Eurogrupo: expectativas y realidades
La reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro celebrada este semestre en la ciudad polaca de Wroclaw, no respondió a las expectativas que se le habían atribuido y además añadió una nota de divergencia con Estados Unidos.
El Eurogrupo rechazó la propuesta del Secretario del Tesoro americano, Timothy Geithner, de apoyar el crecimiento con políticas expansionistas, pero si se mostró dispuesto a seguir cooperando con Estados Unidos en “la coordinación para lograr la estabilidad financiera”, frente a la ralentización económica que se extiende por los dos lados del Atlántico.
La zona euro no ha escogido las mismas recetas que Estados Unidos sobre cómo salir de la crisis, el presidente Obama ha optado por una política expansionista para favorecer el empleo, mientras que la eurozona según señaló su presidente estima que “no tiene margen de maniobra para lanzar políticas de estímulo fiscal”. “No podemos poner en riesgo la consolidación de las finanzas públicas”, añadió.
A Estados Unidos le preocupa la deuda soberana en Europa y teme que a fuerza de no hacer nada o muy poco, acabe por contaminar a la economía mundial. Por eso una de las principales reivindicaciones de Geithner a los europeos, en la primera participación que hace un Secretario del Tesoro de Estados Unidos, en una reunión de ministros de finanzas de la zona euro, pero no fue la única, fue un aumento de la dotación del fondo de rescate europeo.
Así la zona euro podría en su momento y si lo requiere apoyar a España e Italia, algo que con la dotación del fondo actual podría no ser suficiente para salvar a estas dos grandes economías de la zona euro.
Estados Unidos estima que ese fondo no necesita necesariamente un incremento de su dotación, pero si un aumento de sus medios que puede realizarse también a través de un apalancamiento. La reacción del presidente del Eurogrupo fue tajante, “no hemos discutido del incremento del mecanismo europeo de estabilidad financiera” y además señaló “tampoco discutimos de temas relativos al euro con países de fuera de la zona euro”.
La presencia del secretario del tesoro americano no fue muy agradable para muchos de los socios de la zona euro ya que consideraron una ingerencia en asuntos internos de los europeos. Algunos incluso se permitieron afear la situación de la deuda y déficit americano, muy superiores a los europeos y el ministro alemán, le respondió que no iba a pedir mayor contribución a sus ciudadanos pero que para recaudar mas podría ponerse una tasa sobre las transacciones financieras internacionales, lo que rechazó de plano Timothy Geithner.
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