sábado, 23 de mayo de 2015

Hablando del voto...

¿Votar a la mafia Capitalista? No, gracias.

Escrito por Juan Carlos Sánchez del Barco 22 Mayo 2015
Es de sobra conocido que el cinismo es una característica innata al poder, y existen numerosos ejemplos en esta Historia torturada en la que el Ser Humano (que es el pueblo) es la víctima de la atroz ignominia e injustificable vileza con que ha sido tratado por el señor feudal, primero, y el señor burgués, después, y así hasta nuestros días.

Por encima de cualquier consideración semántica, el sistema de dominación de unos pocos hacia la inmensa mayoría basa su éxito, no en la razón, lógicamente, porque no la tienen, sino en la división, la ignorancia, la represión, el miedo y en la manipulación. ¿Cómo si no puede un sistema tan injusto, que tanto se aleja de las necesidades y capacidades humanas, persistir desde el final del Neolítico hasta el tiempo actual?

Sin embargo, a lo largo de la misma Historia que ellos han protagonizado siempre con el cinismo y desvergüenza con la que antes aludíamos, el poder ha tenido que evolucionar, pero sólo para poder perfeccionar y refinar los métodos de manipulación y represión hacia el pueblo, con el objetivo de que éste no se rebele contra unas reglas basadas en la codicia y en la represión de los instintos humanos. El modus operandi del sistema se basa en la idea de hacer que el individuo tenga algo que perder, que luche contra otros individuos (cuando debería colaborar y cooperar con ellos) y sembrar en éste la ignorancia más absoluta, así como la propaganda (por ejemplo, inventándose nuevos partidos políticos que intenten aglutinar el descontento y tensión que el propio capitalismo genera para que la gente vote, porque la abstención aterroriza al poderoso que pretende legitimarse con el parlamentarismo). Aunque los medios de intoxicación se encargan de forma eficiente de otras manipulaciones y propagandas.

Y en este contexto surgieron las elecciones, instrumento que hace creer al incauto que vive en libertad porque elige al tirano que lo engañará, oprimirá, amenazará, se burlará y, si llega el caso, lo matará (aunque echando un breve vistazo a la sociedad, veremos cuantas formas existen de matar a una persona, al rebajarla a un objeto que produce, consume y vota).
De ahí que el sistema establecido hace miles de años tenga tanto tesón en hacer creer a las personas a las que tiraniza que no pueden vivir sin dicho sistema, que surgiría el caos más absoluto.
Es aberrante que un Ser Humano done de una forma tan servil sus capacidades y energías a un político que pretende luego utilizar ese voto como subterfugio para "legitimar" el poder que se le da desde la ignorancia de no saber quién es o qué hará dicho "representante", que no es otra cosa que servir como una marioneta al poder económico capitalista que jamás se presenta al insulto a la inteligencia que constituye el parlamentarismo.

Aun en la disyuntiva, siempre utópica, de que existan buenas intenciones en los políticos que se presentan a unas elecciones, existirá entre la sociedad la creencia generalizada y completamente errónea de que son los políticos, que para eso se les paga (o, mejor dicho, nos dejamos robar, mentir y manipular por ellos), quienes deben solucionar los posibles problemas y llevar las riendas de la sociedad que los aúpa al poder.

Sin embargo, esta forma de pensar provoca personas egoístas e irresponsables que sólo basan la preocupación de su vida en satisfacer sus propios deseos personales, sin pensar que viven en una sociedad en la que sus actos tendrán, antes o después, mayores o menores repercusiones sobre sí mismas y, por ende, sobre el colectivo.

Por estas razones, es necesario votarnos a nosotros mismos, al Ser Humano, a la cultura, a la Naturaleza y ser nosotros, como sociedad e individuos, quienes demos soluciones a los asuntos cotidianos que puedan surgir en nuestra vida diaria, y autogestionarnos siempre con responsabilidad, cultura, ética y moral como bases sine qua non para obtener nuestra libertad tanto individual como colectiva. Si no es así, preparémonos para la dictadura de unos pocos contra la mayoría. Es, por tanto, esta fe en el Ser Humano lo que establece las pautas para alcanzar la libertad absoluta, que en ningún modo se puede confundir (como hacen algunos burgueses e incautos) con el caos y libertinaje.

De ahí que el sistema establecido hace miles de años tenga tanto tesón en hacer creer a las personas a las que tiraniza que no pueden vivir sin dicho sistema, que surgiría el caos más absoluto. La base del totalitarismo es el desconocimiento de nosotros mismos y nuestros potenciales. Pero, ¿acaso no existen guerras, hambre, desesperanza, presión moral, represión, odio, racismo, discriminación social, egoísmo, etc. justo desde que empezó todo este tinglado socioeconómico, allá por el final de la Prehistoria? Esto no es civilización. Es la más absoluta de las barbaries.

No nos engañemos por más tiempo. La Humanidad será libre y puede y tiene capacidad para serlo, pero no nos dejan, porque nuestra libertad es la destrucción del mundo y reglas de los poderosos. Lo humano es incompatible con la tiranía.

Estados, fronteras, clases sociales, dinero, religión, parlamentarismo, políticos, destrucción de la naturaleza, multinacionales e individualismo son los males del mundo.
Sustituyendo el individualismo por la individualidad, el egoísmo por la solidaridad y la cooperación, las leyes por la moral y la ignorancia por la cultura y sabiduría, obtendremos como resultado la Humanidad y un mundo sano para nosotros y nuestros hijos.
Votando en cualquier proceso electoral no se subvertirán estos males mencionados, sólo se perpetuarán porque el oprimido está, cuando vota, dando una palmadita en la espalda a su opresor, dando alas al continuismo y a la sinrazón.

En resumen, en tiempo de elecciones se acuerdan de nosotros. ¿Por qué estos cabrones no se acuerdan de los que expulsan de sus casas a patadas porque no pueden pagar el precio que el especulador les ha impuesto, por abusivos impuestos del estado y los elevados intereses de la mafia bancaria a los que los políticos sirven y rescatan tan servilmente?
¿Por qué estos cabrones no se acuerdan del pueblo cuando privatizan la sanidad y la educación, el agua, la energía, las carreteras, las eléctricas, etc. para dárselo todo a sus amigotes a cambio de una jugosa comisión y ser consejero de esas mismas empresas cuando el político ha tenido que salirse del poder porque ya no podía ocultar toda la mierda que tenía encima?
¿Por qué no se acuerdan del pueblo al que ahora piden su voto cuando, del dinero de los impuestos que CASI todo el mundo paga se "rescata" a la banca hasta en varias ocasiones, dejando a la intemperie a miles y miles de familias desahuciadas, con muertos incluidos?
¿Por qué no se acordaron del pueblo que los votó cuando decidieron, en agosto de 2011, tanto PP como PSOE, "reformar" ese papel mojado llamado constitución del 78 para establecer un techo de gasto, favoreciendo así el pago de la deuda al banco central europeo en perjuicio de las pensiones, sanidad y demás prioridades sociales?

¿Se acuerdan acaso los poderosos del pueblo cuando, en las manifestaciones para revertir estas situaciones insostenibles, vuestros esbirros y matones que son la policía le parten la cabeza a algunas personas, a las cuales luego les pedís el voto? ¿Se puede tener más desvergüenza? ¿Cómo tenéis la osadía de decir siquiera que el voto es un derecho? El voto es vuestra herramienta, no nuestro derecho. Nuestro derecho es la VIDA, la huelga, saltar, cantar, reír, reflexionar, experimentar, hacer el amor y reírnos de vuestra amargura.
En fin, querido lector, haz siempre en la vida lo que te dicte tu conciencia, pero siempre usa tu inteligencia y tu instinto. Esos tesoros jamás nos los podrán arrebatar. Hasta más ver. Δ

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