Las reservas se disparan gracias a proyectos en yacimientos que se creían agotados en EE UU y Europa
La crisis nuclear resucita el gas
La crisis nuclear en Japón, la revisión de los planes con esta energía en muchos países y la burbuja de las renovables está trayendo como consecuencia un resurgir del gas por lo que, según algunos expertos, se podrían necesitar nuevas inversiones en infraestructuras, plantas y metaneros y provocar, además, un renacer de las ahora infrautilizadas plantas de ciclo combinado. Pero, sobre todo, está ya acelerando proyectos de búsqueda de lo que se conoce como gas no convencional en yacimientos que se creían agotados de EE UU y también de forma incipiente en Europa. Polonia, Alemania o Francia ya están concediendo permisos de exploración a algunas petroleras interesadas en este mercado. Los descubrimientos americanos han multiplicado las reservas y, de tener el mismo éxito en el Viejo Continente, cambiarían radicalmente las reglas del mercado, las de vendedoras y compradores, acostumbrados a que unos pocos tengan en sus manos algo tan esencial como el suministro energético de muchos.
Nuria Díaz
Aunque es difícil hacer cálculos, algunos expertos cifran las necesidades de gas para este año del Japón post-Fukushima en unos 15 bcm más de los habituales. "En los próximos años -señalaba hace unos días en un desayuno con periodistas el presidente de Enagás, Antoni Llardén- será la cadena de gas la que va asegure el suministro energético en Japón". "Ahora mismo hay gas suficiente en el mercado y los precios no han subido significativamente. Otra cosa sería que, tal y como indican los últimos acontecimientos, algunos países revisen sus planes nucleares y se incremente significativamente la demanda de gas. Si esto es así, habría que incrementar inversiones, en más centrales de licuefacción, más buques metaneros, más exploración de pozos…"-señalaba.
Buscando la ‘roca madre’
Y lo cierto es que, esto último, la mayor exploración de pozos, ya se está haciendo. Y no en nuevos emplazamientos, que también, sino recurriendo a viejos pozos, que se estimaban agotados desde hace años y que, sin embargo, las nuevas tecnologías están permitiendo que vuelva a brotar el preciado combustible.
Se trata de lo que se ha denominado 'gas no convencional', gas en definitiva, pero extraído de una manera distinta buscando la roca madre de antiguos yacimientos y, mediante una técnica novedosa de inyección de agua a presión, fracturarla, de manera que se llega al hidrocarburo que antes no era accesible. Según la Agencia Internacional de la Energía las reservas mundiales de gas natural se elevan a 910.000 billones de metros cúbicos.
Concretamente en EEUU donde ya hace tiempo que se extrae gas convencional, sobre todo en una de sus variantes, el shale gas, se estima que existen unas reservas probadas suficientes como para asegurar 100 años su consumo. EEUU está ahora plagado de zonas con gas no convencional, y las inversiones de las petroleras están siendo milmillonarias de manera que se estima que alrededor de un 20% de su producción de gas ya se da de esta forma. En Barnett (Texas) está situado el mayor campo de gas activo de todo el país.
Es decir que EEUU, importador neto, ya no está comprando gas fuera, al menos no en la misma medida. Fuentes de Gas Natural Fenosa señalan que esto les da una independencia energética enorme y afecta a las reglas del mercado en todo el mundo. Cambia las reglas del juego: la de vendedores y compradores.
Cambian las reglas
Y esto, en el caso de Europa, siempre 'dependiente' es muy importante. En enero de 2009, Rusia paralizó el envío de gas a Ucrania, una drástica decisión que ponía en peligro el suministro a la Unión Europea porque más de un tercio del gas que consume Europa lo suministra Rusia, y un 80% de ese combustible pasa por Ucrania.
El gigante estatal ruso Gazprom justificó la medida alegando que Kiev aún no había pagado la deuda millonaria que mantenía con esta compañía por el combustible enviado hasta ahora y por el fracaso de las negociaciones para firmar un nuevo contrato de suministro para 2009.
En cualquier caso, se trataba de la segunda vez en tres años que Rusia cerraba el grifo del gas a Ucrania, y por ende, a muchos países de la UE. En 2006, también lo hizo durante dos días, una medida que provocó problemas en varios países de la UE, como Italia y Hungría.
Por cosas como ésta, en Europa, también se ha comenzado, y cada vez con mayor interés a buscar gas no convencional. Polonia, Alemania, Rumanía o Hungría, y también Francia, son posiblemente las zonas con mayores posibilidades, en las que hay más gas del que se pensaba. En Polonia se han concedido más de 50 permisos para perforar y en Alemania, ya hay levantada alguna torre si bien es cierto que es una industria, comprada con EEUU, incipiente que se encuentra todavía en la mayoría de los casos en la fase de exploración geológica.
En España, difícil
En España, los expertos aseguran que es difícil encontrarlo pero lo cierto es que también se está buscando. La cuenca del Rio Ebro y el arco mediterráneo parece ser la zona con más posibilidades.
Dos compañías han conseguido permisos de la administración para buscar hidrocarburos, Oil and Gas Capital, que quiere explorar en la zona de Gandia (Valencia), y Cairn Energy. Algunos expertos señalan que otra posibilidad sería buscarlo en los almacenamientos actuales porque se trata de viejos yacimientos, como el de Serrablo (Huesca).
La propia Gas Natural Fenosa lleva varios años explorando el potencial de gas no convencional en España. Han evaluado el potencial de varias áreas geográficas, fundamentalmente en la mitad norte del país.
Los expertos explican que el tipo de yacimientos en España no es el más propicio para hallar gas no convencional porque la roca madre no es la adecuada en muchos casos, porque está muy dispersa.
“En cualquier caso- explica José María Moreno, Director de Análisis Técnico y Proyectos Especiales Desarrollo de Negocio-DG Upstream de Repsol, se trata de una ecuación económica”. La exploración tiene que resultar lo suficientemente ediciente para conseguir que la producción sea rentable, y es la tecnología, que se ha perfeccionado muchísimo en los últimos veinte años, la que lo consigue”.
“Extraer gas no convencional es más difícil -sigue explicando- porque se necesitan 10 o 20 pozos, frente a uno, para el gas convencional”. Pero, a pesar de las dificultades, todos los expertos consultados, no dudan en señalar que se trata de una inmejorable oportunidad.
Repsol está ya en la nueva carrera energética
Repsol está metida de lleno en esta carrera y de hecho, de forma exitosa.
El pasado mes de diciembre, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, confirmaba un importante descubrimiento de gas natural no convencional (shale gas) en la cuenca de Neuquén por un volumen de 127 bcm, lo que triplica los recursos gasistas de la petrolera en el país.
En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), YPF cifra en 4,5 billones de pies cúbicos (127 bcm o 127.000 millones de metros cúbicos) el volumen de gas de este yacimiento.
Brufau precisaba para dar a entender el valor del descubrimiento que es equivalente a 4 años de consumo de gas en España.
Se trata del mayor proyecto de gas en Argentina, con una inversión total de 5.000 millones de dólares.
Aparte de este descubrimiento de tipo 'tight gas', YPF ha hallado también en la zona de Neuquén, tras perforar dos pozos, que la formación rocosa Vaca Muerte presenta condiciones similares de producción al 'shale gas' de Estados Unidos, o gas acumulado en esquistos de láminas rocosas.
Por el momento, la petrolera no dispone de información suficiente para cuantificar este segundo descubrimiento, dado que el proyecto se encuentra en una etapa preliminar.
El gas no convencional se encuentra comprimido en formaciones sedimentarias de pizarra y carbón, y hasta hace poco el coste de su extracción superaba el valor del recurso.
No obstante, las mejoras tecnológicas están permitiendo extraer grandes cantidades de este gas y convertir a países importadores como Estados Unidos en futuros exportadores.
Comprar empresas
Las grandes compañías, Repsol incluidas, están estudiando la compra de otras más pequeñas, estadounidenses en su mayoría, que hace unos años compraron los derechos sobre la tierra en algunas zonas de EEUU que se han demostrado de lo más fructíferas, pero que no tienen es músculo financiero para explotar.
La francesa Total ya ha comprado alguna y Repsol reconoce estar estudiando las posibilidades que hay en el mercado, aunque por el momento no hay nada decidido.
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