sábado, 25 de agosto de 2012

Manualillos de Inversión ( 1 )

Fondos de inversión, ETFs y oro

24.08.2012 
La situación actual de crisis ha multiplicado el flujo de información que diariamente recibimos, y buena parte de ella, nos influye como ciudadanos directamente y en el corto plazo: subidas de impuestos que afectan a nuestra nómina o como la próxima del IVA a la compra de productos, prestaciones que desaparecen, o tipos de interés que bajan, cambian el precio de nuestras cuotas hipotecaria o la rentabilidad de nuestros ahorros.
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Con todo ello, a veces se pierde la perspectiva del largo plazo, algo fundamental cuando se habla de inversiones. Excepto en muy pocas categorías de fondos de inversión, como puede ser los monetarios que invierten en productos del Tesoro Público a corto plazo, la mayoría de ellos tienen un horizonte temporal amplio, lo cual nos debe obligar a no invertir a la ligera y considerar todas sus características antes de arriesgar nuestro dinero.
Por ello, ¿Podemos invertir ahora en fondos de inversión? La respuesta es afirmativa, siempre teniendo en cuenta que debemos dedicar a este tipo de productos, dinero que no necesitemos en el corto plazo (incluyendo por supuesto cualquier emergencia), y diversifiquemos en distintos productos, sin olvidarnos de la gran ventaja fiscal de estos productos, que es poder cambiar de fondo sin tener que pagar a Hacienda, algo que haremos cuando ordenemos la venta definitiva. Y es que una de las grandes ventajas de invertir en fondos es la enorme variedad de productos existente, lo que nos permite poder optar por aquel que más nos interese y no por el que nos quiera vender el banco o aseguradora.
Renta variable, muy diversificada
La bolsa española ha recuperado parte del terreno perdido en estas últimas semanas, eso no significa que tenga en el corto plazo un horizonte claramente al alza, es más, lo más seguro es que siga con altibajos. Incluso los valores más seguros sufrirán de una forma u otra los problemas actuales, no sólo en bajadas, sino también como hemos visto con Telefónica hace apenas un mes en la retirada del dividendo o en su disminución. Por todo ello, además de dirigir parte de nuestra inversión a la renta variable nacional, también debemos considerar la bolsa extranjera.
Invertir en fondos extranjeros suele ser algo más caro, pero las distintas opciones nos permiten controlar muy bien el gasto. Por un lado podemos elegir entre por un lado los fondos gestión pasiva y los ETF, que replican índices y por tanto son productos más baratos que los clásicos de gestión activa, donde la inversión la determina un equipo de gestión. Pero dentro de estos, también los hay con cobro de comisiones fijas frente a otros que pagamos total o parcialmente por resultados positivos, en los primeros pagamos incluso si el fondo tiene pérdidas, en el segundo sólo si hay ganancias.
Buena parte de los fondos con esta estructura de cobro de comisiones están en la categoría de los denominados fondos globales, que son aquellos que no tienen definido ni un sector ni un país o región fija de inversión, sino que existe cierta libertad de elección según las expectativas que tenga el gestor. Podemos invertir entre un 30%-35% del dinero destinado a fondos de inversión en renta variable nacional y extranjera, pero siempre teniendo en cuenta un horizonte temporal de más de 10 años.
La seguridad de las materias primas
Otra parte de la inversión podemos dirigirla en materias primas, con fondos sectoriales que invierten desde el papel al petróleo o metales nobles como oro. Aunque el precio actual es alto (aunque no en máximos), las perspectivas económicas mundiales siguen siendo de alta demanda (especialmente por Asia) y en el caso del oro, sirve como inversión refugio.
Es una inversión de más riesgo y por tanto, el porcentaje de inversión sobre el total de fondos no debe superar el 10-15%.
Renta fija, nacional y extranjera
Por último, nos queda la renta fija, en la que no hay que perder la perspectiva actual, y es que tanto en la Zona Euro, Reino Unido, Estados Unidos o Japón los tipos de interés están en tasas muy bajas. Por tanto, nos encontramos con una inversión segura, si es en la Zona Euro, pero de muy escaso rendimiento, que puede incluso no cubrir las comisiones de muchos fondos.
Por ello, también hay que diversificar en renta fija de otros países que cotiza en otras divisas como libras, dólares o francos suizos, para por un lado tener inversiones en otras monedas ajenas al euro, en un momento de clara inestabilidad de la moneda única, y por otro buscar la ganancia de una revalorización de estas divisas frente a esta. Pero cuidado, existen fondos que cubren esta contingencia con coberturas en derivados (opciones, swaps…), evitándonos el susto en el caso de pérdidas pero también las plusvalías, y por tanto comportándose igual que la renta fija de la zona euro, pero pagando generalmente bastante más en comisiones. Si queremos invertir en el largo plazo, buscando la ganancia divisa, fijémonos de no tener ninguna cobertura.
En definitiva, los bajos precios de la renta variable española y el buen comportamiento de ciertos sectores, hacen interesante invertir en fondos de inversión, siempre considerando el binomio riesgo-rentabilidad y los distintos costes de este tipo de productos.
Antonio Gallardo editor de iAhorro analistas de finanzas personales

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