestrillo tiene su librillo. Y las cajas catalanas inmersas en la gran fusión que tendrá como consecuencia la cuarta entidad de ahorro de España lo tienen muy claro a la hora de abordar este proceso: las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa desaparecerán como tales y nacerá una nueva institución con una única sede en Barcelona, donde compartirán cuadro de mando y nombre. Adolf Todó, director general de Caixa Catalunya, pilotará la nueva caja, auxiliado por Jaume Masana y por Feliu Formosa. En el nuevo organigrama tendrá un peso específico el equipo técnico de Caixa Manresa, la más pequeña de las entidades fusionadas, ya que, según varias fuentes consultadas por El Confidencial, “es el equipo más eficaz que existe”. De hecho, este equipo, que encabeza Formosa, comenzó a formarse bajo la batuta de Todó, que antes había sido director general de Caixa Manresa, con lo que la puesta en marcha puede ser relativamente fácil. Además, el propio Masana, que es director general adjunto de Caixa Catalunya, también había sido director general adjunto de Caixa Manresa. Todo queda, pues, en familia.


Las otras cajas inmersas en otra fusión paralela (Sabadell, Terrassa, Manlleu y Girona) tendrán cuatro sedes operativas, turnarán a directivos de las entidades en la presidencia y funcionarán en sus respectivos territorios bajo la marca tradicional de cada una. Por contra, Catalunya, Tarragona y Manresa desaparecerán como marca y serán sustituidas por la nueva entidad. “El modelo de las otras cajas no es nuestro modelo -subrayan fuentes de estas últimas a El Confidencial-. Queremos funcionar solamente con un eje, un plan estratégico y un equipo directivo único”. En este sentido, Adolf Todó acaparará todo el control y dispondrá de hombres de confianza en los cargos intermedios. Para ello, el equipo que formó en Manresa le será de una gran ayuda.


Catalunya, Tarragona y Manresa se encuentran ahora mismo negociando el plan de futuro y su primera preocupación es negociar la reestructuración de oficinas y de personal. El próximo lunes, se sentarán con los sindicatos para tratar de llegar a un acuerdo sobre las bajas de empleados que han de producirse. De momento, la dirección de las entidades ha puesto sobre la mesa el número de 1.800 trabajadores y 500 oficinas que sobran, aunque ésta es una “propuesta de máximos”, conforme avanzó este diario.



Las respectivas direcciones, no obstante, confían en que las prejubilaciones cubran alrededor de 1.400 o 1.450 de estas bajas. “Hace muchos años que no hay prejubilaciones en el sector y las condiciones que ofrecemos son muy atractivas”, señalan fuentes de la dirección de las cajas. Para completar el cupo de personal sobrante, ofrecen también bajas incentivadas donde los trabajadores pueden escoger entre tres opciones.


Tres opciones para empezar de nuevo


La primera es percibir durante tres años el 90% del sueldo neto mensual. En ese periodo, puede buscar otra salida profesional. La segunda consiste en percibir dos anualidades del salario bruto para iniciar un proyecto profesional por su cuenta: Y la tercera, pactar la suspensión temporal del contrato por cuatro años percibiendo el 25% del salario bruto. A los cuatro años, cuando la crisis haya pasado, se puede reincoporar a la entidad. “Nos parece razonable una propuesta de estas características. Partimos de la base de que es necesaria una redimensión y nos veremos abocados a cerrar oficinas. Que sean las 500 que se han puesto sobre la mesa o menos ya dependerá de cómo vayan las negociaciones, pero lo que queremos es que, tras la fusión, comience a funcionar una entidad fuerte, solvente y rentable con la paz social garantizada”, señala otra fuente consultada.


Según un directivo de una de las cajas, “Miguel Ángel Fernández Ordóñez ya dijo bien claro que sobran oficinas en el sector y nosotros no nos vamos a salir de la norma”. Y otro añade que “es totalmente necesario cerrar las oficinas menos rentables, porque en los tiempos de alegrías económicas, del 2004 al 2007, se abrieron muchas que no eran necesarias”.


Precisamente, los sindicatos reprochan al proyecto de fusión que pretenda despedir a un grupo de empleados que suman casi tantos como Caixa Tarragona y Caixa Manresa juntas. O que quiera cerrar 500 oficinas, más de las que tienen estas dos entidades. Desde la dirección, ésa no es la cuestión. ”El ser grande no implica tamaño, sino que hay que tener en cuenta la rentabilidad y la solvencia”, señala una fuente de Caixa Catalunya. Y otra fuente de Caixa Manresa añade que “el recorte del 20% de personal y el 30% de oficinas es solamente anecdótico. Lo más importante es hacer una entidad con músculo, rentable y solvente. Es preciso reestructurar la entidad y garantizar que los trabajadores que se queden tengan unas buenas condiciones y se sientan inmersos en el proyecto, que le vean futuro”.

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