lunes, 30 de julio de 2012

Son todas.....claves

Semana clave para evitar el rescate total de España


30.07.2012 BRUSELAS Miquel Roig. 
Otra semana clave para el euro en general y España en particular. Y sí, van unas cuantas. Pero el 10% que subió el Ibex 35 y los casi 100 puntos que bajó la prima de riesgo española el jueves y el viernes pasado solo quieren decir una cosa: las expectativas están altísimas y una decepción volvería a asomar a España al abismo del rescate total.
La semana pasada hubo dos catalizadores claros de la euforia. Primero, el discurso del jueves de Mario Draghi, presidente del BCE, donde se comprometía a hacer todo lo posible para salvar la eurozona y que, créanle, será suficiente. Segundo, un escueto comunicado conjunto de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente galo François Hollande donde parafraseaban al banquero italiano.
Un ciudadano medio respondería que menos mal y que solo faltaría, pero los inversores no. Ellos tomaron esas palabras como excusa para empezar a imaginar toda una serie de acciones contundentes para rebajar la prima de riesgo de España e Italia: compras de bonos del BCE, munición ilimitada para los fondos de rescate, barra libre a 3 o incluso a 5 años para la banca…
El único actor de peso que se mostró díscolo, según esta interpretación de los hechos, fue el Bundesbank, el Banco Central de Alemania, que dijo que seguía oponiéndose a comprar bonos y a dar licencia bancaria al fondo de rescate permanente (MEDE). Pero una oportuna filtración a última hora de la tarde del viernes aplacó los nervios: Draghi se entrevistaría con Jeins Weidmann, presidente del Bundesbank para convencerle de sus tesis.
Y bien. Las espadas están en todo lo alto, pero ¿qué puede pasar realmente esta semana? Las expectativas son tan elevadas y la decepción sería tal si no pasara nada que el sentido común obliga a pensar que algo sucederá. Y todas las miradas están puestas en la reunión que el BCE va a celebrar el próximo jueves en Fráncfort y en el conejo que Súpermario (Draghi) sacará de la chistera. Primero las menos polémicas.
EL ARSENAL DEL BCE
La más intuitiva y fácil de hacer es volver a bajar los tipos de interés, actualmente en el 0,75%, que se sumaría al recorte de principios de mes. Y aunque esto podría –y solo podría- estimular la actividad económica, no está claro el impacto directo que podría tener en la prima de riesgo. Esto podría combinarse con fijar un tipo negativo en la facilidad de depósito del BCE (donde la banca deja liquidez inutilizada). Con ello se pretendería incentivar que los bancos sacaran el dinero de ese “cofre de liquidez” y lo sacaran al mercado.
La segunda opción –también probable- es que el BCE relaje los requisitos de colateral para acceder a sus subastas de liquidez. Los bancos, cuando piden dinero barato al BCE tienen que ofrecer garantías a cambio. Pero la institución solo admite un determinado tipo de garantía (ciertos bonos, préstamos, cédulas…). Ampliando el rango de colaterales admisibles, amplía la capacidad de financiación de la banca.
Otra medida que no debería generar problemas sería la compra de activos para reactivar el crédito. El BCE ya ha comprado cédulas hipotecarias en mercado, lo que reduce el riesgo que las entidades perciben a la hora de emitir este producto. Una opción que está sobre la mesa es la de comprar otro tipo de préstamos (corporativos, al consumo, para financiar la exportación…). Esto podría ayudar a los bancos a reactivar este tipo de crédito a empresas y familias.
La cuarta sería algo más discutida internamente (por el Bundesbank, sobre todo), aunque de entre las opciones polémicas, sería la menor: otra barra libre de liquidez para la banca a tres años (o incluso a cinco, según se especulaba el viernes en el mercado). Esta medida se sumaría a las dos subastas a tres años que realizó el BCE a finales de 2011 y principios de 2012, por la que dio 1 billón de euros a las entidades financieras de la eurozona. No obstante, la primera fue más efectiva que la segunda y algunos analistas tienen sus dudas sobre cuán positiva sería una tercera.
Y a partir de aquí ya entramos en terreno pantanoso: liquidez ilimitada para el fondo de rescate y compras directas de bonos por parte del BCE. Dos bazucas capaces de reducir a la mínima expresión la prima de riesgo periférica, pero también de disparar al máximo el “riesgo moral” y la ira de la línea dura del euro (Alemania, Holanda y Finlandia).
Para comprar bonos, el BCE solo tendría que reactivar su programa de compra de activos (por el que ya ha adquirido 211.000 millones de euros en deuda periférica) y encontrar una excusa para hacerlo. Eso sí, la excusa tienen que ser lo suficientemente buena para que el Bundesbank la compre.
Y Draghi ya dejó entrever la semana pasada por dónde podrían ir los tiros: “Desde el momento en que la prima de riesgo soberano daña el funcionamiento del canal de transmisión de la política monetaria, entra en nuestro mandato”. Traducido al castellano: igual intervenimos para hacer bajar la prima de riesgo de España e Italia.
El segundo mecanismo polémico sería el de dar una licencia bancaria al fondo de rescate permanente. Esta decisión corresponde, no obstante, a los Estados miembros, pero el truco necesita la colaboración necesaria del BCE. Desde el momento en que el MEDE tiene una ficha bancaria, la institución monetaria europea puede darle liquidez a cambio de colateral. Virtualmente, la cantidad de munición que el BCE puede insuflar es ilimitada.
Convertir al MEDE en un bazuca infinito serviría para dos cosas: garantizar que hay dinero suficiente para rescatar a España e Italia; y proveer de pólvora suficiente a un hipotético programa de adquisición de deuda soberana por parte del MEDE. Una de las pegas que tendría ahora mismo una compra de bonos por parte del fondo es que los inversores saben cuál es el límite y en el momento que detectaran que podría no ser suficiente, se posicionarían a la baja. Con liquidez ilimitada, apostar contra la deuda periférica tendría muchísimo más riesgo.
EL ESLABÓN PERDIDO
Pero aquí llega uno de los eslabones perdidos: para que el MEDE compre deuda España tiene que pedirlo y someterse a un nuevo Memorando de Entendimiento (MoE) con condicionalidad macroeconómica. No obstante, en el último Consejo Europeo (28 y 29 de junio) se decidió que esa condicionalidad se limitaría a que el país beneficiario siguiera las recomendaciones macroeconómicas de Bruselas. Y eso es precisamente lo que España ya está haciendo.
La Comisión Europea, el Eurogrupo y el BCE llevan desde mediados de julio abriendo la puerta a España para que se acoja a este programa y ayer mismo, el presiente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, aseguró que todo estaba listo para una acción coordinada entre el FEEF y el BCE para intervenir en el mercado. Pero esto requeire que España lo pida formalmente y, de momento, se resiste a ello.
Y para añadir más confusión, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble aseguró en una entrevista este fin de semana para descartar las especulaciones de que España se acoja al programa.
Estas palabras del brazo económico de Merkel pueden interpretarse de forma muy positiva para el Ejecutivo de Rajoy: Alemania y el BCE podrían sacar la bazuca sin exigir a España nuevos esfuerzos.
Desde luego, sería un cambio de paradigma de la receta que han usado las autoridades europeas desde el inicio de la crisis: cada nueva zanahoria (préstamos, compras de bonos, barra libre…) viene asociada a un palo (ajustes presupuestarios, reformas, condiciones…). Y tal vez por esa misma razón, habrá que esperar para ver si realmente es así.

No hay comentarios: