Industria penaliza a Endesa e Iberdrola con la revisión del modelo energético
@Carlos Hernanz - 28/06/2010
Nadie está contento del todo. El pasado jueves, el ministerio de Industria anunció el aplazamiento de la revisión de la subida de la tarifa de la luz y la puesta en marcha, de la mano del PP, de un pacto de estado para diseñar un nuevo modelo energético del país. El anuncio fue recibido como un balón de oxigeno por parte de los productores de energías renovables, sobre todo las fotovoltaicas, pendientes de un recorte en su modelo de primas; y como un jarro de agua fría por parte de las eléctricas convencionales, aquellas que emplean tecnologías nucleares e hidráulicas, a las que se adeuda -déficit de tarifa- más de 16.000 millones de euros.
A la cabeza del nuevo pelotón de agraviados figuran ahora Endesa e Iberdrola. La decisión de no tocar la tarifa de la luz el próximo 1 de julio, al contrario de lo anunciado, ha dejado descolocado una vez más al mercado, que esperaba una subida de hasta el 7% y un recorte sustancial al régimen especial que subvencionan a los productores verdes, sobre todo los fotovoltaicos. Nada de lo previsto ocurrió. De esta manera, aunque la polémica retroactividad en el tijeretazo a las energías solares, cuestionada internacionalmente por la incertidumbre jurídica que provocaría, ha sido aplazada, Industria cargó más dudas sobre el sector.
Las principales casas de análisis bursátil recogieron con asombro el anuncio de Sebastián y Montoro. Así lo decían desde la firma española JBCM, por ejemplo, que valoraba como “decisión inesperada y negativa. La revisión de costes y la congelación de la tarifa solo pocas horas antes de la esperada aprobación de un incremento del 4% y de un nuevo marco retribuido para las renovables… prolonga y profundiza la incertidumbre reguladora. Creemos que los valores renovables serán los ganadores relativos del acuerdo y vemos a Iberdrola y Endesa como los valores más expuestos”. Los grandes son ahora los que sufren la indefinición del regulador.
Las eléctricas integradas, como se califica a las que tienen un mix de producción compuesto por varias tecnologías, sufrirán por varios frentes. El pacto para definir un nuevo modelo energético pretende abordar una revisión completa de la estructura de costes de la tarifa, lo que puede actuar sobre la “retribución de la distribución, la remuneración a las hidroeléctricas y nucleares”. El Gobierno debe encajar dos compromisos ineludibles como son acabar con el déficit tarifario a partir de 2013 y cubrir el 20% de las necesidades de energía con fuentes renovables para 2020, y una necesidad coyuntural, la de no subir el precio de la luz a los consumidores.
Las dudas persisten
Si uno de los principales objetivos del pacto entre Gobierno y oposición era despejar las dudas existentes sobre la seguridad jurídica de España como mercado apto para los inversores extranjeros, el fin se ha conseguido a medias. Como señala Citi en su análisis, “un gobierno débil no es normalmente bueno para las eléctricas… Veremos presiones a corto plazo para las utilities ibéricas por la mayor incertidumbre regulatoria”. El estadounidense JP Morgan se atreve a cualificar el posible impacto de una posible tasa de 15/MWh para la generación hidráulica y nuclear: “El efecto en los beneficios de Endesa e Iberdrola sería de hasta un 20%”.
El denominador común es claro. El japonés Nomura subraya que “el riesgo político se ha intensificado en España con la decisión de revisar todo el marco energético… Es preferible evitar por ahora las empresas más expuestas a la incertidumbre reguladora en España, como EDP, Enel, Gas Natural e Iberdrola”. Estas observaciones son también compartidas en el mercado a la hora de cuestionarse el déficit de tarifa. Según Unicredit, “ésta perfecta muestra de intervencionismo, incapaz de incrementar los precios de la luz, deja en el aire la capacidad del sistema para asumir los elevados costes de la titulización de del déficit tarifario”.
El engorde de dicho déficit tarifario, que el Gobierno se había propuesto eliminar en los próximos tres años, lo seguirán soportando los balances de las eléctricas ibéricas. De esta manera, “cuanto más se demore la solución a las primas de la renovables y se posponga un aumento de la tarifa, más aumentará el déficit tarifario”, apunta la casa de análisis de Banco Santander. La prima de riesgo ya ha pasado factura a las viejas eléctricas en bolsa. Sus cotizaciones, las de Iberdrola, Enel, Gas Natural Fenosa, registraron pérdidas significativas entre el jueves y el viernes, algunas de más del 5%. Hasta REE y Enagas se han visto salpicadas por estas nuevas noticias
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