miércoles, 24 de agosto de 2011

Manualillos para una crísis ( 1 )


Despiste generalizado.....

23.08.2011 Warren Buffett 7

El desconcierto impera en los mercados financieros, los inversores huyen a refugios seguros, y las posibilidades de que se produzca otra recesión están aumentando.
[foto de la noticia]

Parece un momento en el que el Gobierno debería tener especial cuidado para no causar daños, para hablar y actuar con calma, y para tranquilizar a las empresas mostrando que Washington quiere más inversiones y contrataciones privadas.

Pero no es así como se comporta nuestro actual Gobierno. Día tras día proporciona titulares sobre otra medida legislativa o regulatoria que da a los ejecutivos y a los inversores motivos para agacharse, retener lo máximo posible y aguantar las tormentas que se avecinen. Esta no es forma de proteger una ya de por sí frágil recuperación, y mucho menos de ayudar a la economía a soportar los sustos desde Europa, los desastres naturales o una quiebra de un gran banco.

Basta con analizar los titulares de la semana pasada, una semana de baja actividad bajo los estándares de Washington, sin sesiones del Congreso y el presidente Barack Obama de campaña durante tres días antes de marcharse de vacaciones. Incluso en los calurosos días de agosto, el Gobierno se esforzaba en minar la confianza económica.

• Lunes “Warren Buffett tiene razón sobre los impuestos, dice Obama”. La semana comenzó con sendos golpes fiscales por parte de Warren Buffett y el presidente Obama. El inversor de Omaha escribió un artículo de opinión en el que pedía al Congreso que subiera los impuestos a millones de estadounidenses que hacen menos que él, y el presidente aprovechó la primera parada de su gira en autobús, en Cannon Falls, Minnesota, para mostrarse de acuerdo.

“Presenté un acuerdo al portavoz de la Cámara, John Boehner, que habría solucionado este problema”, aseguró Obama, “y se desentendió porque cree que no podemos pedirle nada a los millonarios y multimillonarios ni a las grandes empresas para acabar con nuestro déficit”. Así que los principales creadores de empleo de EEUU están avisados de que el futuro les depara una subida de impuestos en 2013, cuando no antes.

• Martes
“El Gobierno federal seguirá interviniendo en el mercado hipotecario: Obama está trabajando para desarrollar una nueva política inmobiliaria”. Un artículo del Washington Post informaba de que Obama ha dirigido a un equipo de la Casa Banca para diseñar un plan inmobiliario que permitiría a los federales mantener su implicación en los mercados hipotecarios, con subvenciones y garantías de crédito, tal vez incluso preservando Fannie Mae y Freddie Mac.

Esto contradice al libro blanco de febrero del Tesoro, que recomendaba que el Gobierno desempeñase un papel mucho menor en el sector inmobiliario sin Fannie Mae y Freddie Mac. Una autoridad del Tesoro respondió que el libro blanco sigue dictando la política a seguir, pero los inversores privados que podrían querer entrar en el sector de las finanzas inmobiliarias saben que la noticia del Washington Post procedía de alguien con autoridad, por lo que tienen otro motivo para mantenerse al margen.

• Jueves
“La investigación del Departamento de Justicia se centra en los rátings de S&P”. Apenas dos semanas después de que Standard & Poor's rebajase la calificación de la deuda estadounidense bajo las protestas de la Casa Blanca, sabemos que los federales investigan a la firma por sus rátings para los valores hipotecarios antes de la crisis financiera. Los federales aseguran que la investigación ya estaba en marcha antes de la rebaja, pero los errores de las agencias de ráting se conocen desde hace años. ¿Y por qué no Moody's o Fitch?

El mensaje: Si estás en desacuerdo con esta Administración, es mejor que te busques un abogado.

• Jueves
“Exxon, duelo con el Gobierno estadounidense por un inmenso hallazgo de petróleo”. Exxon ha hecho los mayor descubrimientos de petróleo de la historia en el Golfo de México, de cerca de mil millones de barriles, pero los federales han tomado la decisión extraordinaria de denegar a la compañía la extensión de los contratos de arrendamiento, algo rutinario desde hace tiempo. Así que Exxon y una firma noruega han demandado al Gobierno para poder efectuar perforaciones bajo el contrato de arrendamiento, gastando dinero en abogados para obtener un permiso para crear empleos y aumentar la producción doméstica de petróleo.

• Jueves
“La Fed pone el foco sobre los bancos europeos: los reguladores estudian la capacidad de las filiales estadounidenses de estas entidades para financiarse”. El Wall Street Journal recoge declaraciones de las autoridades del Banco de la Reserva Federal de Nueva York en las que dicen que les preocupa la situación de los bancos europeos, y que están trabajando para garantizar que, de producirse algún problema, este no afectará a los bancos estadounidenses.

Es bueno saber que los reguladores se están ganando su salario, pero el espectáculo de verles difundir públicamente los problemas de los bancos europeos no contribuye a calmar los nervios de los mercados interbancarios.

• Jueves
“Obama presentará otro plan de estímulo”. El presidente anuncia más medidas fiscales, que se revelarán después del Día del Trabajo. Las ideas que hay sobre la mesa: más inversiones en carreteras y un crédito fiscal para las empresas que contraten a trabajadores.

La idea, según los asesores, es la de presionar a los republicanos para que aprueben estas propuestas o, de lo contrario, que parezcan indiferentes a la alta tasa de desempleo. Así que, pese a proponer la reducción del déficit en un futuro distante de formas que dependerán de las decisiones de futuros Congresos, el presidente luchará para “aumentar” el gasto inmediatamente. Los estadounidenses pueden llegar a la conclusión de que ya han escuchado antes esta discordancia.

Ninguna de estas noticias bastan por sí solas –ni siquiera una semana de ellas– para minar una recuperación. Pero el aluvión de este tipo de historias día tras día –sobre nuevas regulaciones, nuevas investigaciones o sanciones a empresas, nuevos obstáculos para la inversión, más gasto e impuestos más altos– contribuye a generar una mayor desconfianza entre empresas y consumidores.

Resulta imposible cuantificar el impacto de estas políticas sobre el producto interior bruto o la creación de empleo perdidos, pero todo el mundo en la economía real entiende cómo funcionan estas señales. La gran tragedia de la falta de avances en recuperación bajo Obama es que esta Administración sigue sin darse cuenta del daño que está causando.

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