domingo, 25 de julio de 2010

Manualillos de Inversión ( 1 )

Son momentos de ánalisis y......de toma de decisiones....compradoras!

Hágase un test de estrés y luego invierta

24.07.2010 José Antonio Fernández Hódar 0
Estas cosas vienen bien porque dan «vidilla» a la bolsa. La errática sesión del viernes es la prueba más palpable de ello, y los inversores más inquietos van locos detrás de las cotizaciones para intentar pescar en las aguas revueltas de un río, que debe ser gallego, porque no se sabe si va o viene.
Y hablando de gallegos, no sé qué aconsejar a mi amigo Santiago, un ferrolano entrañable que al salir de la academia militar le destinaron a Cataluña. Ahí se casó con Montserrat, monísima ella. Al ascender a capitán le destinaron a Bilbao, donde nació su hija Izazkun. El problema ahora es que Montse, haciendo uso de sus derechos, exige que se le hable en catalán y la niña, que es de armas tomar, que a ella en euskera. El sueldo no le da para dos traductores.
Le he aconsejado un políglota, que lo mismo le sale más barato. Posiblemente, el problema es que a Santi le da mal rollo tener sentado en el borde de la cama al fulano. Y como no le sale a cuenta tirarse por el balcón, vive en un primero, le he aconsejado que se haga un test de estrés. Mira Santi, eso no sirve para nada, porque te dice lo que ya sabes, y lo que no sabes no te lo contará, pero, si anima a la bolsa, por qué no te va a animar a ti.
Y hablando de la animación de la bolsa, ya veremos cuánto dura. Porque las señales de humo que vienen de EEUU tienen mal tufillo. Bernanke ha dejado bien claro que la recuperación va a ser lenta y que pasará algún tiempo antes de que se dejen de perder puestos de trabajo y apostilló: «La Fed está preparada para tomar nuevas medidas si la economía o el mercado de trabajo empeoran». En otras palabras, que no lo tiene claro. En Europa, Jean-Claude Trichet sostiene que en la UE ya no son necesarios más estímulos monetarios, pero a la vez, pone barra libre para que las entidades financieras pidan dinero a gogó. En este caso es peor, porque no sabemos si lo tiene claro o juega al despiste y dice a cada uno lo que quiere oír.
Con semejantes premisas ¿usted quiere invertir en bolsa? ¡Vale! pero primero, hágase un test de estrés; luego, se va planteando en qué invertir y cuándo. Para hacer el test, primero mire los saldos de sus cuentas; luego, haga un balance muy simple: plusvalías menos minusvalías de operaciones cerradas. Si opera mucho, calcule lo que ha pagado en comisiones, no sea que entre el bróker y BME ganen más que usted, en cuyo caso tendrá que definir sus inversiones como «operaciones sin ánimo de lucro». Y por último, valore el estado de su cartera a precios del viernes y tome una decisión valiente recordando la máxima que sostiene que: más vale perder, que más perder.
A los jugadores no hay que decirles nada; ellos ya saben que irán perdiendo poco a poco su patrimonio. Los bajistas, que se apliquen lo que les salga en el test. Y los inversores que no van a necesitar lo invertido, que no pierdan el tiempo haciendo test. Las bolsas terminarán saliendo al alza, a pesar de nuestros políticos, aunque en el camino sufran algún que otro tropezón.

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