Una Bomba para bomberos...
Fieldpoint, el nuevo banco privado creado por millonarios para millonarios
@María Igartua - 21/06/2010 06:00h
Daniel J. Donahue (Foto: Reuters)
Parece increíble que en pleno estallido de la crisis financiera, cuando los bancos tenían que ser rescatados y muchos de ellos se colapsaban –no sólo Lehman Brothers sino infinidad de pequeñas entidades se han ido a la quiebra-, naciera un nuevo banco privado, Fieldpoint Private Bank & Trust.
Pero Fieldpoint no es una entidad cualquiera. Si es verdad que es una firma muy pequeña, con tan sólo 30 trabajadores y tiene sólo una oficina en Field Point Road en Greenwich, un territorio en el que el precio medio de la vivienda en 2009 se situó en 1,6 millones de dólares.
Sin embargo, no es su ubicación en tierra de ricos lo que la hace tan especial. Son sus propios fundadores los que realmente hacen de Fieldpoint un banco único. Los 31 hombres que han emprendido esta aventura en los tiempos que corren son, en su mayoría, hombres de negocios retirados y dos tercios de los mismos han salido de Merrill Lynch.
Entre ellos se encuentran tres antiguos consejeros delegados del banco estadounidense: William Schereyer, Daniel Tully y David Komansky. Además, destacan otros nombres reconocidos del mundo de los negocios como James Kilts, ex CEO de Gillette o el padre del capital riesgo Jerome Kohlberg.
De esta manera, a su favor no sólo cuentan con la experiencia y la reputación, sino también con una interesante red de contactos que es el valor añadido que tiene el banco en estos momentos.
De hecho, cuando se fundó en 2008 contaba con un capital social de 35 millones aportados por los fundadores y 10 millones procedentes de inversores privados. En total, 45 millones de dólares que en tan sólo dos años se han transformado en 345 millones en activos, 929 millones en depósitos y unos 185 millones de dólares en préstamos, de los cuales la mayor parte de las hipotecas se encuentran en el rango del millón de dólares en adelante.
Hay quién pensará que, dado el momento en el que el nuevo banco, capitaneado por Daniel J. Donahue -el que fuera vicepresidente de R. J. Reynolds Tobacco Company-, ha nacido, se trata de un proyecto suicida. Pero ¿cómo se convence a los inversores de que crear un banco en plena crisis tiene futuro?
Según explica Daniel Tully en Fortune, “fuimos persuadidos por unos pocos instigadores de que el mundo necesitaba un nuevo banco privado para servir a gente como nosotros: individuos con un patrimonio neto elevado que quieren un buen servicio y que no siempre lo obtienen de los proveedores que ya existen”.
Así la idea de crear un nuevo banco privado se gestó en corrillos y reuniones sociales. Por ejemplo, según relata el banquero Kenneth Langone, oyó hablar de los planes de crear Fieldpoint durante una cena a finales de 2006 en el restaurante II Postino de Manhattan, donde compartía mesa con Tully, Komansky y otros dos ex directivos de Merrill Lynch, Joe Grano y Martin Kaplan. “Siempre estoy buscando nuevas oportunidades”, explica Langone en Fortune, “y dice esa noche, ¿hay alguna oportunidad de entrar? Grano y Kaplan preguntaron lo mismo y de esta manera, poco a poco, se fue conformando el grupo de fundadores.
Dos años después de su creación, Fieldpoint ya tiene un flujo de caja positivo y se espera que comience a ser rentable en los próximos dos mes
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