Chennai, la nueva capital de las automotrices
La ciudad india, con su personal calificado y una política que auspicia la inversión extranjera, atrae a los fabricantes más importantes del mundo
Chennai, India—Esta ciudad portuaria, construida alrededor de un ex fuerte británico, se parece de muchas formas a Detroit, el centro de la industria automotriz de Estados Unidos, en 1910.
La metrópolis de alrededor de cinco millones de habitantes vive un auge en momentos en que muchas automotrices y una gran cantidad de proveedores internacionales se instalan allí.
Ford Motor Co., Hyundai Motor Co., Nissan Motor Co., Renault SA, Daimler AG y BMW AG convergen aquí. Las automotrices están destinando miles de millones de dólares a convertir a Chennai en uno de los mayores centros mundiales de autos pequeños de exportación, así como para los cada vez más pudientes consumidores indios. Se espera que pronto la ciudad produzca cerca de 1,5 millones de vehículos al año, más de lo que fabricó cualquier estado de EE.UU. el año pasado.
Los proveedores de autopartes también están apostando a lo grande a la ciudad, que era conocida como Madras. La empresa de neumáticos Michelin SA y el fabricante de ventanas Saint-Gobain SA, ambos de Francia, están instalando algunas de sus fábricas más grandes en Chennai. Daimler, de Alemania, en tanto, construye una pista de pruebas valorada en varios millones de dólares.
Toda la inversión ha generado más de 200.000 empleos y representa 12% de la producción económica del estado de Tamil Nadu.
La clase de manufactura que se realiza en Chennai es lo que necesita India para acortar la brecha entre su fuerza laboral agrícola —que equivale a 60% de su población— y las industrias de servicios de alta gama, como la tercerización, que emplean a relativamente pocos trabajadores.
A diferencia de China, India no ha logrado atraer tantos inversionistas extranjeros que construyen fábricas debido a barreras burocráticas y una política volátil. Pero el auge de Chennai indica que India puede crear un ambiente productivo cuando las circunstancias económicas son las adecuadas y existe demanda. Se espera que la economía india crezca 9% este año y Tamil Nadu ha minimizado las barreras a la inversión.
Hyundai ha invertido US$2.000 millones aquí, y hace poco expandió sus operaciones para poder producir 650.000 autos al año. No sólo fue la mano de obra barata lo que atrajo a la automotriz surcoreana, sino también una abundancia de ingenieros con salarios bajos.
Al otro lado de la ciudad, Ford invirtió cerca de US$1.000 millones para desplegar en las líneas de producción tecnología que ni siquiera usa en EE.UU., incluidos robots que pintan autos y una piscina de pruebas a grandes profundidades para asegurarse de que los autos no tengan pérdidas durante las inundaciones causadas por los monzones.
Michael Boneham, el director gerente de Ford en India, que despacha desde Chennai, afirma que la fuerza laboral educada, una política industrial consistente, el acceso a un puerto e incentivos financieros del gobierno influyeron para atraer a la automotriz estadounidense a la ciudad.
"India ahora está en el radar como uno de los dos mercados más importantes para Ford estratégicamente en todo el mundo", el otro es China, indica Boneham.
Ford, una de las primeras firmas extranjeras en ingresar aquí, hace poco anunció el mejor trimestre de su historia en India: en los tres meses que terminaron el 30 de junio, las ventas crecieron más del triple respecto al mismo período del año pasado, a 22.858 autos, gracias a la reciente ampliación de sus instalaciones en Chennai.
El estado de Tamil Nadu ha resultado mejor que la mayoría de las jurisdicciones indias para proveer la tierra, las carreteras y la electricidad que necesita la industria automotriz. También estableció una sola oficina para que las empresas obtengan decenas de aprobaciones gubernamentales y licencias que se requieren para abrir o expandir una empresa.
Los grandes proyectos en India suelen tener problemas cuando los gobiernos locales cambian de partido. Pero cuando el gobierno estatal pasó del partido AIADMK a manos de DMK en 2006, los ejecutivos dijeron que no notaron cambios en la forma como eran tratados.
El influjo de capital extranjero está alterando esta ciudad histórica. En la región mayormente vegetariana, hay poca carne a la venta. Pero un restaurante surcoreano está lleno de familias que cocinan carne en sus mesas.
La población estudiantil de la Escuela Americana de Chennai se cuadruplicó a cerca de 800 alumnos, luego de que llegaran estudiantes de EE.UU., Japón, Europa y Corea del Sur. Un gran parque de diversiones enfrente de la fábrica de Hyundai, una panadería francesa, iglesias evangélicas coreanas y tiendas de abarrotes japonesas han aparecido en los últimos años.
Ahora se construyen nuevos centros comerciales y complejos de apartamentos para satisfacer la demanda de la creciente clase media de trabajadores de automotrices. Los institutos tecnológicos del estado, conocidos por producir miles de programadores informáticos e ingenieros, comienzan a especializarse en destrezas útiles para una automotriz.
El crecimiento de la industria automotriz no ha estado exento de problemas. Los sindicatos de Hyundai han realizado varias huelgas para exigir un mejor trato para los trabajadores, el tránsito se ha vuelto más congestionado y las rentas en algunos de los mejores vecindarios ahora están fuera del alcance del ciudadano indio promedio.
Pero la capacidad de producción de Chennai aumentará aún más. Nissan, de Japón, comenzó a fabricar autos aquí en mayo, tras invertir casi US$1.000 millones. La automotriz japonesa espera fabricar 400.000 autos al año. Su subcompacto hecho en India, el Micra, llegará a las carreteras globales en octubre.
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