viernes, 22 de mayo de 2015

El pálido y creído Javier...Fernandez.

Candidato del PSOE a la presidencia de Asturias

"Con el PP es impensable un pacto estable y con Podemos ¿qué se puede pactar?"

Javier Fernández se ofrece como garantía de gestión seria y honrada a los electores. Tras ganar las elecciones adelantadas de 2012, ha sido el único presidente autonómico que ha gobernado en una legislatura corta, de solo tres años, y ahora aspira a ganar para disponer de un mandato completo. No cree que el caso Villa, la efervescencia política en torno a los partidos emergentes o la cercanía de las elecciones generales vayan a condicionar el voto de los ciudadanos. En su opinión, la cita es estrictamente asturiana y quien afronta el examen no es Mariano Rajoy o Pedro Sánchez, sino él mismo. Confía en aprobar con nota.
Raúl Álvarez

RAÚL ÁLVAREZ

@RALLVAREZ
VIERNES 22 DE MAYO DE 2015
Es candidato por tercera vez, pero es la primera que opta a la reelección y aborda una campaña desde la presidencia. ¿Cambia la estrategia?
Mi campaña sigue basándose en los mismos principios que las dos anteriores: sinceridad, honradez, seriedad. Reconozco los problemas y ofrezco soluciones progresistas y realistas para afrontarlos.
¿Qué puede ofrecer a los asturianos?
En su pregunta anterior recordaba que es la tercera vez que me presento. Sí, y añado: llevo tres años en la presidencia del Principado. Quiero decir que ofrezco un programa, pero también una trayectoria, una gestión. A partir de ahí, los ciudadanos decidirán. No ofrezco crecepelo ni lemas de tertulia televisiva; no insulto a la inteligencia y la decencia al presumir de la recuperación económica con 94.434 parados registrados en abril; tampoco soy un candidato escondido detrás del póster de un líder de moda. Con esas fronteras, represento --y lo digo con tanta humildad como convicción-- la única alternativa capaz de aunar estabilidad y progreso en Asturias.
El PSOE hace bandera de la defensa de los servicios públicos. Además de ese compromiso, que exige mucho dinero, ¿queda margen presupuestario para acometer nuevos proyectos?
Me habrá escuchado decir que a veces ser de izquierdas pasa por ser capaz de conservar lo que tenemos. Cuando digo esas palabras  me refiero al Estado de bienestar, carcomido por los ajustes del PP. ¿Se acuerda de aquello que decían, que la crisis era la consecuencia inevitable de contar con “lujos que no nos podemos permitir”, con “vivir por encima de nuestras posibilidades”? Pues se ve que para Rajoy, su gobierno y sus forofos --como a sí misma se denominó el martes la candidata Mercedes Fernández--, lo sobrante era el Estado de bienestar. Pero no nos hemos quedado en la resistencia, también hemos impulsado proyectos nuevos. Le digo uno solo, importantísimo: la reforma y ampliación del hospital de Cabueñes.
El PSOE es también un defensor de la Asturias industrial, pero ¿qué industria necesita Asturias en la próxima década? ¿Aguantarán el carbón y el metal o hay que buscar otros sectores para el futuro?
De lo que hay no sobra nada. Entienda que los sectores económicos no se renuevan de un día a otro como una cubertería. Si Asturias tiene hoy una potente base industrial es por su tradición minerosiderúrgica. Cita dos sectores muy distintos. Las plantas de Arcelor de Avilés y Veriña son competitivas, recibirán nuevas inversiones, tienen un horizonte bastante despejado. Lo mismo cabe decir de toda la industria metalmecánica. La situación de la minería del carbón es peor, pero algunas explotaciones pueden sobrevivir a 2018. No se trata tanto de que el Gobierno busque otras ramas de actividad como permitir que se desarrollen las que ya existen, favorecer su continuidad y, con ellas, que sea la iniciativa empresarial la que se despliegue. Dicho de otra manera con dos ejemplos: si el Gobierno del Partido Popular no rectifica de manera urgente su política energética y su política minera, entonces el problema será la supervivencia de la industria que hay, no ya de la que pueda desarrollarse en un futuro. En todo caso, la minería y el metal no son los dos únicos sectores con identidad propia en Asturias, también tienen gran repercusión sectores como el químico, el de la energía o el agroalimentario, por ejemplo. Hay que modernizar estos sectores tractores de la economía asturiana e incorporar otros nuevos, como el aerospacial o el biotecnológico, que están muy bien desde el punto de vista cualitativo, pero que, por sí solos, no están en condiciones de tirar de la economía asturiana.
¿Se siente estafado por el impago de los fondos mineros que ha decidido y mantenido el Gobierno de España?
Irritado, sí; estafado, no, porque no lo voy a tolerar. Seguiremos peleando judicialmente para evitar un auténtico atraco a las cuencas. Es una lástima que el PP forofo de Mercedes Fernández haya optado por la complicidad con Rajoy en lugar de rechazar su política antiminera. Conste que no pido mártires: es lo que está haciendo el gobierno popular de Castilla y León, y no le va tan mal. Digo que es una lástima porque, si el PP ayudase en lugar de aplaudir, el Gobierno central se tentaría más la ropa.
¿Le preocupa que los votantes vean estas elecciones como una primera vuelta de las generales y que decidan a quién apoyan sin tener en cuenta factores asturianos?
Si hace una afirmación creo que se equivoca. Los ciudadanos votarán a las personas que elijan para gobernar su ayuntamiento, también a quienes prefieran para gobernar Asturias. ¿Influirán factores nacionales? Sí, evidentemente, pero no se engañe: el 24 fíjese en la distribución de los sufragios y comprobará cómo los votantes discriminan perfectamente qué votan en cada caso. De todos modos, si quiere ir más allá en su pregunta, también le respondo: el 24, los asturianos no evaluarán a Pedro Sánchez ni a Mariano Rajoy; al que examinan es a Javier Fernández.
Bajan los partidos tradicionales. ¿Hay algo que pueda hacer un dirigente autonómico como usted para remediarlo o es una tendencia nacional a la que no se puede hacer frente desde un solo territorio?
Eso es una estimación demoscópica. Habrá que ver cuál es el resultado definitivo, no me pida que enjuicie situaciones que no se han producido. De todas maneras, ¿qué es esa cantinela del demoníaco bipartidismo? Porque habrá que entrar en detalles. Si se refiere a que los españoles han concentrado sus votos en dos grandes partidos, es una realidad, pero de ahí al turnismo que algunos denuncian hay un trecho falso. Sigo: ¿en qué se basan para concluir que esa concentración ha sido mala de por sí, que son mejores gobiernos frágiles que mayorías amplias? Lo rechazo. Si ahora hay especiales dificultades económicas es por causa de la crisis y de la gestión concreta del PP, no de ese perverso bipartidismo.
Si las encuestas aciertan acerca de la fragmentación del Parlamento, ¿está Asturias destinada a tener un gobierno débil? ¿O puede haber un gobierno fuerte con un grupo parlamentario más pequeño de lo habitual hasta ahora?
Como le dije antes, no me pida que valore hipótesis. Yo trabajo para obtener una mayoría amplia que garantice un gobierno estable de progreso, un gobierno abierto al diálogo, empeñado en la búsqueda de acuerdos, pero no sometido a chantajes ni a presiones contradictorias. Para Asturias lo mejor es un gobierno de progreso sólido, serio, honrado, con un apoyo parlamentario amplio. Ésa es la alternativa del Partido Socialista.
Ha repetido usted en los últimos meses que se siente demasiado alejado de Podemos para pactar con ellos. Pero el CIS no parece dejar más opciones que Podemos o PP para alcanzar una mayoría. ¿Qué elegirá?
Le respondo lo mismo que a la cuestión anterior. Pero no crea que eludo la contestación. Con el PP es impensable un pacto estable. Y con una fuerza que llega insultando, excomulgando a los demás, hinchada de soberbia y que cambia día a día de propuestas, que ha pasado de la extrema izquierda al extremo centro, ¿qué se puede pactar?
Otros exigen la firma de códigos éticos como requisito para pactar. ¿Los firmará?
Por definición, los chantajes y los ultimátums me repelen. Ahora, le recuerdo que la FSA ha sido el único partido que ha fijado un listón ético y lo ha cumplido. Le hablo de la apertura de juicio oral. Fíjese en cuál ha sido nuestra conducta y nuestra coherencia y fíjese en la de los demás. En la del PP con Bárcenas y Rato; en la de IU con el portavoz parlamentario Ángel González; en la de Foro con alcaldes y concejales… Saque usted las conclusiones.
La oposición no deja que se olvide el caso Villa, del que en realidad se sabe muy poco. ¿Hace daño al PSOE esa incertidumbre? ¿Les queda algo por hacer para distanciarse?
¿Si le hace daño al Partido Socialista que no se sepa cuál es el origen de la fortuna de Fernández Villa? ¿Está preguntándome eso? Si es esa la pregunta, la respuesta es no, claramente no. Al PSOE le habría hecho daño la resignación, el miedo, haber sido incapaz de reaccionar, ocultarse, negarse a dar explicaciones, impedir una comisión de investigación. Pero no, fíjese, hicimos todo lo contrario: reaccionamos, tomamos medidas, dimos explicaciones, yo mismo comparecí en la Junta General ante una comisión de investigación. Hombre, todo esto no bastará para quienes nos tienen inquina, para los emponzoñadores de salón ni para los apasionados de las teorías conspiranoicas, pero es la realidad. Mire, el Partido Popular se ha resignado a convivir con la corrupción, eso es lo que desprenden los hechos y las palabras de Rajoy, un cierto fatalismo, un consentimiento. Nosotros, no, y los ciudadanos lo sabrán tomar en cuenta.
Alguno de los partidos emergentes convierte la renovación en cuestión de edad y no de ideas. ¿Le molesta que intenten echarle así del debate?
Intentar ser una estrella todos los días tiene esos peligros. No me molesta. Las tonterías de los demás me hacen bastante gracia. 

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