El Bono USA de nuevo a la carga...
Los bonos del Tesoro de EEUU se rinden a la adversidad
19.08.2010 Richard Barley 0
¿Se reaparecerá el fantasma de principios de 2009? Puede que la sensación de pánico haya desaparecido, pero ahora que la rentabilidad de los bonos a diez años avanza hacia el nivel registrado cuando el sistema financiero global estuvo al borde del colapso, la misma pregunta vuelve a cobrar protagonismo.
¿Serán capaces las autoridades de EEUU de impedir que la economía caiga en la deflación o acabarán por vencer el peso del desapalancamiento y la escasez de demanda? A pesar de que la Reserva Federal ha demostrado estar alerta ante la amenaza de la deflación, y dispuesta a actuar en cualquier momento, la rentabilidad de los bonos sigue cayendo. El diferencial de las letras a diez años, que en abril llegó al 3,99%, se encuentra ahora en el 2,61%.
Desde el 9 de agosto, el día antes de que el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal se reuniera y decidiera reinvertir los ingresos procedentes del vencimiento de deuda hipotecaria en bonos del Tesoro a más largo plazo, la rentabilidad ha caído 0,22 puntos porcentuales. Las últimas actuaciones de la Fed ponen de manifiesto que la entidad es consciente de los riesgos a los que se enfrenta la economía. Ya ha dejado clara su intención de mantener bajos los tipos durante un prolongado periodo de tiempo.
Al anunciar la recompra de bonos del Tesoro, aunque a pequeña escala, está abriendo la puerta a futuras adquisiciones, lo que podría provocar más caídas de la rentabilidad a corto plazo. Pero, si con estas medidas la Fed consigue reactivar la economía y reanimar la inflación, los que hayan comprado bonos a diez años al 2,5% sufrirán un duro revés.
En plena crisis crediticia, a principios de 2009, comprar deuda pública se consideraba un error, al creer que la respuesta del gobierno se vería desbordada por los colapsos bancarios y una recesión económica. En ese año, los bonos del Tesoro registraron un mínimo en enero, situándose en el 2,21%, pero terminaron el año en el 3,83%. Posteriormente, las acciones se desbocaron. En esta ocasión, parece menos evidente que los activos más arriesgados vayan a experimentar un repunte importante, a pesar de la ligera recuperación de la economía. Por otra parte, no parece que la rentabilidad de los bonos del Tesoro se vaya a sostener en niveles tan bajos durante mucho tiempo.
No obstante, otra crisis europea o una corrección de los mercados bursátiles podría aumentar la demanda en el mercado de deuda a corto plazo, aunque es probable que los inversores tengan más cautela esta vez. El presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Narayan Kocherlakota, aseguró el martes que los mercados han exagerado su reacción al interpretar la acción de la Fed como una señal de que la situación de la economía era peor de lo que cabía esperar. Sin duda, los precios parecen estar ya en su límite.
Aunque la rentabilidad de los bonos japoneses a diez años está ahora por debajo del 1%, después de años por debajo del 2%, comprar letras a diez años al 2,61% deja poco margen de error. La inflación de EEUU está bajo control, pero el IPC sigue situándose en el 0,9%. A pesar del alto índice de desempleo, puede que haya menos movimiento en la economía del esperado, ya que es probable que las personas que buscan empleo no estén cualificadas para los puestos que se ofertan.
Aunque ahora parece difícil que vaya a producirse un cambio repentino de actitud, los inversores deberían ser conscientes de que el mercado de deuda está masificado. Pero, dada la incertidumbre económica, resulta tentador para los que temen la llegada de la deflación invertir en deuda pública. Las consecuencias para los activos arriesgados si se cumplieran esos temores serían terribles. En cualquier caso, sufrir una pérdida relativa en las inversiones en bonos del Tesoro si la recuperación continúa y sube la rentabilidad sería mejor que sostener una importante pérdida en acciones u otros activos arriesgados si la Fed fracasa.
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