jueves, 26 de febrero de 2015

Manualillos de Inversión ( 2 ) DIVISAS.

¿Guerra de divisas o medidas expansivas? las claves para operar con monedas


Mucho se habla de guerra de divisas. El término fue empleado por primera vez en 2010 cuando el banco central de Esados Unidos, la Reserva Federal, aprobó un plan de expansión monetaria, "Quantitave Easing", que tuvo como primera consecuencia la depreciación del dólar frente al euro. Han pasado cinco años y los últimos en aprobar medidas no convencionales, que conllevan la depreciación de sus monedas, han sido los bancos centrales de Europa, con el BCE a la cabeza, pero seguido del de Suiza y el de Suecia. La excusa: combatir contra los riesgos de deflación. Pero ¿estamos en una guerra de divisas?
¿Podemos hablar de guerra de divisas?
Amílcar Barrios, analista de inversiones de Tressis, asegura que "estamos en una batalla global por luchar contra la amenaza de la deflación, en la que después de varios años teniendo que actuar para evitar el colapso económico, las medidas disponibles en materia monetaria afectan de lleno a la valoración de las divisas". De igual opinión es Gabriela Vara, experta en divisas de AndBank. Para la analista los principales bancos centrales de Estados Unidos, Japón y Europa han debilitado sus monedas para lograr objetivos positivos, como por ejemplo, aumentar las exportaciones.
En cambio, José Luis Martínez, estratega de Citi en España, recuerda que "Hasta ahora hemos hablado de la depreciación de las monedas como una consecuencia indirecta (pero posiblemente buscada) de una política monetaria expansiva. También hemos hablado de la intervención en el mercado por parte de algunos bancos centrales (los casos más recientes en Europa son el sueco y danés) para no perder competitividad frente a la economía del euro".
¿En qué consiste esa guerra?
La depreciación de la moneda para no perder competitividad es la consecuencia de las medidas adoptadas por los bancos centrales.  Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB, explica que desde que en 2010 la FED iniciara la QE, EEUU comenzó a devaluar su moneda mediante las compras de activos y la rebaja de tipos. Esto provoca la devaluación de la moneda y en consecuencia mejorar la competitividad frente a otras divisas más fuertes. "En línea con la estrategia de la FED, el Banco Central de Japón (BOJ), el Banco Central de Inglaterra (BOE) y por último en BCE han apostado por no quedarse atrás y seguir la misma estrategia", concluye.
Barrios, por su parte, destaca que tras la decisión del BCE el siguiente en mover ficha fue Suiza, incapaz de seguir sosteniendo el franco en el nivel de 1,20 frente al euro. "A esta le ha seguido Dinamarca, la cual, al igual que Suiza, ha tenido que recortar aún más dentro de terreno negativo la tasa de depósito para evitar la entrada de capitales. Y por último está el Riksbank de Suecia, el primer banco central en situar el tipo de interés oficial, que no de depósito, en negativo, además del programa de compra de activos por un valor aproximado de 1.000 millones de euros al mes".
Martínez, a su vez, ve la paridad euro dólar vinculada al desarrollo del QE por parte del BCE, aunque no ve guerra de divisas, pero sí que forman parte de la política monetaria, como un instrumento más.
¿Cuáles han sido las últimas iniciativas en esta guerra?
Sánchez-Matamoros distingue entre las diferentes iniciativas. "La FED movió ficha en 2010, con un mercado a nivel global muy diferenciado a su política monetaria. Actualmente, los miedos a la deflación y la ralentización a nivel global han provocado que tanto países desarrollados como emergentes mantengan una misma línea de política acomodaticia, por lo que el impacto de estas medidas, en principio, debieran de tener menor impacto al que en su día tuvo la FED. Hasta 18 países han rebajado tipos en lo que va de año. Las últimas han sido Dinamarca, Suecia, Indonesia y Botswana, ejemplarizando la dirección global de estas políticas monetarias".
¿Qué ocurrirá con las monedas asiáticas?
Las monedas asiáticas deberán mover ficha para no quedarse atrás. Como destaca Barrios, la Fed marcarán los tiempos "en la medida en que la renta fija de EEUU adquiera más valor con tipos de interés más elevados, para los inversores internacionales podrá empezar a resultar más atractivo invertir en este activo, más seguro que la deuda de los emergentes por definición, de tal manera que la demanda de renta fija norteamericana va a llevar aparejada la demanda del dólar a costa de las divisas emergentes", concluye Barrios. .
En cualquier caso conviene no olvidar las vastas reservas acumuladas por muchos de estos países (China o Rusia son dos claros ejemplos) durante los últimos años, lo que unido a los bajos niveles de inflación, les otorgan maniobrabilidad para defender el valor de su divisa si fuera necesario.
Por su parte, Gabriela Vara, de AndBank destaca que las divisas asiáticas tienen un potencial de apreciación del 10% frente al dólar, con unos fundamentos macro más fuertes.
El experto de XTB, Sánchez-Matamoros, menciona que las "las políticas de los países asiáticos seguirán siendo expansivas. Buenas muestra la rebaja de tipos de depósito por parte del Banco Central Chino, los próximos movimientos irán en la misma dirección si seguimos presenciando una desaceleración en términos económicos por parte del gigante asiático. No podemos descartar la posibilidad de un agresivo movimiento por parte del CBC con respecto al yuan, hacia la modificación de su barrera de fluctuación respecto al dólar".
¿Cómo sacar provecho a estas medidas?
Invertir en divisas siempre es complicado ya que están sometidas a una gran volatilidad. Sánchez-Matamoros, de XTB, cree que las mejores opciones son las de apostar en contra de las divisas más débiles y a favor del fortalecimiento del dólar o de la libra, instalados en la necesidad de comenzar a modificar su actual política monetaria.
Amílcar Barrios añade que de cara a los próximos meses, el euro es sin duda uno de los grandes temas debido a que con una política monetaria manifiestamente expansiva, no es de esperar que recupere valor. Similar es el caso de Japón y el yen, de tal manera que evitar ambas divisas o invertir "contra" ellas, pueden ser buenas ideas.
Alberto Spagnolo, director de inversiones de Julius Baer, comentaba que atendiendo a los fundamentales y a un plazo de 12 meses apuntan que el dólar canadiense, el dólar neozelandés, el florín húngaro, el peso mexicano, el yuan chino, el rand sudafricano e incluso la rupia india ofrecen más potencial de revalorización que las divisas de los bancos centrales del G10.

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