Europa exige supervisar las cuentas de España cada tres meses tras el rescate
El Eco...
Un rescate que, según todas las fuentes, se pedirá en otoño y será blando, es decir, el Gobierno planteará al actual Fondo de Estabilidad Económica y Financiera (FEEF) o a su sustituto, el MEDE, que compre deuda española. Por su parte, el BCE adquiriría bonos en el mercado secundario, con el objetivo de rebajar la presión sobre la prima de riesgo. Eso sí, tras la llamada de auxilio de Rajoy, el Gobierno español tendrá que rendir cuentas trimestrales.
Aunque a día de hoy parece descartada una intervención convencional -a la griega o a la portuguesa-, fuentes comunitarias avanzan que la línea dura del BCE y la Alemania de la canciller Angela Merkel impondrán a España un férreo control sobre la ejecución de las reformas. Eso supondrá, según las mismas fuentes, que Bruselas monitorizará el país para controlar que ejecuta, sin desviaciones ni concesiones, el programa integral de medidas prometido a Bruselas.
"Las condiciones de la ayuda serán flexibles, en la senda de lo ya acordado en materia de rigor fiscal y objetivos macroeconómicos de la UE", pronostica un analista europeo en consultoría de riesgos, "pero la vigilancia será estrecha", lo que sin duda acarreará "la percepción interna de un problema para el Gabinete de Rajoy".
La lupa de la 'troika'
Y es que si al rescate español se le aplican las reglas para la ayuda europea del FEEF previas a la cumbre de junio, a Madrid no le quedará más remedio que aceptar visitas de supervisión trimestrales de una especie de troika. No en el sentido de lo que sucede en Portugal o Grecia, pero "se mire como se mire, una supervisión exterior es políticamente venenosa", subraya el citado analista europeo.¿Y en qué consistirá esa reválida trimestral ante Bruselas? Según el reglamento por el que se rige el fondo de rescate, España debería aprobar el examen en cuanto a la marcha de las reformas, tanto en su número como en su grado de implementación, para asegurar que el Gobierno contiene el gasto público, mete en cintura a las comunidades autónomas y se dan los pasos correctos para poder cumplir el objetivo de déficit: 6,3% del PIB este año, 4,5% en 2013 y 2,8% en 2014.
En concreto, la lupa de los inspectores europeos se fijará en la ejecución presupuestaria del Estado, Administración local y regional, entidades públicas, Seguridad Social y servicios y fondos autonómicos. De todos ellos, los expertos dan por seguro que se examinará el montante correspondiente al trimestre, así como la tasa de variación, puesto en relación con el objetivo previsto para el año, para así dilucidar el grado de cumplimiento.
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