Guillermo Olaso ha sido sancionado con cinco años de inhabilitación deportiva -se quedarían en 3 y medios si hace un curso contra la corrupción- y con 25.000 dólares después de que haya quedado probada su participación directa en el caso de amaños de partidos de tenis que hizo público El Confidencial. El castigo al tenista español se ha hecho oficialeste lunes, pero este diario ha tenido la oportunidad de acceder en exclusiva al veredicto algunas horas antes.
Olaso, 229 del mundo, ha sido finalmente culpabilizado por la Unidad para la Integridad del Tenis de la ITF, que considera que ha quedado probado la intervención directa del jugador en el falseo de resultados. No se trataba sólo de perder encuentros, si no también de perder un determinado set en un momento exacto para conseguir el resultado esperado, con la consiguiente ganacia económica.
Según fuentes de la investigación, Olaso aceptaría dinero por dejarse ganar el primer set en partidos que acababa remontando. Las mafias esperarían a que el español estuviera perdiendo en el marcador parcial de sets para apostar por su victoria en el momento que mayor cuota de ganancia alcanzaba. La sancióm impuesta al jugador ha sido importante, pero incluso podría haber sido inhabilitado de por vida.
El tenista español ha remitido un comunicado para explicar lo ocurrido: "En el año 2010 fui contactado por una organización delictiva rusa dedicada a cometer fraude en las apuestas deportivas. Su intermediario fue el jugador serbio David Savic. Ante este acercamiento, no reaccioné debidamente y me vi envuelto en una situación muy comprometida. Pero debo aclarar que no acepté la propuesta y que rechacé todo ofrecimiento de dinero", aseguró.
Según informó este periódico, Olaso habría sido contactado por mafias del este de Europa para intervenir en los resultados de sus partidos. La defensa del jugador fue llevada a cabo por el despacho de Javier Tebas, presidente de la LFP. Sin embargo su argumento, basado en la ingenuidad del jugador, no prosperó, y ha sido sancionado con cinco años de inhabilitación deportiva.
Tal y como ya informó este periódico, la complicada vida del jugador le alejó del ritmo que debe seguir un deportista de primer nivel. Desde que se convirtiera en profesional en el año 2006, el mejor puesto que ha alcanzado el jugador en el ránking de la ATP es el 167 del mundo, lo que ni siquiera le ha servido para centrarse en el tenis. Ahora, esta sanción le ha dejado fuera de las pistas durante cinco años.