miércoles, 29 de octubre de 2008

Como estarán!

Casi dos billones de la antiguas pesetítas, y no hay para empezar ????.Que canten..., como tienen sus balances, cual es su

morosidad, cuanto su apalancaamiento???? etc etc, y eso que estaban sanísimos.


La banca carga contra el plan de Zapatero: "Con 10.000 millones no tenemos ni para empezar"



El sector financiero español ha recibido con bastante frialdad el plan de rescate del Gobierno. La crítica generalizada es que los 10.000 millones que adquirirá el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) a las entidades en 2008 son insuficientes. "Con 10.000 millones no tenemos ni para empezar", es la opinión contundente de una importante fuente bancaria, que añade que la clave es que los mercados vuelvan a abrirse para volver a emitir en los mercados mayoristas. Algo que no contemplan los planes de rescate aprobados por los diferentes gobiernos.

Ignacio Sánchez Asiaín, director general de la BBK, abundó ayer en esta idea en unas jornadas sobre el sector bancario en IESE: "La banca española necesita dinero del resto del mundo para financiar el exceso de apalancamiento de los últimos años y, por eso, la falta de liquidez actual le afecta mucho por la imposibilidad de financiar el déficit entre préstamos y depósitos y los vencimientos de la deuda".

Aunque reconoció que el plan del Gobierno va a ayudar a reforzar los recursos propios de las entidades, Sánchez Asiaín también insistió en que "tenemos que volver a hacer emisiones para mejorar nuestras fuentes de financiación" a la vista de la "fortísima lucha por los depósitos" y de que "el interbancario sigue desaparecido más allá del overnight".

Como saben, los vencimientos de deuda son la gran espada de Damocles que pende sobre el sector financiero español. El objetivo teórico del plan es inyectar liquidez a las entidades para que éstas vuelvan a conceder créditos a empresas y familias, pero, en privado, algunas entidades reconocen sin ambages que este dinero va únicamente destinado a que puedan hacer frente a esos pagos que ahora nadie refinancia ante la falta de liquidez en los mercados y la mala imagen exterior de las entidades españolas.

"Es muy preocupante que se crean que con 10.000 millones vamos a subir el crédito un 10%, que no se hagan ilusiones", advierte la primera fuente citada. No hay que olvidar la sospechosa coincidencia entre el volumen de los dos planes de rescate de Zapatero -el de compra de activos, dotado con 30.000 millones de euros, y el de aval a las emisiones, dotado con 100.000- con los vencimientos del conjunto del sistema en lo que resta de 2008 y todo 2009. Esta incertidumbre sobre el destino de las inyecciones de liquidez es una de las mayores críticas de los expertos y del Partido Popular al plan gubernamental.

Pocos motivos de queja

Estas críticas por la insuficiencia del plan y por la necesidad de tomar medidas para reabrir los mercados mayoristas se suman a otras realizadas en las últimas fechas sobre la valoración de los activos que va a comprar el FAAF. Por ejemplo, Jaime Echegoyen, consejero delegado de Bankinter, advirtió la semana pasada que las entidades no van a acudir a este plan a cualquier precio, salvo que estén desesperadas. El mecanismo del fondo fijará el precio de compra mediante subasta, es decir, que se comprarán los activos más baratos (que den una mayor rentabilidad al Tesoro). Además, el borrador del reglamento establece que la valoración tendrá como tope el precio de la deuda pública al mismo plazo, para que el Estado no pierda dinero en las operaciones.

En todo caso, sorprenden esta frialdad y estas críticas cuando el sector ha conseguido algunas importantes victorias en la formulación del plan de rescate: las cédulas hipotecarias serán activo aptos para endosar al Tesoro -son los títulos menos costosos para los bancos, no se pueden llevar al BCE y permiten a las entidades mantener los créditos 'buenos' en balance-, podrán titulizar créditos antiguos -aunque el plan pretendía teóricamente primar la concesión de crédito nuevo- y, sobre todo, el plan mantendrá en el anonimato a las entidades que hagan uso de él.

Más allá de las críticas, en el sector hay muy poca confianza en que el plan español y el conjunto de planes de los principales países vayan a ser suficientes para resolver la crisis. Las entidades celebran que por fin se hayan tomado medidas y que éstas sean amplias -atacan la capitalización, la financiación, el activo y la contabilidad- y coordinadas, pero creen que llegan tarde -cuando la crisis va a cumplir 14 meses- y que a estas alturas va a ser muy difícil contener la crisis (recuerden la teoría de la avalancha). Además, están los daños colaterales de estos planes, como la competencia desleal de las entidades nacionalizadas o inyectadas por los Estados, o bien el exceso de intervencionismo de los Gobiernos.
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