domingo, 28 de marzo de 2010

Volver a empezar....

Los Montes de Piedad, recurso económico antiguo y de......ahora mismo.


Aumentan los préstamos pignoraticios
La vuelta a los Montes de Piedad
Publicado el 27-03-2010 , por Agustín Monzón

La disminución del flujo del crédito bancario, desde el estallido de la crisis, ha llevado a cada vez más gente a buscar alternativas. La actividad de los Montes de Piedad de las cajas de ahorros españolas ha experimentado un notable repunte ante las apremiantes necesidades de financiación de las familias.

A cierre del tercer trimestre de 2009, los Montes de Piedad tenían concedidos 437.262 préstamos, un 7,9% más que un año antes, por un valor de 223,24 millones de euros, con un incremento del 13,2%, según datos de la CECA. Esto supone que el número de créditos aprobados por los Montes ha alcanzado cifras no registradas desde 1988, mientras que el saldo de estos créditos iría camino de marcar un nuevo récord, por tercer año consecutivo, desde que se comenzaran a registrar estos datos en 1961.

Crédito prendario
Los veinticinco Montes de Piedad de las cajas de ahorros españolas son herederos de una tradición centenaria, basada en el crédito prendario. Éste consiste en la concesión de un préstamo en función de la prenda que el solicitante deja como garantía, joyas normalmente. Estos créditos suponen, por norma general, entre un 50% y un 70% del valor de tasación de la prenda, aunque en algunos casos, como el de Cajacírculo o Vital Kutxa, se entrega hasta un 100% de la valoración de la joya.

Una de sus ventajas es la posibilidad de obtener préstamos de cantidades reducidas, de hasta 50 euros. De hecho, durante 2008, casi un 50% de los 274.063 créditos concedidos, fueron por un importe que no superó los 300 euros. La media de los préstamos se situó en 477 euros.

Las entidades inciden en que esta actividad no persigue el lucro de la entidad. Se trata, al contrario, del negocio más próximo al espíritu de lucha contra la exclusión social y financiera con que nacieron las cajas de ahorros. “Se trata de una actividad más gravosa que beneficiosa, pués resulta muy caro y el interés que se aplica (con el que se cubren los gastos del servicio) es bastante bajo”, señala Román Cabrera, director del Monte de Piedad de La Caja de Canarias, una de las entidades con mayor tradición en esta área.

Así, el principal beneficio para las cajas sería la fidelización del cliente. Según algunos responsables del negocio un 80% de los usuarios de los Montes son clientes habituales de la entidad. Y las relaciones que se establecen a través de estas áreas suelen perdurar en el tiempo.

La actividad de estas entidades se ha asociado, desde siempre, a clases bajas de la sociedad. Sin embargo, en los últimos años, se ha abierto más a una clientela de clase media. que busca en el Monte la financiación que no consigue a través de la banca. “Durante 2009 se ha observado un incremento de los clientes nacionales, de clase media, que no utilizaban nuestros servicios y que han pasado a ser recurrentes, dada la facilidad de acceso a este tipo de préstamos”, señalan fuentes del Monte de Piedad de Bancaja.

Ejecución de la prenda
Los préstamos de los Montes suelen concederse por 12 meses, con opción a renovación del mismo hasta tres años. Cuando se produce el impago de un crédito y la entidad ejecuta la prenda mediante la subasta, el sobreprecio obtenido en la misma (que en 2008 fue de un 42% como media) se pone a disposición del cliente. En caso de que este no lo retirara pasado un periodo establecido, ese dinero pasaría a la obra social de la caja.

Los responsables del negocio no quieren, no obstante, quedar limitados a meros intermediarios para la venta de las prendas. “Tratamos de evitar los clientes que vienen con la intención exclusiva de vender sus alhajas. Nos interesan los que pretenden recuperarlas”, afirma Cabrera.

Un impulso que va perdiendo fuerza
El negocio de los Montes de Piedad se ha elevado a cifras récord en los últimos años. Sin embargo, este impulso parece perder fuelle. “En el segundo semestre de 2009, esta actividad ha aumentado a un ritmo mucho menor, e incluso en algunos montes se ha estancado”, señala Francisco Aguilera, director del Monte de Piedad de Cajasol.

Para Aguilera, que prevé en 2010 una evolución similar a la del segundo semestre del año anterior, existen dos posibles lecturas: “o está mejorando la situación económica general, o la población ha comenzado a ahorrar más tras liquidar las deudas contraídas en años anteriores”.

Ramón Cabrera también señala a la fuerte demanda de oro, que ha llevado a muchos clientes a sacar sus joyas y venderlas por su cuenta. En cualquier caso, las entidades mantienen su apuesta en este negocio, e incluso contemplan posibilidades de expansión en el baile de fusiones de las cajas.

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