El turismo rural, de capa caída: la crisis no respeta ni al valor refugio del sector
L. Fernández - 21/08/2010 06:00h
La buena salud del turismo rural comienza a fallar. Hasta hace sólo unos meses, esta modalidad parecía tener una vacuna que hiciera frente al 'virus' de la crisis económica. De hecho, pese a que el turismo español ya había sufrido el zarpazo de la recesión más que otros países (así lo apuntaba el Banco de España en su último informe, que señalaba que a los efectos de la crisis se había sumado la amenaza de huelga de controladores y la pérdida de competitividad), el turismo rural se había escapado de las garras de la recesión. Hasta ahora.
La vacuna no ha servido para mucho y empiezan a notarse los efectos. El sector está preocupado y reconoce, incluso, que 2010 será complicado. Ya lo avisaba la patronal de los empresarios hoteleros Exceltur, cuyas previsiones de cara a la época estival no eran muy halagüeñas: apuntaban a una temporada alta de menos duración y con precios “más que tristes”. Los presupuestos serían, por tanto, muy contenidos.
Exceltur ya recordaba en su último balance trimestral que la contención del gasto turístico había hecho mella en el sector en el segundo trimestre de 2010. Se notaba entonces un mayor movimiento “interno” y un repunte del turismo de ciudad. Los españoles seguían, pues, pautas de comportamiento propias de una economía de crisis: esperaba a las ofertas de último minuto, realizaba viajes de proximidad y recurría a las casas de familiares.
El efecto última hora, cada vez más determinante
Según los datos recogidos por Toprural.com, la ocupación definitiva en julio ha sido del 28% (frente a un 34% en el mismo mes de 2009). En lo que va de mes de agosto, el porcentaje es del 48% (la previsión era del 40%) frente al 50% del año pasado.
Este último mes, tradicionalmente determinante para el sector, parece que va a resistir gracias principalmente al efecto última hora, cada vez más importante y que puede cambiar totalmente el panorama. En eso coinciden tanto los portales especializados en turismo rural como las asociaciones de empresas turísticas.
Carlos Hernández, gerente de Todoturismorural.com, señala a Cotizalia que en los últimos años “la oferta era muy alta. Desde 2008, la crisis ha hecho que la gente pernocte menos noches y recurra a las ofertas de última hora, por lo que hay que vender mucho más para ganar lo mismo”. Este comportamiento se dará, en su opinión, hasta 2011.
“Está claro –prosigue Hernández- que es un turismo muy estacional y que influyen muchísimas cosas, no sólo la crisis, también la meteorología y el hecho de que haya menos puentes este año”. Por ello, prevé que este año sus ventas caigan un 15%, “porque un alojamiento de turismo rural no puede vivir de 10 días al año”.
Existe, por tanto, un cambio de tendencia en cuanto al turismo rural, que se ha iniciado en 2010, y que se debe a un cambio de comportamiento del viajero y a que el resto de modalidades turísticas baja los precios porque tienen más márgenes que el turismo rural, según Joseba Cortázar, director de Comunicación de Toprural.
Para Cortázar, las características del turismo rural -estancias cortas en sitios baratos- le habían hecho casi inmune a la crisis. Desde hace unos meses, sin embargo, la demanda ha aumentado mucho menos que la oferta -según el INE, el número de plazas hoteleras en junio aumentó un 3,3% con respecto al mismo mes de 2009-, por lo que las pernoctaciones han bajado, aunque, matiza, “Madrid ha sido la única comunidad autónoma en la que la ocupación ha subido tanto en julio como agosto. La razón es que el turista busca destinos cercanos a las grandes ciudades”.
En cualquier caso, las comunidades autónomas con mayor ocupación en la época estival siguen siendo las del extremo norte de la península (Asturias con el 72%, Cantabria, Cataluña, Galicia y Navarra), este verano con más razón, debido al año Xacobeo, según Exceltur. En el extremo opuesto, los destinos del interior del país son los que cuentan con una tasa más baja, aunque también es verdad que son los más demandados durante el resto del año.
Un año que comenzó con mal pie
Este año, por tanto, podría constituir un año de transición para el turismo rural. Los tropiezos experimentados por esta modalidad los recogen las últimas Encuestas de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros del INE (Instituto Nacional de Estadística). Y es que durante el primer cuatrimestre de 2010, las pernoctaciones cayeron un 3,8%. Sólo en abril, España registró una caída del 9,1% respecto al mismo mes de 2009 (con un descenso interanual del 19,9%). En mayo la caída fue del 11,37%. Un mes después, las pernoctaciones realizadas según esa misma fuente aumentaron ligeramente, un 3,8%, por la entrada en la época estival. En cualquier caso, en los seis primeros meses de 2010, el sector acumuló un descenso del 1,2% respecto al mismo período del año anterior.
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