Clave: nada más que se pueda, restablecer tipos.
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El BPI advierte: mantener mucho tiempo los tipos bajos será el germen de una nueva crisis financiera
Efe - 28/06/2010 12:55h
Christian Noyer, presidente del BIS
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) advierte del peligro de mantener demasiado tiempo los tipos de interés en los niveles mínimos actuales ya que podría ser el germen que geste una nueva crisis financiera.
En su 80 informe anual, publicado hoy, el BPI analiza la situación de la economía entre el 1 de abril de 2009 y el pasado 31 de marzo e insta a los Gobiernos a hacer los deberes, sobre todo reducir los déficit fiscales, para evitar la aparición de una nueva crisis.
"No cabe prolongar indefinidamente una política monetaria de carácter expansivo", recomienda el BPI, por los riesgos para la estabilidad financiera y macroeconómica.
La política monetaria sigue siendo muy expansiva en casi todo el mundo. El precio del dinero se sitúa actualmente en la zona del euro en el 1 por ciento, en el Reino Unido en el 0,5 por ciento, en EEUU, entre el 0 y el 0,25 por ciento y en Japón en el 0,1 por ciento, los niveles mínimos registrados durante la crisis.
Los bancos centrales de algunos de los países con mayor crecimiento han comenzado a retirar los estímulos aplicados durante la crisis. Los bancos centrales de Australia, Brasil, la India, Israel, Malasia y Noruega han subido los tipos de interés.
En términos reales, descontando la inflación, las tasas están en niveles cercanos a cero en la zona del euro y son negativas en el Reino Unido y EEUU. En Japón, la leve deflación a vuelto a situar las tasas reales por encima de cero.
Si las tasas de interés son muy bajas pueden distorsionar las decisiones de inversión, plantear riesgos para la estabilidad financiera ya que pueden incitar a los prestatarios a acortar los plazos de su deuda, facilitar el apalancamiento (endeudarse para financiar una operación) en posiciones de riesgo y retrasar la necesaria corrección de los balances financieros.
Los bancos centrales siguen dominando algunos segmentos de los mercados financieros, lo que puede distorsionar la valoración de algunos bonos (al cambiar la entidad sus criterios de garantías en las operaciones de refinanciación o de compra de activos) y préstamos financieros importantes y desalentar la necesaria participación en el mercado de particulares e instituciones privadas.
Además, con el dominio de la banca central de algunos segmentos financieros aumenta el riesgo moral al señalar que existe un comprador de último recurso para ciertos instrumentos.
Unos tipos de interés oficiales bajos y de tasas a largo plazo más elevadas aumenta los beneficios que los bancos pueden obtener de pedir préstamos a corto plazo y otorgarlos a largo plazo.
La compra de activos ha expuesto a los bancos centrales a un riesgo de crédito considerable que podría exponerlos a presiones políticas.
Mantener bajas las tasas podría retrasar los ajustes en los balances del sector público. Los Gobiernos pueden reorientar su perfil de deuda hacia una financiación a corto plazo y reducir los pagos de intereses.
Esta estrategia expone su situación fiscal a incrementos de los tipos de interés oficiales y ello puede hacer temer por la independencia de los bancos centrales.
Ha llegado el momento de preguntarse cuándo y cómo empezar a prescindir de estas contundentes medidas, dice el BPI.
Usando una metáfora médica para describir el estado de salud del sistema financiero, el BPI dice que "la conjunción de las vulnerabilidades persistentes en el sistema financiero con los efectos secundarios de un periodo tan prolongado de cuidados intensivos podría inducir la recaída del paciente".
La crisis de 2007-09 sugiere que los excesos financieros por los tipos de interés oficiales bajos acaban teniendo efectos devastadores.
Es posible que los bancos centrales tengan que subir los tipos de interés, antes de lo que sugerirían por sí solas las perspectivas macroeconómicas.
Actualmente, la política monetaria se enfrenta a un dilema: un proceso prematuro de subida de los tipos de interés podría truncar la recuperación pero un endurecimiento demasiado tardío podría demorar demasiado el proceso de ajuste, lo que implicaría un sistema financiero menos estable a medio plazo.
El BPI recomienda señalizar con tiempo la intención de subir los tipos de interés ya que una subida inesperada podría tener graves consecuencias para el sector bancario.
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