Ibercaja y Unicaja mantienen negociaciones para la constitución de un SIP
@J.C - 23/07/2010 06:00h
A grandes males, grandes remedios. Tanto Amado Franco, presidente de Ibercaja, como Braulio Medel, su homólogo en Unicaja, han quedado por diversos motivos fuera del baile de fusiones que en los últimos meses está teniendo lugar en las Cajas de Ahorro. Manos a la obra, ambos han iniciado conversaciones -de momento, muy privadas- tendentes a la constitución de un Sistema Institucional de Protección (SIP), un matrimonio que daría como resultado un grupo financiero de gran calidad, ya que ambas entidades gozan de unos niveles de solvencia, morosidad, rentabilidad, eficiencia y liquidez, difícilmente mejorables en el sector.
A tal efecto, ambas partes han acordado mantener una reunión que se celebrará a mediodía del próximo martes 27 en la sede de Unicaja en Sevilla (calle Sierpes, 22), a la que, junto con Medel y Franco, asistirán los directores generales de ambas entidades, Manuel Azuaga y José Luis Aguirre respectivamente. El encuentro sevillano se prevé clave para la suerte del proyecto.
Fuentes del entorno de la caja aragonesa han adelantado a este diario que los contactos se iniciaron a finales de junio y han recibido el empujón definitivo esta misma semana, después de que el pasado viernes la entidad malagueña perdiera sus opciones de quedarse con Cajasur tras la subasta efectuada por el Banco de España (BdE). A tenor de tales fuentes, el interés de Franco por la operación es grande, después de que los intentos efectuados por engordar balance hayan quedado en el limbo.
Ibercaja fue precisamente la primera de las entidades que saltó al ruedo de los movimientos corporativos en el sector con ocasión de la crisis de Caja Castilla-La Mancha (CCM). Invitado a acudir al rescate de la entidad presidida por Hernández Moltó por el secretario federal de Política Económica y Empleo del PSOE, Octavio Granado, Ibercaja encargó un estudio de situación sobre la entidad manchega a la firma auditora PwC, cuyos resultados resultaron determinantes para descartar la operación. Desde entonces, el nombre de la aragonesa se ha visto mezclado en multitud de rumores sobre eventuales fusiones o simples SIP.
En la misma o muy parecida situación se encuentra Braulio Medel. A pesar de que el malagueño, uno de los hombres con más pedigrí del sector, había manifestado en distintas ocasiones que disponía de planes alternativos a la integración de la Caja de Ahorros cordobesa, Unicaja ha quedado muy aislada en el sector a nivel nacional tras el fiasco de Cajasur y, lo que es peor, a merced de una Junta de Andalucía que también sale muy herida, particularmente su presidente, José Antonio Griñán, del lance cordobés.
Antes de la celebración de la subasta del FROB, tanto la Junta como el PSOE-A habían anunciado que, con independencia del resultado de la misma, su hoja de ruta pasaba y pasa por una fusión “de verdad” entre Unicaja y Cajasol. Debilitada por la pérdida de competencias sobre Cajasur y Caja Granada, el equipo de Griñán ha redoblado la presión para que malagueños y sevillanos se fusionen en una nueva entidad o, en el peor de los casos, constituyan un SIP, arduo reto para dos presidentes, el citado Medel y Antonio Pulido (Cajasol), que a duras penas pueden disimular la antipatía mutua que se profesan.
Razones de sobra para un proyecto común
De modo que tanto Franco como Medel tienen razones de sobra para buscar un partner con el que constituir un SIP. El primero para evitar quedar aislado frente a los nuevos y potentes grupos que se dibujan en el sector; el segundo para dar esquinazo a la unión con Cajasol que quiere imponerle la Junta andaluza. Un portavoz de Ibercaja aseguró ayer a este diario que “no estamos en ninguna conversación con Unicaja; no hay nada de nada”. No ha sido posible conseguir una respuesta de la malagueña al respecto.
Ambas Cajas, por lo demás, son líderes indiscutibles en sus Comunidades Autónomas de origen y gozan de suficiente implantación en provincias limítrofes (Guadalajara, Madrid, Ciudad Real, Rioja, Barcelona, etc.) como para lograr una estimable cobertura de todo el territorio nacional. Es decir, un SIP así, que no precisaría ayudas del FROB de ningún tipo, se convertiría de golpe en un competidor de primera línea en el sector financiero, mejorando incluso el rating actual de ambos contrayentes.
El único inconveniente que se adivina al proyecto es el de costumbre: el reparto de poder. Con todo, para llegar a ese estadio será preciso superar algunos agravios recientes. Medel, por ejemplo, se distinguió en fecha reciente encabezando la oposición a que Amado Franco fuese designado presidente de CECA, mediante distintas tretas formales que el aragonés sorteó al final pactando directamente con Isidro Fainé (La Caixa) la Vicepresidencia 1ª, como este diario publicó en su día.
Mañana sábado, 24 de julio, Unicaja celebra su Asamblea General Ordinaria correspondiente al segundo semestre del ejercicio, ocasión en la que Medel deberá dar cuenta del magro resultado obtenido en la subasta de Cajasur. Al socaire de éste informe, el malagueño podría arrancar una genérica autorización para explorar otras vías de futuro para la entidad que no pasen por Sevilla. Se trataría, en definitiva, en reivindicar para Unicaja el mismo derecho que la Junta reconoció a Caja Granada para incorporarse a un SIP con entidades de otras regiones.
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