miércoles, 29 de agosto de 2012

Globítos del Sr.Marqués....

El banco malo es el talón de Aquiles de la reforma financiera


29.08.2012Javier Montoya
Las distintas versiones y actualizaciones de la reforma del sector financiero español no han conseguido atajar las enormes dudas que mantienen los inversores internacionales. Los esfuerzos por diseñar un sistema financiero más saneado, fiable y sobre todo dimensionado al tamaño de nuestro mercado han sido poco productivos puesto que la piedra angular de la reforma es la creación y gestión del denominado banco malo.
Lo publicado los últimos días en referencia a este vehículo no solo no aclaran las dudas existentes sino que abren la puerta a un gran número de incógnitas. Dentro de los detalles filtrados uno especialmente significativo es el perímetro de atribuciones que tendría el vehículo que le permitiría emitir deuda, un estatus fiscal singular y un esquema de contabilidad muy flexible.
La estructura legal del vehículo es muy relevante con el fin de determinar las atribuciones futuras pero los detalles económicos siguen sin concretarse. Se desconoce qué criterios de valoración se van a utilizar para integrar los activos en el banco malo y que recibirán a cambio las entidades financieras.
Otro problema es que la financiación del vehículo tampoco está resuelta por lo que las dudas van más allá de los precios que se apliquen a los activos puesto que de no recibir pago en metálico algunas entidades no verán mejorada su situación financiera. Si el pago se realiza mediante una participación en el accionariado del “banco malo” los bancos que cedan sus activos no recuperarán el valor de los mismos hasta que se consiga la liquidación paulatina de esos activos.
El cobro mediante participación en el “banco malo” permite la posibilidad generar algún ingreso extra a futuro si las ventas se realizan a precios mejores a los que se realiza el canje. La probabilidad de venta a mejores precios es poco probable y más teniendo en cuenta que, como ha ocurrido en EE.UU., el mercado puede tardar más de seis años en estabilizarse antes de iniciar una recuperación que permita la generación de plusvalías.
El gobierno está dilatando demasiado la estructuración del “banco malo” provocando que el resto de medidas de saneamiento parezcan papel mojado. Los analistas tienen dificultades para calcular las necesidades de capital y provisiones para los próximos meses puesto que se desconocen tanto el calendario de aplicación como el valor de los activos tóxicos, lo cual justifica que la desconfianza siga en máximos.
La mejor solución en estos momentos sería encontrar una fórmula mixta de financiación para el “banco malo” que permitiese el pago de una parte de los activos en metálico y otra parte en acciones que permitirían la posibilidad de futuras plusvalías.
El precio de canje de los activos debería ser al que están valorados los activos en balance menos un descuento razonable que permitiese al “banco malo” gestionar las ventas dentro de un margen razonable.
Los bancos y cajas que participen de la creación del banco malo tienen que asumir que a cambio de recibir financiación deben sacrificar algo del valor de los activos tóxicos que probablemente serían incapaces de vender en un plazo razonable.
Javier Montoya es analista de Alpha Plus

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