El G-20 insta a España y Grecia a tomar medidas urgentes contra el déficit
Agencias.- 26/06/2010 (20:20h)
El G8 concluyó una nueva cumbre, en la que, además de los temas de seguridad, abordaron temas novedosos, como el clima o la ayuda al desarrollo, en un intento de ampliar su campo de actuación ante la creciente influencia del G20, que plantea importantes diferencias de fondo entre sus líderes, que buscan reformas financieras en su cita de Toronto. El secretario del tesoro, Timothy Geithner, afirmó que la cumbre del G20 deberá centrarse sobre todo en el crecimiento, aunque admitió que hay distintas soluciones para distintos países. En ese sentido afirmó que "es completamente apropiado" que países como España o Grecia tomen medidas "rápidas" para tranquilizar a los mercados.
En una rueda de prensa antes de comenzar la cumbre del G20 en Toronto (Canadá), Geithner reconoció que diferentes países deben aplicar diferentes fórmulas para lograr el crecimiento y en casos como el de Grecia o España "es muy importante que se muevan con rapidez para demostrar a los mercados que tienen la voluntad de actuar".
Tras la clausura del G8 en Munsaka, y para contrarrestrar las críticas en torno a la importancia de la reunión, el primer ministro canadiense Stephen Harper, dijo que "esta es la cumbre en la que el G8 se ha rediseñado". Harper se mostró orgulloso de la impronta que su país ha dejado en la cumbre, en la que ha puesto sobre la mesa importantes asuntos hasta ahora poco comunes en la agenda de los líderes del G8, como la ayuda en desarrollo y la exigencia de transparencia y responsabilidad a los países más ricos.
La cumbre del G8 concluyó apenas unas horas antes de inicaiarse la reunión del G20 en Toronto, un grupo en el que están representadas las naciones en desarrollo y que cada vez está más consolidado como el principal foro de discusión de la economía global, en detrimento del club de los más ricos.
Austeridad fiscal
La reforma financiera alcanzada el viernes por las dos cámaras del Congreso de EEUU, la mayor en el país desde la Gran Depresión, permitirá a Obama demostrar en Toronto que su país da pasos concretos para intentar evitar otras crisis financieras de gran alcance. Según Obama, la reforma, que podría ser votada en el Congreso la próxima semana, dará más transparencia al entramado financiero del país, sobre todo en el complejo mercado de derivados -que mueve 600 billones de dólares-, y aumentará las protecciones financieras de los consumidores.
Europa, por su parte, mantiene que ha llegado el momento de reducir el déficit y advierte de que no hacerlo los ciudadanos del Viejo Continente podrían perder la confianza en sus Gobiernos e incrementar sus ahorros, lo que minaría todavía más el crecimiento.
Integrantes del G20 como Brasil, uno de los tres países latinoamericanos del grupo junto con Argentina y México, se inclinan más por la postura estadounidense y señalan que la austeridad fiscal debería de llegar cuando la economía global pise terreno más firme.
Esta nueva faceta del G8 tuvo su cara más visible en la "Iniciativa Muskoka", un compromiso adquirido por los países durante la cumbre para aportar 5.000 millones de dólares a mejorar la atención de las mujeres que dan a luz en el Tercer Mundo. Un dinero que, según el G8, permitirá prevenir en los próximos cinco años la muerte de 1,3 millones de niños menores de cinco años y de 64.000 madres en el parto.
Los ocho países invitaron en esta ocasión a asistir a varios países africanos, con lo que quisieron compartir sus promesas de mayor solidaridad, así como con tres americanos, Colombia, Haití y Jamaica, con los que habló de la lucha contra las drogas y las organizaciones criminales.
En materia de lucha contra el cambio climático, el G8 ofreció su "apoyo a las negociaciones en marcha dentro de la Convención Marco del Cambio Climático de la ONU" y solicitaron que los países en desarrollo reduzcan sus emisiones "un 80 por ciento o más para el 2050".
Condena a Irán y Corea del Norte
Pese a esta faceta solidaria, el G8 no dejó de lado los tradicionales asuntos de seguridad internacional, como las crisis con Irán y Corea del Norte, los avances democráticos de Afganistán y el bloqueo de Gaza por Israel. El grupo de los más ricos "lamentó" las muertes producidas por el ataque israelí contra la flotilla "Libertad en Gaza" el pasado 31 de mayo y dijo que el bloqueo actual del territorio "no es sostenible y debe ser modificado".
El G8 mostró también su preocupación por la "continua falta de transparencia de Irán con respecto a sus actividades nucleares y su declarada intención de mantener y expandir el enriquecimiento de uranio", y pidió a los países que implementen las sanciones que ha aprobado la ONU.
Con respecto a Corea del Norte, el G8 dijo que "deploramos el ataque del 26 de marzo que causó el hundimiento del navío surcoreano 'Cheonan'" y exigió que Pyongyang "que se retenga de cometer cualquier ataque o amenazar hostilidades contra la República de Corea". Y añadieron que Corea del Norte "no tiene, y no puede, tener el estatus de un Estado con armas nucleares de acuerdo con el Tratado de No Proliferación Nuclear".
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