martes, 29 de junio de 2010

Estará arrepentido?

El hombre que vendió el 10% de las acciones de Apple por 800 dólares

@G. Bravo.- 29/06/2010

El 10% de las acciones de Apple Computers valen hoy 24.000 millones de dólares. Ronald Wayne, uno de los tres fundadores de la compañía en 1976, optó por venderlas a las dos semanas de entrar en la aventura, espantado por una mala experiencia empresarial del pasado. Se desentendió de su participación por 800 dólares. Wayne, con 76 años recién cumplidos, fue entrevistado este pasado fin de semana por la CNN, momento que aprovechó para narrar una historia casi increíble. “Cuando estás en un punto crucial de la historia, no te das cuenta de que, de hecho, estás en un punto crucial de la historia”, sentencia Wayne.

Su entrada en Apple tenía una proyección decisiva. Wayne, amigo de Steve Jobs desde que coincidieran en la empresa Atari Corporation, tenía la misión de actuar como mediador entre los dos principales fundadores de la empresa: Jobs y Steve Wozniak, quienes asumían un 45% de las acciones por cabeza.

Fue Wayne quien ilustró el primer logotipo de Apple (ver imagen inferior), además de redactar el manual de instrucciones de la primera máquina con la manzana, el Apple I. Para Jobs era una pieza clave, doblándoles en edad, Wayne hacía fácil lo difícil y manejaba con agilidad los papeleos y las burocracias necesarias para construir de cero una empresa. Sin embargo, esa veintena de años le distanciaba en otros aspectos que se tornaron irreconciliables.

Wayne, según le explica al periodista Dan Simon, no tenía las mismas fuerzas e ilusiones que los otros dos Steves. Tampoco disponía de tiempo ni de dinero, ya que arrastraba importantes deudas de un negocio fallido de máquinas tragaperras. Dos semanas de debates con la almohada le bastaron a Wayne para declinar la oportunidad. Tenía un puesto cómodo y seguro en Atari y optó por la decisión, entonces, más sensata.

Ahora vive retirado, como si nada pasara. Como si nunca hubiera tenido en sus manos una participación multimillonaria de una empresa de éxito mundial. Vive la vida de un ingeniero retirado con una modesta pensión y un pequeño comercio de sellos y monedas que se parece más a un hobby que a un comercio. Confiesa no haber tenido nunca ningún producto de Apple; sin animadversión. “Demasiado acostumbrado a Microsoft Windows”, reconoce.

El último encuentro con Jobs tuvo lugar hace cinco años, cuando éste Wayne acudió como invitado especial a la presentación del gadget de Apple del momento. El actual CEO de la compañía tuvo su última reunión entonces con los que fueran, junto con él, los fundadores de su empresa; una comida para tres en la que recordar viejos tiempos. Wayne no tiene ni la casa ni el coche de Jobs. Tampoco le parece injusto. “Cualquier cosa que tenga Jobs la merece, ha luchado mucho por ello”.

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